Aria Da Capo, Variaciones Golberg de Bach – Glenn Gould
Hace tiempo tuve la ocasión de descubrir la versión de Glenn Gould de las Variaciones Golberg de Bach a través de una interesante grabación en la que se utiliza esta pieza como melodía de fondo en la lectura de “La invención de la soledad” de Paul Auster. El locutor no debía tener demasiadas nociones sobre Bach, porque el compositor alemán no escribió las Variaciones Golberg para que un tal Golberg se pudiera dormir. La auténtica anécdota nos llega a través de Nicolaus Forkel, que publicó la primera biografía de Bach en 1802. Según Forkel, el conde Hermann Carl von Keyserling, embajador de la emperatriz Catalina la Grande de Rusia en la corte de Dresde, pidió a su gran amigo Bach, a quien admiraba profundamente, que le compusiera una pieza para solazar sus largas noches de insomnio, causadas por el peso de las responsabilidades de su cargo. Bach compuso una pieza titulada Aria mit verschiedenen Veränderungen –Aria con diferentes variaciones–. Para su interpretación Bach eligió a uno de sus alumnos más aventajados, Johann Gottfried Goldberg, que finalmente le daría el nombre con que actualmente lo conocemos: las Variaciones Golberg. Por cierto que, esta leyenda también ha sido puesta en duda.
Desde que Wanda Landwska realizara en clave la primera versión de las Variaciones Golberg en 1933, las versiones de diferentes autores se han sucedido unas a otras. Entre las distintas versiones encontramos nombres como Ralph Kirkpatrick, Karl Richter, Helmut Walcha, Gustav Leonhardt –que alcanza la categoría de modelo en lo que a las Variaciones Golberg se refiere–, Igor Kipnis, George Malcolm, o las consagradas de Scott Ross o Pierre Hantaï. Y así un largo etcétera, hasta llegar a la versión de Murray Perahia, registrada en Suiza en julio del 2000. Bach compuso una partitura que podría tener soluciones muy diferentes, dependiendo de la lectura que se hiciera de ella; y es por eso que algunas de las versiones estén separadas por abismos. Otra versión bastante reciente es la de Angela Hewitt, que dijo de las Variaciones Golberg lo siguiente: “son infinitas las posibilidades de variaciones dentro de las variaciones”. Esto significaría que la pieza de Bach esconde potencialmente un número infinito de lecturas, de interpretaciones y de versiones.
Pero de entre todas las versiones que se han hecho de las Variaciones Golberg, la que ha alcanzado mayor popularidad es la de Glenn Gould. Gould es el típico genio polémico y extravagante. Interpretó de forma arbitraria a compositores desde William Byrd y Orlando Gibbons hasta Richard Strauss y Arnold Schönberg. Su gran pasión era sin duda Bach, por encima de autores como Beethoven o Mozart, a los que también interpretó pero que consideraba como inferiores. A los autores románticos, como Chopin, Schumann, Liszt o Claude Debussy, siempre los despreció. Este tipo de declaraciones y sus interpretaciones personales y excesivamente libres le valieron la fama de polémico. Por otra parte, era un personaje lleno de extravagancias. Siempre llevaba encima antes de cada actuación cajas con fármacos y una silla personal que le permitía sentarse al piano a una altura más baja de lo normal; además, antes de tocar el piano necesitaba sumergir veinte minutos las manos en agua caliente. Gould también se caracteriza por algo muy peculiar que ningún pianista hizo antes que él y que puede comprobarse en las grabaciones de sus piezas. Mientras tocaba el piano tarareaba la melodía, y esto es algo que se puede escuchar perfectamente en sus grabaciones, como sonido de fondo. En 1964 abandona su carrera como concertista, para dedicarse plenamente al mundo de las grabaciones de estudio, para experimentar con la naciente tecnología digital, que consideraba como el gran futuro de la música. Esta retirada por parte de Glenn Gould de la vida pública no hizo más que acrecentar el mito de su extravagancia.
La acogida de la versión de Glenn Gould por parte de la crítica especializada es bastante desigual. Su versión de Bach es mucho más libre –Gould era un heterodoxo en la interpretación de todos los compositores–, más espectacular, violenta y rápida. Llegó a grabar hasta tres versiones diferentes, la primera de ellas en 1955 y la última en 1981. Las diferencias entre la primera y la última de las versiones de Gould ya son notables, porque su concepción con respecto a las Variaciones Golberg había cambiado con el tiempo. La segunda versión es mucho más lenta: la primera dura 39 minutos y la segunda 51 minutos. La nueva versión se grabó al mismo tiempo en formato analógico y en formato digital, que es uno de los primeros compact-dics de la historia. La segunda versión es superior a la primera, porque muestra a un Gould más maduro, más consciente de lo que hace. A pesar del desagrado de la crítica, la pasión que Gould transmite en las Variaciones Golberg nos llega de lleno y nos hace estremecer. Glenn Gould moría un año después de la grabación de la tercera versión de las Variaciones, en 1982.
En 1972 la NASA lanza desde cabo Cañaveral la sonda Pioneer 10. Uno de los objetivos de la sonda Pioneer 10 era explorar los confines del espacio exterior y comprobar la existencia de posible vida inteligente. Barajando la posibilidad de que la sonda fuera localizada por una civilización extraterrestre, Carl Sagan incluyó dentro de la Pioneer 10 una placa que ofrece información sobre la civilización humana: explica la situación del planeta Tierra, indica la fecha en que la nave fue construida y acompaña además con un dibujo de un hombre y de una mujer. La sonda Pioneer 10, junto con la sonda Voyager, son los objetos que el hombre ha conseguido lanzar más lejos de la Tierra. La Pioneer 10 sobrepasó los límites del sistema solar, alcanzando una distancia de aproximadamente 10.000 millones de kilómetros, que es 70 veces la distancia que hay entre el Sol y la Tierra. Se calcula que la nave, destinada a vagar eternamente por los confines del universo, llegará dentro de 30.000 años a Rous 248, una estrella de Tauro. Durante 30 años la Pioneer 10 estuvo mandando información a la NASA, pero en enero del 2003 el generador perdió potencia por falta de combustible y no pudo seguir mandado señales. Además de la placa informativa, en un disco de cobre recubierto de aluminio del Pioneer 10 viajan las Variaciones Golberg que Glenn Gould grabara en 1955, y que lo catapultaron a la fama –probablemente hubiera sido mejor incluir la versión de 1981, más completa–. Lo cierto es que no deja de ser estremecedor pensar que las Variaciones Golberg de Glenn Gould estén ahora mismo fuera del sistema solar, pensar que, si esa sonda es encontrada por alguna civilización extraterrestre, éste sea el testimonio que tendrán de la Humanidad.
Perdón por la calidad de la grabación, pero es que no he podido conseguir subir otra mejor y ésta he tenido que cogerla de una famosa película (¿alguien sabe de cuál? :P).
Realmente merece la pena coseguirse la versión íntegra cuanto antes.
Hola, acabas de ser infectado por el último tipo de virus creado,
el virus humilde.
Soy un virus manual y no me reenvío automaticamente
ni borro ningún disco al ser recibido por lo tanto agradecería
tu colaboración. Lo primero que debes hacer es ir a
la carpeta de Windows y borrar unos cuantos ficheros,
si puede ser que suenen importantes como el win.ini,
command.com y alguno otro que se os ocurra.
A continuación reenviame a todos los nombres
de tu libreta de direcciones.
Si quieres darme más fama sería un detalle
que por último borraras el disco duro
o le prendieras fuego a la CPU.
Muchas gracias por tu atención
y te agradezco de antemano tu ayuda.
http://www.pomez.net
Muy bueno, jose, bestial. Que divertido. Hale, ya puedes seguir con la pagina de zapatero, que seguro se va a partir de la risa, vale majete? Aqui nos interesan mas los articulos del webmaster. Pero estuvo guapo, eh? No te ofendas XD