Vosotros debéis amar y respetar a vuestros maestros, a cuantos de buena fe ya se interesan por vuestra formación espiritual. Pero para juzgar si su labor fue más o menos acertada debéis esperar mucho tiempo, acaso toda la vida, y dejar que el juicio lo formulen vuestros descendientes. Yo os confieso que he sido ingrato alguna vez –y harto me pesa- con mis maestros, por no tener presente que en nuestro mundo interior hay algo de ruleta en movimiento, indiferente a las posturas del paño, y que mientras gira la rueda, y rueda la bola que nuestros maestros lanzaron en ella un poco al azar, nada sabemos de pérdida o ganancia, de éxito o de fracaso.
Antonio Machado, Juan de Mairena, Madrid, Cátedra, 2003.
Lo único que me queda por apostillar del texto de Machado es que en muchas ocasiones la buena fe no es suficiente, aunque es un comienzo. Si existe perspectiva no está de más reflexionar sobre los profesores que se han cruzado por nuestras vidas, para descubrir que, tal vez, después de todo, algo nos enseñaron. Tal vez, y seguramente, nadie les dio las gracias.
Es una pena que los conocimientos no se puedan pesar ni tasar. Quizá daría menos la sensación de estar vendiendo aire.
A este respecto me atrevo a recomendar una película titulada El Club de los Emperadores.
Yo he tenido muchos profesores, muchos mediocres y otros excelentes. Siempre los llevaré en mi memoria y mostraré mi gratitud. Durante muchos años son punto de referencia.
un saludo
…Tal vez si diéramos tiempo al tiempo descubriríamos que es una suerte que no puedan medirse y pesarse los conocimientos ni tampoco los sentimientos (por algo será). Porque lo mejor de todo es que nada de lo que merece la pena se puede vender. En este caso, agradecer es la auténtica asignatura pendiente: Gracias, Machado, eres grande…
SALUDOS, SANDINO:
LeeTamargo.-
ESTOY MUY DEACUERDO, por mucha buena fe que le pongas como no seas bueno, no ayudas alos alumnos que en el fondo, es de lo que se trata
Ay profe profe… espero que todo te vaya muy bien en esta etapa que ahora estás empezando. Mucha suerte y ¡ánimo! (Que no somos tan malos…)
Ale! Pues que sepas que las personas que más admiro del mundo son mis profesores, y que algún día espero ser como ellos. Los buenos profesores siempre han sido mi referente y no los voy a olvidar nunca, nunca. Son, para mí, fundamentales. Y, espero que, cuando yo lo sea, mis alumnos también guarden un grato recuerdo de mí y de mis enseñanzas. (Aún no he perdido el optimismo en la gente joven). Un abrazo! no sabía que eres profe, Alejandro! De qué asignatura?
Hola! he vuelto! Y parece que tu también….me alegra volver a leerte, passare más a menudo. Un beso fuerte!
Todos recordamos a nuestros profesores, a unos más y a otros menos. Los años de formación no se pueden olvidar. Los profesores son un referente. Algunos ocupan una parte muy importante en nuestras vidas por su influencia, sus enseñanzas y su carácter humano. Es justo elogiar y agradecer su labor, ingrata en muchas ocasiones, más en los tiempos que corren.
Saludos
Me parece que lo hermoso de la docencia es la relación diaria en la clase, pues tanto profesor como alumno realizan una labor apasionante: uno enseña y descubre, mientras el otro descubre y aprende. Es una labor mutua, por tanto ha de ser de respeto. Al final, muy al final, la gratitud es una gracia propia. Es lo que yo he sentido cuando recuerdo, sin ser un jubilado, lo bien que lo pasábamos aprendiendo. Abrazos!
El mayor mérito del maestro es hallar el alumno apropiado.
Por otro lado, la lógica nos dice que los alumnos saben más que el maestro, de lo contrario el saber iría para atrás y andaríamos desaprendiendo. El sabio refranero español es claro al respecto: Al maestro… ¡puñalada!
Tener un maestro es cosa muy difícil y muy valiosa. Yo tuve uno que no me enseñó nada de literatura, me enseñó algo más precioso.
Se llama Antonio Alatorre.
Un abrazo.
Me anoto la referencia filmográfica, Vailima.
Tamargo, lo triste es que en muchas ocasiones necesitemos distancia en el tiempo para darnos cuenta de lo que merece la pena. Ojalá pudiera ser más inmediato, pero en ese caso no aprenderíamos.
¡Ana! Me alegra leer un comentario tuyo. Pues a veces mejor y a veces peor, pero intento tirar para adelante. Ya hablaremos y te contaré con más detalle.
Pies diminutos, perdona que haya tardado tanto en contestar, pero ha comenzado el curso y me he dado cuenta de que mi primer año me sobrepasa un poco. Soy profesor de lengua y literatura, creo que lo mismo que tú en el futuro. Yo siempre he sido muy crítico con mis profesores, tal vez demasiado…
Keys, bienvenida 🙂
Desde luego, Gatito, que en los tiempos que corren es difícil ser un buen profesor. Tal vez desde el otro lado del pupitre uno se da cuenta de que las cosas no son tan fáciles como parecen. Un saludo.
Harold, más ánimo y óptimismo como el que tú muestras es lo que voy necesitando. Pero todavía no pierdo las esperanzas.
Oz, creo que ese es el problema. Los alumnos cada vez saben más, pero tienden a desarrollar más la astucia que los conocimientos. Y en cuanto a la lógica… no sé si la educación se rige por lógicas.
Gabriela, no me extraña que aprendieras con Antonio Alatorre. Pero esa es una suerte que creo que todo el mundo no tiene. Un saludo.
Ya verás cuando tus alumnos descubran esta página xdd Ay, que tiempos aquellos en los que maldecías a tus profesores -bueno, lo mismo no lo hiciste nunca xd- porque también es verdad que hay algunos que no son precisamente un oso amoroso xd
En fecha 2 de octubre de 2006, zarpó de puerto desconocido una embarcación sin bandera que la identifique: SHANGRI-LA. DERIVAS Y FICCIONES APARTE.
Je, pues siendo profe igual te interesa el tema de mi post de hoy: «Los profesores sobramos en la Universidad». Yo debo mucho a unos pocos; un poco menos a muchos. Un saludo.
La verdad… yo he aprendido mucho de mis profesores, tanto de los errores como de los aciertos. Es una lástima que aprendamos cosas cuando ya no los vemos más o cuando ya es tarde. Sin embargo… siempre podemos aprender y remendarnos a nosotros mismos. no? muchos saludos
Recuerdo con cariño algunos profesores exceléntes, los que he olvidado, no me dejaron impronta alguna.
Saludos.
Si es muy bonito recordar a algunos profesores,yo te reuerdo a los
Buenos a los mediocres no ,.