Casa tomada

Casa tomada

   En una antología de los cuentos que considero de lectura y relectura imprescindible «Casa tomada» de Julio Cortázar tiene un lugar privilegiado. Este sorprendente relato que comienza con estilo realista y acaba cayendo en los abismos fantásticos del mundo cortaziano fue concebido a partir de una desagradable pesadilla nocturna. Lo onírico está, entonces, en la matriz de la narración. El propio Cortázar lo confiesa: «Casa tomada fue una pesadilla. Yo soñé Casa tomada. La única diferencia entre lo soñado y el cuento es que en la pesadilla yo estaba solo».

Verter en imágenes un texto de semejantes características, como pasa con muchos cuentos del autor argentino, no podía ser menos que una proeza magistral. El ente inquietante y misterioso, auténtico protagonista del cuento, debía quedar lo suficientemente definido como para que la historia no perdiera eficacia, al mismo tiempo que no pasara más allá de la mera sugerencia. Es difícil narrar en imágenes algo que sólo tiene cabida en las palabras.

   Hace unos días me he encontrado por casualidad con esta versión del cuento de Cortázar. Sé que hay muchas versiones, casi todas de pésima calidad, pero en este caso los autores han resuelto con mucha destreza la plasmación en imágenes del ente sin perder la tensión narrativa y sin que decaiga el ambiente y perturbador del relato.

   Disfruten del vídeo.

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