Hace unos días me llegó un correo de la bitácora ImaginARTE por un momento en el que me proponían participar en un experimento creativo. Antes incluso de ver en qué consiste el experimento abro la bitácora y le echo un vistazo al conjunto. Lo cierto es que es una de esas páginas con un concepto trasnochado de la vanguardia, con manifiestos y todo, lo que le da un puntito retro que me parece atractivo. Pero no puedo dejar de mostrarme susceptible ante su punto de partida: creación artística al alcance de todos, independientemente de las capacidades y talentos personales. El punto de llegada, sin embargo, más asequible: potenciar la creatividad antes que pasar a la historia del arte.
Parece que se irán proponiendo una serie de experimentos orientados a desarrollar y potenciar la creatividad. Sólo por esto ya merece la pena participar. El primero, una nano novela, que no es ni más ni menos que una historia desarrollada con un máximo de diez palabras, sin incluir el título. Vamos, lo que ha sido toda la vida un microrrelato, pero más micro todavía, algo así como el famoso prodigio de Monterroso «Cuando se despertó, el dinosaurio todavía estaba allí». Lo de novela es para cerrar un tipo de estructura ―con planteamiento, desarrollo y desenlace― que deja fuera las frases ingeniosas sin historia, los aforismos o las greguerías.
Puede que parezca una tontería, pero me he sentado un rato y se me han ocurrido bastantes ideas que ya iré publicando por aquí (está funcionando lo de la creatividad). Se pueden enviar un máximo de tres nano novelas, que aparecerán publicadas en la bitácora de ImaginARTE por un momento. Para más información, consulten este enlace, en el que explican paso a paso cómo construir una nano novela, desde una historia más larga hasta llegar a una frase original y ocurrente de diez palabras como máximo.
La idea parece interesante, y todo lo que conlleve fomentar la creatividad es positivo y enriquecedor.
Un abrazo, mi querido amigo