Una de las formas más habituales de promocionar la lectura es poner textos literarios en espacios públicos para que todo el mundo pueda leerlos. Aunque siempre es posible dar un paso más con ideas que se salen de lo habitual, como la de colocar bancos con forma de libros gigantes por toda Estambul. En concreto 18 bancos que, distribuidos por parques, paradas de autobuses, calles y plazas, representan las obras más emblemáticas de 18 escritores turcos clásicos. Si eres lector no podrás evitar que la mirada se te vaya para abajo: como cada uno de los libros está abierto por alguna de sus mejores páginas y son completamente legibles, es posible pasar unos minutos leyendo buena literatura mientras llega el autobús, se está aburrido esperando a alguien o simplemente se disfruta del día al aire libre. Una forma muy original y creativa de picar el gusanillo por la lectura incluso en aquellos que no suelen leer demasiado.
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