Que la literatura ha sido una fuente de inspiración inagotable para el cine es algo que está más allá de toda duda. En Hollywood es el pan de cada día. Si se quieren pruebas empíricas basta con echar un vistazo a la cartelera en cualquier momento. Y de las relaciones entre el cine y los videojuegos también habría mucho que decir. Es ya habitual que cuando una película se convierte en éxito de taquilla pase rápidamente a las pantallas de las consolas. Aunque el camino contrario no sea algo tan habitual.
Mucho menos conocidas son las adaptaciones de libros al mundo de los videojuegos. Y las más célebres, normalmente, se hacen desde la película que se ha inspirado a su vez en el libro. Ocurre con la saga de videojuegos inspirados en Harry Potter o también en muchas de las versiones de El señor de los anillos. La copia es fiel. Los personajes que protagonizan estas aventuras son exactamente los mismos que los que podemos ver en las películas. En el caso de El Padrino de Electronic Arts, por ejemplo, es comprensible que esté más cerca de la obra de Coppola que de la de Mario Puzzo. También ha pasado con alguna de las versiones de Alicia en el País de las Maravillas, más cercano a la estética de Tim Burton que al espíritu original de la obra. Otros juegos son una interpretación todavía más libre. De la esencia original de Lewis Carroll no queda prácticamente nada en el oscuro American McGee’s Alice o en el más reciente y también oscuro Alice: Madness.
Pero, aunque poco conocida, la adaptación directa de libros clásicos es algo que ha existido en los videojuegos prácticamente desde sus comienzos en la década de los ochenta. El de las aventuras gráficas ha sido uno de los géneros privilegiados para las adaptaciones de obras clásicas. Primero como aventuras conversacionales, con mucho texto y poca imagen. No podía ser de otra forma: jugar a estos primeros videojuegos era prácticamente como leerse un libro. Uno de esos libros en los que tienes que ir tomando decisiones que condicionarán el desarrollo de la trama. Te ponías en la piel del protagonista y lo dirigías a través de comandos que tenías ir escribiendo en una especie de ensayo de prueba y error. La falta de gráficos se suplía con largas parrafadas descriptivas. En este modelo encontramos juegos inspirados en El Hobbit, La isla del tesoro, La guía del Autoestopista Galáctico oFahrenheit 451 o El Quijote.
El primer antes y después de las adaptaciones literarias de videojuegos lo marcará La abadía del crimen que la compañía Opera Soft desarrolló para Spectrum. Este juego, basado en El nombre de la rosa, era un paso más, no solo en gráficos (aquí ya estamos ante una verdadera aventura gráfica) sino en lo elaborado de la trama. Para muchos amantes de los juegos antiguos se ha convirtió en uno de los grandes clásicos del viejo Spectrum. La edad de oro del software español. Más adelante las aventuras gráficas avanzarían enormemente, sobre todo de la mano de Lucas Arts y de su mítico sistema Scumm. Algunas de las adaptaciones de libros que siguen este con este sistema son Los archivos secretos de Sherlock Holmes desarrollada en 1992 por Mythos Software, y Touché el 5º mosquetero, desarrollado en 1995 por Clipper Software. Este último es más bien un intento por recrear el espíritu de la novela de Dumas, ya que el protagonista es completamente original, un joven llamado Geoffroy LeBrun, que aspira a ser mosquetero.
Con el tiempo las aventuras gráficas seguirían evolucionando hasta dar como resultados las aventuras Point & Click, con un sistema de juego prácticamente minimalista y tremendamente intuitivo. En este sistema encontramos algunos juegos basados en La isla del tesoro: el desarrollado por Kheops Studio en 2008 Rumbo a la isla del Tesoro o el Treasure Island de Digital Bros; o en la obra de Jane Austen Orgullo y prejuicio, como el que recientemente han llevado a cabo la BBC y Legacy Games con ese mismo nombre.
Existen escritores que, al haber creado toda una mitología llena de riqueza y profundidad, se han convertido en habituales de las adaptaciones, tanto que sería imposible hacer una lista de todos los videojuegos que, mejor o peor, se inspiran en sus obras. Son los casos del ya mencionado Tolkien o de H.P. Lovecraft. Aunque El señor de los anillos ha dado para infinitud de adaptaciones, el mundo de los videojuegos ha tenido la creatividad de ampliar las aventuras de Frodo y compañía, profundizando en tramas secundarias, prácticamente en todos los géneros existentes, desde los juegos de plataforma hasta los de estrategia épica, pasando por supuesto por juegos de rol y los MMORPG. Incluso se ha sacado una divertida versión en forma de LEGO. Y si todavía te quedas con ganas de historias de ambientación medieval siempre puedes probar con los desternillantes juegos que Psygnosis y Perfect Entertainment hicieron en 1995 y 1996 sobre Mundodisco.
Al hablar de Lovecraft el primer juego que se le viene a muchos a la cabeza es el mítico Alone in the Dark, creado por Infogrames en 1992 e inspirado en la estética del escritor de Los mitos de Cthulu. Una nueva revolución en el mundo de los videojuegos por varios motivos. En primer lugar por la combinación de personajes poligonales en 3D sobre fondos en 2D, creando un sorprendente efecto de tridimensionalidad que hoy en día nos parecería prehistórico. Pero también por la novedad que suponía su jugabilidad: la mezcla de acción con aventura gráfica, todo ello en un entorno terrorífico. A la primera entrega de Alone in the Dark le siguieron dos más, juegos ya más alejados de la estética de Lovecraft, el segundo con piratas de por medio y el tercero con vaqueros. Después del éxito de Alone in the Dark Infogrames siguió desarrollando aventuras gráficas al estilo de las míticas de LucasArts e inspiradas en Lovecraft. Con especial cariño recuerdo los juegos Shadow of the Comet y Prisoner of ice ‒este último sigue muy de cerca el relato En las montañas de la locura‒. Después de varias adaptaciones más, el listón lo elevó en 2005 Headfirst Productions con Call of Cthulhu: Dark Corners of the Earth. El objetivo de la adaptación está conseguido: jugar a este juego puede ser una aventura incluso tan terrorífica como leer cualquiera de los relatos de Lovecraft.
La cantidad de juegos basados en el personaje de Sherlock Holmes es apabullante. Desde el Sherlock Holmes para Spectrum de 1984 hasta el Sherlock Holmes y el Príncipe de los Ladrones de FX de 2008 hay por lo menos una quincena de juegos. De todos ellos me quedo especialmente con la aventura gráfica ya mencionada Los archivos secretos de Sherlock Holmes. Algo parecido ocurre con Drácula de Bram Stoker, que ha inspirado la larguísima serie de juegos de Castlevania, que empezó en 1986 para NES y que ha tenido más de una treintena de versiones para todo tipo de consolas.
Una de las adaptaciones más espectaculares ‒para muchos la más espectacular‒ es Dante´s Inferno, basado en La Divina Comedia. La obra de Dante, que ha inspirado a numerosos artistas en todos los géneros y de todas las épocas, ha sido versionada por Visceral Games y Electronic Arts de tal forma que prácticamente podemos llegar a considerar el videojuego como una auténtica obra de arte. Se toman ciertas libertades ‒de otra forma no se hubiera podido adaptar‒ pero el espíritu de la obra es tremendamente fiel al original.
Para acabar una curiosidad: la adaptación al estilo NES de El gran Gatsby. Parece que un joven encontró en un mercadillo un cartucho de la NES y lo compró por cincuenta céntimos. El chico desempolvó su vieja consola y descubrió que era un juego arcade japonés titulado Doki Doki Toshokan: Gatsby no Monogatari. Trató de buscar información sobre el juego en Internet, pero no encontró nada. Le pareció tan extraño que decidió crear una página donde lo explicaba todo, con fotografías del cartucho original, escaneos del manual de instrucciones y una versión flash del juego para que cualquiera pudiera conocerlo. La noticia se convirtió en un viral y se propagó por las redes sociales. Más tarde los creadores del juego admitieron que la historia era falsa, que había sido una estrategia de marketing y que el juego había sido directamente desarrollado en flash. Pero creo que lo más sorprendente no es la historia en sí sino el hecho de haber hecho una adaptación a juego arcade de una novela como El gran Gatsby.
No hay comentarios