Generalmente se suele decir que la frase más larga de la literatura se encuentra en En busca del tiempo perdido. Tiene su lógica: en su célebre novela Proust puede detenerse decenas de páginas para describir los detalles más triviales y cotidianos. Pero claro, depende de lo que entendamos por frase ‒de si hacemos o no separación por periodos de sentido completo o si tenemos en cuenta el punto y coma como pausa fuerte al mismo nivel que el punto‒. Por eso no hay acuerdo unánime en cuál de las largas frases de Proust es la más larga.
Pero aunque en la obra de Proust haya periodos oracionales interminables, en realidad no se puede decir que el autor francés tenga el honor de haber escrito la frase más larga de la literatura. En la narrativa del siglo XX son muchos los escritores que han hecho inumerables experimentos con los signos de puntuación ‒baste recordar, por ejemplo, El otoño del patriarca de Gabriel García Márquez o La boca de José Carlos Somoza‒ y que incluso han incorporado determinados usos a su escritura como rasgos de estilo. Es lo que hace Saramago. El novelista portugués usa el punto con una milimétrica mesura. Por suerte, porque es una verdadera gozada comprobar cómo une oraciones sin necesidad de utilizar el punto.
Del mismo modo, Samuel Beckett, experimentador por excelencia, escribió Como es, un libro de 80 páginas, sin ningún signo de puntuación. Será el lector el que, con su imaginación, tendrá que puntuar el texto. Por su parte, Camilo José Cela escribió Cristo versus Arizona usando un solo punto, lo que convierte a su novela en una larga oración de más de cien páginas.
También el escritor polaco Jerzy Andrzejewski publicó en 1962 la novela Las puertas del Paraíso con solo dos frases. En esta obra es donde suspuestamente aparece la frase más larga de la literatura. La primera de estas frases está formada nada más y nada menos que por 40.000 palabras, entre las que el lector no encontrará signo de puntuación alguno. Después de 180 páginas, cuando el libro está a punto de acabar, encontramos la segunda frase, formada por una sola línea. En esta novela se describe un controvertido acontecimiento histórico: la llamada Cruzada de los Niños, que tuvo lugar en 1212, después de la Cuarta Cruzada. En la obra de Andrzejewski miles de muchachos alemanes y franceses marchan a Oriente y acaban muriendo de hambre por el camino o siendo vendidos como esclavos. Está escrito a modo de multitud de monólogos entrelazados, que en realidad son las confesiones de los muchachos a un sacerdote. La novela fue traducida por primera vez en 1965 por el escritor mexicano Sergio Pitol y la edición más reciente, de 2004, es de Pre-Textos.
Muy interesante tu entrada. Hace unos días, en mi blog, sugerí la lectura de La Dama del viento sur, de Javier García Sánchez, que bien podía entrar en este mundo narrativo sin apenas pausas y que deja sin aliento. A mi es un libro que me encanta.
La verdad es que no conocía ni el libro ni al autor. Parece un libro interesante pero al mismo tiempo muy difícil de leer. Algunos de los ejemplos que comento aquí, a pesar de no tener apenas signos de puntuación, están escritos de una manera que se dejan leer que da gusto. Particularmente me pasa con Saramago. Es un contraste digno de admiración. Un saludo.
He llegado a tu blog de casualidad, y lo poco que he leído hasta ahora es muy bueno.
Enhorabuena chico! Me gusta la gente que sabe pensar; y si es joven promete mucho más.
Abrazos desde un lejano país de Asia!
Muchas gracias, Clara. Te invito a que vuelvas y a que participes si quieres. Afortunada tú que vives en un lejano país de Asia. Un saludo.
pensé que era de mario vargas llosa, la frase mas larga sin punto y aparte
Hola! Estoy buscando la famosa novela de José Saramago en la cual comienza a escribir con signos de puntuación y luego prueba el método de no usarlos, de modo que queda una parte, la inicial, puntuada y el resto, no. Cómo se titula?
La edición de Mortiz que Pitol traduce es controvertida. Sergio se toma la licencia de puntuar la novela de Andrzejewski…
[…] pasa, Camilo José Cela escribió Cristo versus Arizona usando un solo punto: La Piedra de Sísifo, lo que convierte a su novela en una larga oración de más de cien páginas, y nadie se metió con […]
[…] polonès Jerzy Andrzejewski, que va publicar, l’any 1962. la novel·la “Las puertas del Paraíso” només amb dues […]