Stanley Kubrick siempre ha tenido la fama de ser uno de los directores más perfeccionistas ‒y tiranos‒ de la historia del cine. Fruto de este perfeccionismo, podía tardar años enteros en montar una sola película, en un proceso en el que solía tocar todos los palos: escribía, dirigía y producía. De sus películas se comenta que nada de lo que aparece en pantalla es casualidad, aunque Kubrick nunca haya explicado más de la cuenta. En ese sentido, aunque no se pueda decir que El resplandor esconda más símbolos, señales y mensajes ocultos que el resto de sus películas, sí es la más perturbadora. Seguramente por eso ha despertado más teorías y conspiraciones que ninguna otra. Tanto se ha dicho sobre ella que incluso se ha afirmado que es la confirmación velada de que la llegada del hombre a la Luna fue un montaje rodado por el propio Kubrick.
Esta teoría y algunas más se recogen en el reciente documental Room 237, dirigido por Rodney Ascher y presentado en el Festival de Cannes 2012 y en el Festival de Cine de Sundance. En él, cinco cinéfilos obsesionados con El resplandor van analizando la película, interpretando cada uno de sus símbolos y relacionándolos con hipótesis que en ocasiones rayan en el disparate y que tienen que ver entre otras cosas con el genocidio de los nativos norteamericanos o con el Holocausto judío. Todo muy subjetivo y sin filtros por parte de Ascher.
Uno de los entrevistados es John Fell Ryan, un artista y músico que desde hace algún tiempo escribe el blog KDK12, un análisis visual permanente de Stanley Kubrick y El resplandor. Pero Fell Ryan, en su fanatismo por la película, es conocido sobre todo por haber ideado un curioso procedimiento para exprimir todavía más la obra de Kubrick: primero hizo una copia especial de El resplandor, invirtiéndola, de atrás hacia delante, y a continuación proyectó dos copias simultáneas y superpuestas, una hacia delante y otra hacia detrás, solo con el audio de la primera. Según Fell Ryan es el mensaje «Redrum» lo que sugiere la posibilidad de ver la película como reflejada en un espejo.
El objetivo era analizar fotograma a fotograma para captar cualquier tipo de simetría, como ha expuesto en su blog. Así, podemos ver a un ebrio Jack Nicholson como Jack Torrence, sentado en el bar del hotel Overlook, al mismo tiempo que abraza a la misteriosa mujer desnuda de la habitación 237. Para Fell Ryan ambas escenas coinciden en representar el éxtasis antes de la caída, la pesadilla antes de rendirse a la autodestrucción.
La película fue proyectada en el Fantastic Fest 2012, aunque se han hecho funciones por todo el mundo. Sorprendentemente, con bastante éxito ‒es frecuente que se agoten las entradas‒. Aquí puedes ver el tráiler de una función en el Alamo Drafthouse de Austin. De hecho, el proyecto de Fell Ryan no es la única curiosa sincronía hecha con El resplandor. Una de las más populares es la sincronización de El resplandor y 2001: Una odisea del espacio. Según declara Fell Ryan, él mismo ha hecho una curiosa sincronización de El resplandor con Vértigo de Hitchcock y La Bella Durmiente de Disney.
Yo creo que como es una película muy confusa y con muchos símbolos, a muchos nos llama la atención descifrarla, la escena de Lloyd con Jack en el bar me parece de las más complejas por lo que pasa y lo que dicen, es muy enrredada y no deja nada claro y creo que eso era lo que Kubrick quería.
La confusión forma parte de las películas de Kubrick. La confusión y la ambigüedad. Le pasa como a David Lynch, aunque quizá no tanto. Pero al igual que Lynch, Kubrick no explicaba sus películas. Solo nos quedan hipótesis.