Las recreaciones de obras literarias en el mundo real, si están bien hechas, pueden llegar a ser espectaculares. La fotógrafa y diseñadora gráfica Dinah Fried ha partido de una idea muy simple: los personajes de los libros, como las personas de carne y hueso, también tienen la necesidad de alimentarse. De hecho, en algunos libros la comida ocupa un lugar fundamental. Estoy pensando, por ejemplo, en el Quijote, una obra que tiene tanta variedad de platos y de alimentos que el gastrónomo Lorenzo Díaz escribió un libro titulado La cocina del Quijote. Pero volviendo a Dinah Fried, esta artista se ha planteado cómo podría ser el desayuno de personajes como Holden Caulfield, Oliver Twist, Heidi o el capitán Ahab, entre otros. Y prácticamente nos ha sentado a la mesa como si fuéramos ellos.
Algunos desayunos hacen una clara referencia a episodios transcurridos en el libro, como las gachas de Oliver Twist o la fiesta del té de Alicia en el País de las Maravillas, pero otras escenas son recreaciones más libres, ya que en el libro no se ofrecen detalles sobre los alimentos. Estos últimos desayunos son quizá los más conseguidos, porque sin ningún tipo de referencia Fried ha conseguido recrear el espíritu y la atmósfera del libro en cada fotografía, como ocurre en Los hombres que no amaban a las mujeres.
Para Fried, como lectora, los alimentos es uno de los detalles que más y mejor recuerda pasado un tiempo después de haber leído un libro. Lo que ella ha querido con su trabajo es crear una conexión entre el lector y el libro semejante a la que ella siente. Lo curioso es que, según confiesa, a veces va del libro a la fotografía y otras sigue el camino contrario, es decir, ve un objeto determinado que le recuerda a un libro y a partir de ahí se plantea preparar la fotografía, como le pasó con el tenedor de Heidi.
¿Con cuál te quedarías tú y cuáles te atreverías a probar? Personalmente soy un poco delicado para los desayunos ‒no para las comidas en general, solo para los desayunos‒, así que yo me quedaría con el más clásico de todos, el de En busca del tiempo perdido, y no sé si me atrevería con el resto.
Yo también le pongo mucha atención a eso!
Ya antes de las películas me imaginaba claramente los desayunos de Harry Potter en Privet Drive, en la Madriguera y en Hogwarts, estoy segura de que todos los demás lectores también 🙂
Te confieso que yo era algo que ni me había planteado. Por eso cuando he visto estas fotografías me he sorprendido más todavía. A partir de ahora no podré evitar pensarlo.
[…] leí sobre un interesante proyecto artístico de Dinah Fried con fotografías de desayunos literarios. La verdad es que con el arte pasa que cada uno tenemos una visión particular y muy personal […]