Aunque normalmente a la hora de leer un libro nunca suelo tener preferencias en lo que respecta al formato y alterno indistintamente libro electrónico y de papel, hay que reconocer que en determinado tipo de lecturas de momento el soporte tradicional lleva la delantera. Me refiero a lecturas en las que hay un predominio de la imagen, como puede ser el caso de cómics, novelas gráficas, libros de ilustraciones, de fotografías, etc. Quizá por eso me ha sorprendido tanto descubrir un libro de ilustraciones diseñado para ser visto casi exclusivamente en soporte digital ‒y digo casi porque a pesar de lo extraño que pueda parecer también está disponible en edición de papel‒.
El libro en cuestión se llama 56 pantallas de Kindle rotas y es una creación del artista digitial Sebastian Schmieg en colaboración con Silvio Lorusso. Se trata, como puede deducirse de su nombre, de una recopilación de imágenes que representan diferentes pantallas de Kindle rotas. Cada imagen es un collage en el que se mezclan diversos tipos de desperfectos con portadas o páginas de libros verdaderos y todo tipo de elementos de la interfaz. La finalidad última del libro es mover a la reflexión acerca de la materialidad del dispositivo de lectura digital y su fragilidad.
Dos detalles me han llamado especialmente la atención. Por una parte, la campaña de publicidad en la que vemos a lectores de todas las edades disfrutando del producto como si se tratara de un libro como otro cualquiera. Por otra, la posibilidad de adquirir el título en papel en la plataforma Lulu en impresión bajo demanda. Por si acaso te conformas con verlo en tu libro electrónico puedes descargarlo gratuitamente sin ningún problema.
Pues yo para lectura con más contenido visual, como los cómics, lo que prefiero es una tablet 😛 Prefiero el digital por varias razones:
– Ocupa y pesa menos una tablet o un e-reader que la mayoría de libros y cómics. Salvo si el cómic es uno de grapa, claro…
– Por lo general se puede hacer zoom o cambiar el tamaño de letra.
– Pero, sobre todo, porque las lecturas digitales no ocupan espacio en mis estanterías, que ya están bastante sobrecargadas…
Una tablet vale porque tiene la pantalla a color y cierta calidad de imagen, pero no para usarla mucho tiempo de forma continuada porque cansa mucho la vista. Pero los ebooks, con la tinta electrónica, en blanco y negro, no son lo más adecuado para disfrutar de ese tipo de lectura. Por lo demás estoy de acuerdo contigo.