En ocasiones los entresijos del copyright dan lugar a cuanto menos curiosas situaciones. Por ejemplo, el incidente ocurrido en julio de 2011 cuando el fotógrafo David Slater se encontraba haciendo un reportaje sobre macacos negros crestados en el Parque Nacional del norte de Sulawesi en Indonesia y uno de los monos le robó la cámara e hizo accidentalmente varias fotografías con ella. Días después muchas páginas se hicieron eco del suceso, publicando las famosas fotografías del mono, entre ellas Techdirt. La página no tardó en recibir una carta de Carter New, la agencia de David Slater, pidiéndoles que borrasen una fotografía por la que no habían pagado. Techdirt, en lugar de limitarse a quitarla, envió una carta a Carter New preguntándoles de quién era el copyright de las fotografías. Según la legislación en derechos de autor de EEUU un animal no puede ser el autor de una obra, pero el macaco fotógrafo representaba una situación muy poco común y dio pie a un encendido debate legislativo en su momento.
Si nos remontamos todavía más atrás en el tiempo, en concreto a 1975, la psicóloga e investigadora clínica Helen Schucman generó otra polémica que no ha sido definitivamente zanjada hasta hace muy poco. Ese año Schucman publicó un libro titulado Un Curso de Milagros, una especie de plan de estudios para alcanzar una transformación espiritual, cuyo contenido afirmaba haberle sido dictado por una voz interior que ella identificó como Jesucristo. De hecho, las primeras ediciones no aparecían firmadas por autor alguno y no fue hasta 1981, después del fallecimiento de Schucman, que empezó a figurar su nombre en la portada. La supuesta escriba eligió la Fundación para la Paz Interior para publicar su obra y gestionar sus derechos de autor, algo que a día de hoy todavía continúa siendo así.
Pues bien, hace aproximadamente un año una asociación de cristianos alemanes publicó en su página web varios pasajes del libro. Como consecuencia la Fundación para la Paz Interior les interpuso una demanda por haber infringido los derechos de copyright. Para la asociación existía un vacío legal que no dejaba claro a quién pertenecían los derechos de autor del libro. Schucman afirmaba que el autor había sido Jesucristo y que ella se había limitado a transcribir su dictado, por lo tanto el copyright de la obra dejaba de ser válido.
Con todo, la Fundación para la Paz Interior decidió llevar el caso a una corte de Fráncfort, que finalmente ha fallado a su favor. Según el dictamen de los jueces está claro que la autora de la obra es Schucman y no Jesucristo. «El estado mental del autor es irrelevante, por lo que se considera propietarias legales de una obra a personas con perturbaciones mentales, en trance o bajo hipnosis», dice la sentencia.
A efectos reales la corte alemana podría tener razón… ¿acaso no fue Schucman quien relató la historia? Ahora bien, si la propia autora afirmaba que su obra, «Un Curso de Milagros» (tiene tela el título), había sido obra de Jesucristo (un hombre hebreo fallecido hace mucho tiempo) y, sólo tras su muerte, la Fundación había decidido que apareciera su nombre en portada, ¿por qué la corte no tuvo en cuenta que la Fundación publicara un libro bajo unas premisas falsas, lucrándose con ello?, ¿por qué la autora buscó quien gestionase los derechos de una obra que no le pertenecía (y, de hecho, supuestamente le pertenecía a un muerto que no era su pariente)?, ¿por qué si Schucman no aceptó en vida ser la autora del libro, la Fundación se lo adjudicó tras la muerte?, ¿acaso existía la posibilidad de que alguna corte fallase a favor de un hombre que ya no vive? (y esto dando crédito a la historia del hombre muerto que le relata a Schucman…) En fin, me parecen tremendamente oscuros los fines de la «Fundación para la Paz Interior»…que consideraron incluir tan oportunamente el nombre de la autora sólo después de su fallecimiento… y el fallo de la corte, aunque lógico, es también poco ético al no tener en cuenta este interesado aspecto… Un saludo…
Te comento que la autora decidió dejar los derechos de la obra en manos de la Fundación y que su nombre no apareció en la portada hasta después de su muerte porque así lo dejó estipulado. Una vez muerta digamos que daba permiso para que su nombre figurara. No se pudo poner el nombre de Jesucristo en la portada porque legalmente era imposible demostrar que él era el autor del libro, más allá del testimonio de Schucman. Supuestamente Schucman había ejercido de escriba, aunque a efectos prácticos (y quiero decir con esto físicamente) ella es la autora del libro porque el libro fue escrito de su puño y letra. En ese sentido creo que la sentencia judicial es perfectamente coherente. También es verdad que este libro (tan poco conocido aquí en España) ha generado mucho dinero porque ha sido un éxito de ventas, sobre todo en EEUU. Es normal que haya muchos intereses en los derechos de autor del libro.
Perdona, que la autora había cedido los derechos a la Fundación queda claro en el artículo (gracias por la aclaración, de todos modos). Lo que ya no quedaba tan claro era que la Fundación no hubiese puesto el nombre de la autora de inicio… (algo que, por otra parte tampoco me sorprende.) Que fuese éxito de ventas explica que la asociación de cristianos alemanes publicara ciertos pasajes en su web… En fin, no creo que haya mucho más que decir al respecto (entre el artículo y los comentarios esto parece un ejemplo de «cómo leer un artículo y entenderlo bien»…) Gracias…
La idea inicial era poner a Jesucristo como autor de la obra, pero desde el momento en que esa obra debe registrarse a nombre de alguien eso es legalmente imposible. Creo que el libro (el oficial) ha vendido unos 3 millones de ejemplares, así que imagínate el negocio.
Pues sí, creo que se han aprovechado bastante de la gente en nombre de Jesucristo.Yo he leído el libro, no entero, y la verdad dudo que haya sido Jesucristo el autor,tal vez la Sra Schucman sufriera algún trastorno de la personalidad, y al ser psiquiatra ella lo supiera y decidiera camuflarlo como canalización y con le excusa de que el libro se lo dictó Jesucristo hacer negocio.
Este libro lo inspiro Jesus, eso es obvio para una mente lo suficientemente despierta, si captas el verdadero mensaje no tienes dudas de ello, otra cosa es lo que diga el ego……
Me parece interesante la polémica ante la duda del autor del libro.Aunque aun no leo el libro.Con el antecedente que la autora ,de profesion Sicologa, no quiso se supiese hasta después de su muerte ,es que no tenia interés alguno en sobresalir o enriquecerse como suele ocurrir con el común de los seres humanos.Sin duda ella es un ser extraordinario que efectivamente fue inspirada por JESUCRISTO, EL MAESTRO ENVIADO POR DIOS,
como instrumento para ayudar a la humanidad ,y que a todo aquel que tenga entendimiento lo guíe para alcanzar la perfección o elevación espiritual mediante este CURSO ,que simbólicamente en un universo paralelo, es la experiencia que vive cada ser humano mientras desarrolla su vida aca en el planeta Tierra. Con la unica finalidad que su alma, una vez abandonado el cuerpo ,pueda llegar a la diestra de DIOS PADRE
bueno si vamos al caso cuanto dejo la venta de la biblia cuantos ejemplares se vendieron
Esta escrito
No se dejen engañar por los que se autodenominan dioses, son lobos disfrazados de ovejas. La sagrada escritura bíblica es única e irrepetible y no requiere correcciones salidas de mentes perversas.