Los escritores suelen ser, por naturaleza, animales poco discretos. Basta con echarle un vistazo a la cuenta de Twitter de casi cualquiera de ellos para comprobarlo. Es extraño no encontrar mensajes informando de sus progresos en relación con sus últimos trabajos, algo por otra parte lógico teniendo en cuenta que para algo se les sigue en las redes sociales. «Hoy he escrito tantas páginas», «ya tengo el libro muy avanzado», «estoy a punto de terminar tal capítulo» o «en unos días estará disponible en la librería» son algunas de las múltiples variantes que podremos encontrar. Unos mensajes que pueden tener un efecto positivo para avanzar ‒compartir fatigas, motivarse, ponerse retos‒, o que puede acabar siendo contraproducente, sobre todo cuando pasamos más tiempo diciendo lo que estamos escribiendo que escribiendo ‒algo que recogía en mi decálogo para no escribir una novela‒.
Con el objetivo de reflejar esto último, la procrastinación del escritor y su proceso de escritura, el informático, compositor y artista neoyorkino Cory Arcangel abrió una cuenta en Twitter a finales de 2011. Desde entonces Arcangel la utiliza para retuitear los mejores mensajes en los que se ofrezcan variantes de la frase «estoy trabajando en mi novela». Y parece que tanto éxito ha tenido la iniciativa que a Penguin le ha caído en gracia y ha decidido convertirlo en libro. Así nace Working On My Novel.
Según el propio Arcangel informa en su página, «Working On My Novel es sobre el acto de creación y la brecha entre las diferentes formas en las que nos expresamos hoy en día. Explorando los extremos de hacer arte, desde la satisfacción o incluso la euforia hasta los días y las noches en que no nos sale nada, es la historia de lo que significa ser una persona creativa, y la razón de por qué seguir intentándolo». Es seguramente esa visión tan flexible la que convierte el libro en una valiosa reflexión sobre las luces y sombras del arduo ejercicio de escribir una novela. Arcangel no se ceba en la procrastinación, pero tampoco la deja al margen.
Las redes sociales y, en general, Internet se han convertido en una poderosa herramienta para el escritor, aunque si no la usa de forma adecuada puede acabar transformada en una piedra en su camino. Es verdad que se puede utilizar para una documentación rápida y más o menos fiable, para promocionar la última novela o para estar al tanto del mundillo editorial, pero si el escritor cae en la tentación de ir cambiando de ventanas y se pasa más tiempo en su cuenta de Twitter o de Facebook que en la página en blanco está entrando en un callejón sin salida. Que cada uno mire para sus adentros y haga examen de conciencia. Eso sí, por algo será que desde hace algún tiempo han empezado a aparecer aplicaciones cuya función es bloquear todas las distracciones habidas y por haber y aislar al autor para que se centre en la creación.
Me gusta la idea de Cory Arcangel, pues a todo aquel que le guste escribir, independientemente de que sea o no un escritor profesional, le resultará interesante, curioso, divertido o sufrido (acertado, en definitiva, cuando se sienta identificado con algunas de las frases que ofrece el libro.) De hecho, se pueden anotar (en una hojita, o en varias e ir desperdigándolas por todo el libro) otras ideas, frases, citas que a uno mismo se le vayan ocurriendo mientras se halle en su propio proceso creativo…
Sí, ha sido una buena idea que Penguin lo haya convertido en un libro… Gracias. Me ha gustado mucho el artículo (y es cierto que el mal uso de las redes sociales, y muchas otras distracciones, repercuten en el resultado final de muchas obras, además de suponer un trastorno… Pero más que aplicaciones para bloquear todas esas distracciones, uno debe comprender que lo más importante siempre es la obra que está creando: aprender a aislarse…) Un saludo.
Yo personalmente sí he experimentado en mis propias carnes cómo Internet es una fuente de distracciones cuando se está escribiendo. Pero también me he habituado a hacerlo así, y consigo escribir casi un artículo diario. Claro que no es una novela, pero creo que no está nada mal a pesar de las constantes distracciones.
¿Y esta chorrada la publica Penguin?
Es verdad que llama la atención que Penguin lo haya publicado, pero por desgracia se publican cosas peores. Más me llama la atención que Planeta haya publicado El libro troll de elRubius.
Personalmente no soy partidario de esos libros, sobretodo por costar lo que cuestan para ofrecer lo que ofrecen. Suelo comprar volúmenes más bien carnosos a precios algo bajos. Con alguna excepción de Bastien Vivès =)
Además, ten en cuenta que no es nada que no puedas encontrar en su cuenta de Twitter. Es solo una selección. Pero como curiosidad no está mal. Otra cosa es comprarlo.
Hola a todos.
Tiene razón Rachel: lo importante es lo que estás creando en ese momento y aprender a aislarse (cosa que puede resultar muy difícil según tu carácter y según tus circunstancias personales. Por ejemplo, si tienes hijos y sobre todo si éstos son pequeños).
En definitiva, la clave es la capacidad de autodisciplina que solo se consigue practicándola. No existen trucos o remedios mágicos.
En mi caso, tengo mucha facilidad para los microrrelatos, los haikus y los poemas. Sin embargo, siempre me asustó tener que enfrentarme a un cuento o a una novela porque pensaba que no iba a ser capaz de escribir en largo. Pues bien, en junio empecé un relato y una novela. Y aunque hace semanas que no los toco, pienso terminarlos.
Para mí, el problema no sería Facebook o Twitter, sino las noticias culturales y de «Sociedad» de EL PAÍS (interesantísimas) o buscar información sobre temas que me apasionan. Es decir, mis problemas son dos: tengo mucha curiosidad y me disperso fácilmente.
Un remedio puede ser escribir un relato o una novela a cuatro manos (algo que hice este año con un buen amigo mío). El cuento está pendiente de ser corregido pero el hecho de escribir con otra persona hace que sea más fácil no caer en la tentación de abandonar y hace que tengás más motivación.
Curioso lo de las aplicaciones para no distraerse y muy útil. Seguro que a más de un autor le van a venir muy bien.
Interesante post, Alejandro.
Un saludo literario.
PD: lo pensé hace tiempo y se lo comenté a Isaac en «Hoja en blanco»: creo que los escritores de hace cien años o más lo tenían más fácil que nosotros en el sentido de que no había tantas distracciones o tentaciones como ahora. Isaac cree que no es así. No sé quién de los dos tiene razón. También pensé hace tiempo que, por una parte, ojalá no tuviera tanta curiosidad para centrarme más y mejor. Aunque, en el fondo, si me dieran a elegir, prefiero tenerla, por supuesto.
Las nuestras son circunstancias distintas a las de los escritores de hace 100 años y es difícil hacer comparaciones. Te diría que son más fáciles en algunos aspectos y más difíciles en otros. Así que se puede decir que ambos tenéis razón. Sé que decir esto no es decir mucho, pero las nuevas tecnologías están llenas de luces y sombras, de cosas positivas y negativas. Lo que faltaría quizá es ponerlo en una balanza y ver qué es lo que más pesa, pero me parece algo muy difícil de medir.