Todos sabemos qué forma tiene un cuerpo humano. Pero esa es la apariencia que vemos, en cierto modo, desde fuera, a través de los ojos. Sin embargo, existen otras formas de representar el cuerpo humano bien distintas. Una sería, por ejemplo, desde dentro, como ocurre con el humúnculo cortical, también conocido como el mapa cerebral del cuerpo o «el cuerpo dentro del cerebro».
Desde la década de 1930, el neurocirujano canadiense Wilder Penfield realizó diversas cirugías en cerebros de pacientes con epilepsia. En una época en la que utilizar anestesia general era bastante arriesgado, Penfield realizaba sus operaciones con anestesia local y utilizando un sistema que hoy nos parecería un tanto rudimentario. Como sus pacientes estaban conscientes durante las operaciones, Penfield estimulaba con una pequeña corriente eléctrica algunos puntos de la superficie del cerebro y a continuación preguntaba al paciente qué sentía para determinar así en qué región exacta tenía que operar. Con los datos que fue recopilando a lo largo de todas sus operaciones Penfield pudo hacer un mapa de la corteza cerebral en el que se relacionaba cada región de la corteza con una parte del cuerpo.
A partir de ese mapa se realizó una representación pictórica que es precisamente el humúnculo cortical ‒en realidad son dos, el sensorial y el motor‒. Esta imagen representa la importancia de las diversas partes del cuerpo según como las ve el cerebro. Para los seres humanos el habla y la manipulación de objetos con las manos son muy importantes porque ofrecen mucha información sensorial, por lo que existen grandes cantidades de corteza dedicadas a la boca, la lengua y las manos. En comparación con eso, el cerebro tiene escasa necesidad de saber qué está pasando en los brazos y las piernas, lo que hace que en la representación pierdan importancia. Como resultado tenemos a ese pequeño hombrecillo grotescamente deformado que fue dibujado en 2D por primera vez por Penfield en la década de 1940 y más tarde pasaría a 3D.
Pero ese humúnculo trazado por Penfield solo sería una representación estándar. El humúnculo cambia de una persona a otra e, incluso, en una misma persona en distintas etapas de su vida gracias a la experiencia. Dependiendo del uso que le demos a cada una de las partes del cuerpo será mayor o menor en la representación. Por ejemplo, sería muy notable la diferencia entre las manos de un niño pequeño que todavía no ha aprendido a usarlas y las de un pianista experimentado. Supuestamente bastaría con ver el humúnculo de una persona para saber cuáles son las partes del cuerpo que más utiliza.
Buenas tardes… El artículo de hoy es muy interesante. No sé si soy yo, pero el modo en que Penfield logró configurar el mapa cerebral del cuerpo me parece algo más que «rudimentario»… Yo diría que atroz, aunque también es verdad que se trata de otra época y es de suponer que Penfield, como neurocirujano, buscaba más el solucionar (reparar) la parte dañada. Respecto al dibujo, es genial. Bueno, no soy experta en neurología y tampoco en las funciones y la capacidad motora que cada parte del cerebro es capaz de detectar… pero la imagen en 3D del homúnculo cortical resulta incluso más interesante (ambas figuras) después de leer el artículo. Gracias. Me ha gustado mucho. Un saludo.
En efecto, eran los métodos de la época. Hoy en día nos puede parecer una barbaridad, pero la ciencia, en sus comienzos, fue avanzando a base de barbaridades. Un saludo.
muy interesante, tenía un total desconocimiento de esto. A partir de ahora, mi insulto predilecto no será otro que este: ¡eres un homúnculo cortical!…lo más seguro que el sujeto de mis imprecaciones pensará de todo cuando se lo llame!
¿Cómo es que se avanzó relativamente tan poco si ya se sabía tanto en los 30’s?
Gracias por este dato extraordinario.
Sorprende que hace tantos años se tuviera ya tanta información, pero sí creo que se ha avanzado bastante. Lo que sabemos hoy en día sobre el cerebro es muchísimo.
Bastante no es suficiente, Alejandro. Alguien admirable escaneó el cerebro de esquizofrénicos desde sus 30 años y probó que sus cerebros sufren deformaciones. ¿Por qué a mí, sólo un neurótico extremo, me prescriben drogas con efectos secundarios desconocidos?
Te doy toda la razón, pero el cerebro es un órgano complejísimo. Si has leído algo de Oliver Sacks sabrás de qué hablo. Si no, te aconsejo leer «El hombre que confundió a su mujer con un sombrero» (caso real).
Muy agradecido por tu información.
Un gran abrazo
Buenas tardes, excelente artículo.
¿La fotografía del Homunculo en 3D puede ser utilizada libremente? ¿saben quien es autor/a de la fotografía? Me gustaría poder utilizarla en un curso…
Gracias.