En el siglo IV, según cuenta en sus Confesiones, San Agustín de Hipona se quedó estupefacto cuando vio a San Ambrosio de Millán leyendo en su celda en silencio, porque hasta ese momento solo se leía en voz alta. Después de muchos siglos en los que la lectura era fundamentalmente un acto público nacía una costumbre que hoy en día nos parece de lo más normal: leer en silencio, en la intimidad y para uno mismo. Sin embargo, en términos neurológicos no se había estudiado demasiado en profundidad lo que ocurre en nuestro cerebro cuando realizamos este hábito tan cotidiano. Por lo menos hasta ahora.
Un grupo de neurólogos italianos ha realizado un estudio que demuestra que el funcionamiento del cerebro no es muy distinto cuando se lee en voz alta al que tiene cuando se lee en silencio. Para demostrarlo se trabajó con una muestra de 12 hombres y 4 mujeres que tenían que someterse a cirugía de tumores cerebrales malignos. Durante la operación los investigadores colocaron electrodos en el área de Broca del cerebro de cada participante ‒la parte del cerebro responsable de del habla‒ para monitorear su actividad cerebral durante una serie de pruebas. Es importante señalar que los participantes estaban conscientes durante las pruebas y que la cirugía se realizó tras aplicar anestesia local.
En la primera parte del estudio, los participantes fueron leyendo frases y palabras en voz alta mientras los investigadores medían las ondas sonoras y las señales eléctricas del cerebro; a continuación, en la segunda parte, los leyeron en voz baja las mismas frases y palabras. El patrón resultante demostró que el área de Broca tenía una actividad similar cuando los participantes leían en voz alta y en silencio, porque en este último caso sus cerebros también imitaban las frecuencias de sonido de cada frase. Es decir, a nivel anatómico en ambas lecturas las palabras eran pronunciadas por el cerebro con independencia de que fueran emitidas por la boca o no.
Los autores del estudio sugieren que estas conclusiones podrían ser útiles, por ejemplo, en el diseño de nuevas estrategias para el tratamiento de las personas con trastornos del lenguaje como la afasia, que es causada por daños en las áreas del lenguaje del cerebro. Además, los resultados del estudio ponen de relevancia la importancia del sonido en cualquier producción del lenguaje, incluso aunque el sonido propiamente dicho no esté de por medio. Todo discurso, aunque sea mental, pasaría por el cerebro como discurso pronunciado en voz alta.
COMO SIEMPRE, MUY INTERESANTE EL ARTÍCULO Y MUY CLARO QUE LEER ES LO IMPORTANTE, NO QUE SEA EN VOZ ALTA O EN SILENCIO. LEAMOS MÁS. SALUDOS.
«Todo discurso, aunque sea mental, pasaría por el cerebro como discurso pronunciado en voz alta.» ¿Pero qué pasa con personas que han sido sordos desde el nacimiento?
[…] Alejandro Gamero nos cuenta que para nuestro cerebro es lo mismo leer para nosotros o leer en voz alta. […]
Se supone que los sordos generan imágenes análogas a las imágenes mentales sonoras: se cree que el cerebro está adaptado para leer, de manera que si no se cuenta con los mecanismos de percepción acústica, ocuparía otros medios para hacer esas representaciones. Tal cosa se comprueba cuando se le aplican scaners a los sordos mientras leen: se le activan varias zonas distintas de las activadas en un no-sordo. Este problema, ES UN TEMA GENIAL, porque no se puede definir con exactitud qué es lo que «sienten» en sus cabezas,ya que el único medio que tienen para expresarlo es a través de las palabras, las mismas que se intentan vislumbrar. Excelente columna!!
S.
[…] Para tu cerebro leer en silencio es lo mismo que leer en voz alta (La piedra de Sísifo) […]
Chris, muy interesante tu duda, pero creo que el comentario de El Sémola ha dado justo en la clave. Como dice, es un misterio descifrar ese pensamiento precisamente porque la única forma de expresar ese pensamiento es a través de las palabras. De todos modos, para el caso concreto de gente sorda no hay suficientes datos, no se metían en el estudio ni creo que se pretendiera responder a una cuestión tan compleja. Es mucho lo que queda todavía por aprender del funcionamiento del cerebro.
[…] En el siglo IV, según cuenta en sus Confesiones, San Agustín de Hipona se quedó estupefacto cuando vio a San Ambrosio de Millán leyendo … […]
Con seguridad, para el área de broca es así. Sin embargo, la lectura en voz alta activa otras áreas del cerebro por el mero hecho de articular [vía aferente y eferente (vocalización del referente del símbolo)] y de escuchar el sonido (que activa el uso sensorial del oído, que actúa como vía aferente).
En ese sentido, lo leído no sólo entra por la vista, sino por la escucha; lo que para fines de la utilización del cerebro, añade una vía más de recepción de estímulos (visual + auditivo) sobre un mismo tema, aumentando la posibilidad de aprendizaje del lector al ejercer una mayor activación de áreas del mismo.
Me parece que el título generalizó demasiado: «Para tu cerebro leer en silencio es lo mismo que leer en voz alta». Tal vez, hubiera sido más preciso si dijera: «»Para el Área de Broca de tu cerebro leer en silencio es lo mismo que leer en voz alta».
[…] En el siglo IV, según cuenta en sus Confesiones, San Agustín de Hipona se quedó estupefacto cuando vio a San Ambrosio de Millán leyendo … […]
Jajaja Sémola, Alejando, muy objetivos, Karim interesante, concuerdo totalmente, que si al leer en voz alta se activan muchas áreas del cerebro, el área del habla, del oído, de la vista además, a comparación que al leer en silencio; el punto es que se activan vibraciones o frecuencias en ambos y no las mismas áreas del cerebro. Quise comentar por el simple hecho de que me pareció excelente este artículo, permiso para compartir por favor!
LOS LIBROS, LA LECTURA Y LA PRISA
Los primeros libros de la humanidad no se escribían, eran historias rimadas y ritmadas que se memorizaban en familia, en torno al fuego. Sin prisa. Luego se fueron escribiendo en diferentes códigos. Sin prisa. Siempre se leían en voz alta y se escuchaban como a los primeros aparatos de radio. Y dicen que fueron algunos monjes quienes inventaron la lectura silenciosa. Seguro que no era por la prisa sino por el silencio. Pero es posible que fuera allí donde empezamos los lectores a acelerarnos.
Ahora lo leemos todo en silencio y deprisa, los anuncios, los subtítulos, los apuntes, el correo, el guasap… los libros. Cada vez con más prisa. Y hasta con técnicas de lectura rápida. Lyedno en daioganl, prouqe no se si seban utsdees que el odern de las ltreas no ipmotra. O tal vez si.
Leer sin escuchar es como comer sin saborear. La prisa lectora está bien para el médico de urgencias. Para todo lo demás sería recomendable leer despacio. Incluso leer en voz alta.
http://librosconhistoria.blogspot.com.es/2016/08/los-libros-la-lectura-y-la-prisa.html
Tengo una pregunta: Y esas personas que tienen problemas de aprendizajes,tienen algunas posibilidad de mejorar la memoria y el aprendizajes, Si leen mucho???