Trilogía de Cincuenta sombras de Grey

Trilogía de Cincuenta sombras de Grey

   Cincuenta sombras de Grey se ha convertido en uno de los best sellers más leídos de los últimos tiempos. La saga de tres libros ha vendido más de 100 millones de copias en más de 50 idiomas en todo el mundo a una velocidad increíble, estableciendo un récord como la edición de bolsillo con ventas más rápidas de todos los tiempos, incluso por encima de la serie de Harry Potter. Sin embargo, a pesar del éxito de ventas, la trilogía ha recibido todo tipo de críticas, desde su pobre construcción narrativa o su pésimo estilo literario al contenido propiamente dicho, una relación sadomasoquista que puede considerarse de todo menos sana.

   Es por eso que en un artículo publicado en Forbes Kathryn Casey se pregunta sobre los peligros de Cincuenta sombras de Grey. Según Casey, la novela incita a la violencia física y psicológica y Christian Grey representa a esos hombres que abusan de sus parejas e incluso terminan asesinándolas, nada que ver con un héroe ni con el hombre de los sueños de ninguna mujer. Claro está que al final Grey es salvado por el amor verdadero de una mujer buena, que después de soportar torturas físicas y psicológicas se ve recompensada con una vida de lujo acompañada por el hombre perfecto, ahora reformado. Quizá esa sea precisamente la auténtica perversión: que se venda como un cuento de hadas con final feliz algo que es todo lo contrario.

   Es verdad que la de Casey no deja de ser una opinión ‒algunos dirán que tan válida o tan poco válida como otra cualquiera‒, pero ahora un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan ha realizado un estudio psicológico en 655 mujeres para analizar el verdadero impacto que podría tener Cincuenta sombras de Grey en la salud de sus lectores. El objetivo era averiguar si los valores expresados en la novela, a pesar de ser solo ficción, podían poner en riesgo de cualquier tipo la vida de las personas.

   En el estudio se seleccionaron mujeres de entre 18 y 24 años de las cuales 122 habían leído las tres novelas, 97 habían leído al menos la primera novela pero no las tres y 436 no habían leído ninguna. A continuación, para determinar la posible influencia de los comportamientos que tienen los personajes de los libros en la vida real de sus lectores, se les hicieron multitud de cuestiones sobre abusos físicos o psicológicos, consumo de bebidas alcohólicas o drogas y prácticas sexuales. De los tres grupos, las mujeres que habían leído la primer novela pero no las dos siguientes eran más proclives a tener relaciones de pareja violentas y a conductas alimenticias poco saludables que las que no habían leído ningún libro. Por otra parte, las del grupo que habían leído los tres libros solían tender al consumo excesivo de alcohol y a las prácticas sexuales más inseguras en lo que respecta a la prevención de enfermedades de transmisión sexual.

   Las conclusiones del estudio señalan una correlación entre la lectura de Cincuenta sombras de Grey y un riesgo para la salud, sobre todo por exposición a situaciones de violencia de género. El problema, según parece, podría estar en que la novela tiende a normalizar situaciones de violencia y sometimiento que suelen tener como víctima a las mujeres, de lo que se deriva una influencia negativa en el comportamiento sexual y, en definitiva, un riesgo para la salud.

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