Cincuenta sombras de Grey se ha convertido en uno de los best sellers más leídos de los últimos tiempos. La saga de tres libros ha vendido más de 100 millones de copias en más de 50 idiomas en todo el mundo a una velocidad increíble, estableciendo un récord como la edición de bolsillo con ventas más rápidas de todos los tiempos, incluso por encima de la serie de Harry Potter. Sin embargo, a pesar del éxito de ventas, la trilogía ha recibido todo tipo de críticas, desde su pobre construcción narrativa o su pésimo estilo literario al contenido propiamente dicho, una relación sadomasoquista que puede considerarse de todo menos sana.
Es por eso que en un artículo publicado en Forbes Kathryn Casey se pregunta sobre los peligros de Cincuenta sombras de Grey. Según Casey, la novela incita a la violencia física y psicológica y Christian Grey representa a esos hombres que abusan de sus parejas e incluso terminan asesinándolas, nada que ver con un héroe ni con el hombre de los sueños de ninguna mujer. Claro está que al final Grey es salvado por el amor verdadero de una mujer buena, que después de soportar torturas físicas y psicológicas se ve recompensada con una vida de lujo acompañada por el hombre perfecto, ahora reformado. Quizá esa sea precisamente la auténtica perversión: que se venda como un cuento de hadas con final feliz algo que es todo lo contrario.
Es verdad que la de Casey no deja de ser una opinión ‒algunos dirán que tan válida o tan poco válida como otra cualquiera‒, pero ahora un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan ha realizado un estudio psicológico en 655 mujeres para analizar el verdadero impacto que podría tener Cincuenta sombras de Grey en la salud de sus lectores. El objetivo era averiguar si los valores expresados en la novela, a pesar de ser solo ficción, podían poner en riesgo de cualquier tipo la vida de las personas.
En el estudio se seleccionaron mujeres de entre 18 y 24 años de las cuales 122 habían leído las tres novelas, 97 habían leído al menos la primera novela pero no las tres y 436 no habían leído ninguna. A continuación, para determinar la posible influencia de los comportamientos que tienen los personajes de los libros en la vida real de sus lectores, se les hicieron multitud de cuestiones sobre abusos físicos o psicológicos, consumo de bebidas alcohólicas o drogas y prácticas sexuales. De los tres grupos, las mujeres que habían leído la primer novela pero no las dos siguientes eran más proclives a tener relaciones de pareja violentas y a conductas alimenticias poco saludables que las que no habían leído ningún libro. Por otra parte, las del grupo que habían leído los tres libros solían tender al consumo excesivo de alcohol y a las prácticas sexuales más inseguras en lo que respecta a la prevención de enfermedades de transmisión sexual.
Las conclusiones del estudio señalan una correlación entre la lectura de Cincuenta sombras de Grey y un riesgo para la salud, sobre todo por exposición a situaciones de violencia de género. El problema, según parece, podría estar en que la novela tiende a normalizar situaciones de violencia y sometimiento que suelen tener como víctima a las mujeres, de lo que se deriva una influencia negativa en el comportamiento sexual y, en definitiva, un riesgo para la salud.
Aunque en la conclusión se emplea el término correcto (correlación), al hablar del riesgo para la salud parece insinuarse que el peligro lo provoca la novela, o novelas en su caso. Pero se me ocurre que también podría darse el proceso inverso: del conjunto de mujeres examinadas, las más proclives al riesgo se sentirán probablemente tentadas en mayor proporción por este tipo de literatura. Los libros no siempre caen en nuestras manos por efecto del azar, sino por recomendación de alguien de gustos afines, o luego de leer una reseña, etc. Lo bueno de una novela, en todo caso, es que permite vivir una vida figurada sin los riesgos que comporta una situación semejante en la vida real.
Lo que sí es causa de asombro, por cierto, es que este tipo de mala literatura (Harry Potter, la trilogía Millenium de Stieg Larsson, etc.) sea la que arrastra masas.
Gracias por la aportación.
Estoy de acuerdo contigo con que el estudio puede llevar a una falsa correlación de causa y efecto, pero por lo menos es curioso indicar que esa correlación exista. Con lo que no puedo estar tan de acuerdo es con los ejemplos que das de mala literatura. Decir que Harry Potter es mala literatura creo que es bastante arriesgado. De Millenium no voy a hablar porque no la he leído, pero tampoco me atrevería a decirlo. Un saludo.
¡Si se trata de una trilogía! Cada día me siento más ignorante…
¿Nocivo para la salud? ¿Conductas alimenticias poco saludables? No me intriga tanto la saga en sí como ciertos temas que debe tocar respecto a la protagonista femenina (por cierto, ¿es joven, cuál es la edad de la ella?). No pienso acercarme a ninguno de estos tres libros para saciar mi curiosidad, y menos después de enterarme cómo termina de mal: «…al final Grey es salvado por el amor verdadero de una mujer buena…(que le perdona, claro)» ¿Qué es la bondad? ¿Acaso se traduce por imbecilidad? ¿A quién va dirigido el libro? ¿Qué pretende decirnos su autora? Me gustaría conocer la opinión de una lectora de los libros (sí, en femenino, aunque sólo sea uno).
Bueno, mi opinión -nada fundamentada, puesto que no he leído los libros- es que si daña en cualquiera que sean las formas a la mujer (física y/o psicológicamente -pese a que lo haga en la ficción-) lo considero una mala lectura. Gracias. Un saludo.
No sé qué decirte en lo que respecta a hablar con una lectora y admiradora del libro. Yo he tenido la oportunidad de hacerlo y además de utilizar argumentos vacíos tienen bastante tendencia al fundamentalismo, iniciando una de esas típicas discusiones que no llevan a ninguna parte porque ninguna de las dos partes darán su brazo a torcer. Que cada uno lea lo que quiera (bueno estaría que no fuera así en un estado libre) pero que no se molesten si hay quienes piensan que es mala literatura. Como ya te he dicho alguna vez, no creo que sea necesario haber leído un libro para poder hablar sobre él. Yo tampoco lo he leído, ni pienso hacerlo, pero sí que he leído muchas cosas acerca de la novela, suficientes como para poder formarme una opinión. Un saludo.
¿Harry Potter, mala literatura? No estoy de acuerdo, pero como soy una ignorante literaria, me voy a abstener de comentarlo. No obstante, no estoy de acuerdo. 🙁
Gracias por esta información . Parece que de nada me he perdido .
Ahora a la gente la acostumbran a gustarle y sacarle gusto a la basura .
Rachael:
Reconozco que el juicio acerca de la calidad de Harry Potter no es el resultado de haberlo leído, sino que me hago eco de la opinión de críticos reconocidos, como Harold Bloom. Es posible que se trate de alguien muy exigente, claro está. En unas declaraciones a La Jornada, en México, adonde acudió para recibir el premio Alfonso Reyes, dijo:
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Como dije antes, opino de oídas y de leídas. Y lo más positivo que escuché en una ocasión es que la saga de Rowling tiene al menos el mérito de haber conseguido que los niños y jovencitos lean, lo que no es poco (bueno, esto no deja de ser un juicio de valor, porque vaya usted a saber lo que trae el futuro bajo la manga), ahora que la televisión y los videojuegos tienen tanto tirón en esa franja de edad.
Si tengo la oportunidad trataré de leer algo para hacerme un juicio propio, y ya diré algo por aquí. Puede que tenga que disculparme, así que adelanto un «usted perdone».
¡Oh! Se me ocurrió escribir la cita limitada por los símbolos mayor y menor, y el editor se la tragó. La escribo aquí, esperando que esta vez haya suerte:
«Hay muchas cosas que decir respecto del valor de la literatura. Nosotros estamos hablando apenas unos días después de que Stephen King haya recibido el National Book Award, que entrega la industria editorial. King de ninguna manera es un escritor, es demasiada basura, y también pasa con la horrible literatura de Harry Potter. Esas cosas no tienen valor.
Si me preguntan cuál es el valor de Shakespeare o de Cervantes diría que es el enriquecimiento de la vida. Nos dan un gran sentido de lo que somos, no nos hacen necesariamente mejores personas, pero sí con más imaginación»
Es verdad que Harold Bloom es una autoridad, pero no es menos cierto que peca de excesivamente clásico, todo ello sin menosprecio de Shakespeare o de Cervantes, que son dos de los pilares de la literatura. Pero en este caso me da la sensación de que es más la expresión de la opinión del gusto personal que un juicio fundamentado. Tampoco me atrevería a decir que King no sea un escritor. Hace unos años lo habría dicho, pero no ahora. Es verdad que no lo he leído lo suficiente, pero tiene las garantías de personas en las que confío mucho en lo que a literatura se refiere. Al fin y al cabo, al final cuando no se ha leído a un autor o a un libro todo se reduce a una cuestión de confianzas. Alguien nos habla de ese escritor o de ese libro bien o mal y nosotros lo creemos o no. Lo que está claro es que hay que intentar mantener la mente lo más abierta posible, excepto cuando tratan de colarnos basura de forma tan descarada.
Hola a todos.
También yo escuché decir (y no una vez, sino varias) que el mérito de la saga de Harry Potter es haber logrado que muchos niños y adolescentes se enganchen a la lectura. A mí eso me parece muy positivo si luego van pasando, conforme vayan madurando, a libros clásicos o libros actuales de calidad. Yo tampoco he leído ninguna de las obras de Harry Potter y sí vi la primera de las películas (y no soy precisamente un adolescente). Al final es el duelo eterno, constante: mala literatura o literatura de leer y guardar que vende millones de ejemplares, no deja un poso enriquecedor y convierte a sus autores en ricos frente a literatura de calidad que vende poco y no hace ricos a los que la crean (salvo excepciones como Gabriel García Márquez, Arturo Pérez-Reverte, Mario Vargas Llosa, Paul Auster, etc.).
Pienso que un crítico, por muy bueno, exigente y sabio que sea, también puede equivocarse como cualquier humano. Con esto no echo por tierra la opinión de Harold Bloom. Sucede lo mismo con el cine: cine comercial que arrasa en las taquillas frente a cine de autor o independiente que casi nadie ve y pasa sin pena ni gloria. Lo difícil es encontrar el cruce de ambos aspectos: algo que sea bueno, muy bueno, que aporte al lector o al espectador muchas cosas que amueblen su cabeza y su espíritu y que, al mismo tiempo, tenga éxito comercial (en el mejor sentido del término «comercial»). Porque, no nos engañemos, un escritor o un director de cine, por mucho que pueda decir que escribe o rueda para sí mismo, al final lo que desea es que su obra la lea o la vea el mayor número posible de gente. Si no, ¿para qué tanto esfuerzo?, ¿para qué escribir o rodar?
La cuestión radica en que la mayoría de la gente prefiere leer libros o ver películas que sean fáciles de asimilar y que no supongan un esfuerzo intelectual, es decir, que no haya que pensar. Sin embargo, siempre nos encontramos con personas que se acercan a películas o libros de alta calidad y densos y que, a veces, no han sido educados en ese gusto por las circunstancias familiares que les ha tocado vivir. Esto nos lleva a la siguiente cuestión: ¿se puede educar en el buen gusto?, ¿por qué personas que crecen en la misma familia tienen sensibilidades diferentes respecto a lo artístico y cultural?
Asimismo, podemos plantearnos la siguiente pregunta: ¿no será que, con frecuencia, autores o críticos prestigiosos arremeten contra los escritores de best-sellers por envidia al vender un número ingente de ejemplares? Seguro que mucho de eso hay también dejando a un lado que tengan o puedan tener razón respecto al nivel artístico de lo escrito.
Respecto a la trilogía de Stieg Larsson, curiosamente Mario Vargas Llosa, ahí es nada, la elogió en el sentido de que también tiene su mérito el ser capaz de armar tres obras como esas por el esfuerzo que supone. Y hay que reconocerlo porque cualquiera no escribe esos tres pedazos de libros, aunque también es cierto que no son alta literatura y confieso que no he leído ninguno de los tres.
En cuanto al fenómeno «Cincuenta sombras de Grey», no he leído ninguno de los tres libros (yo tampoco sabía que era una trilogía) ni pienso hacerlo porque prefiero dedicar mi tiempo a leer obras que realmente merezcan la pena. E igualmente no voy a ir a ver la película porque no me atrae lo más mínimo. Voy a satisfacer la curiosidad de Rachael: la protagonista femenina, al menos en el tráiler que vi en el cine, es joven, bastante joven. Le calculo unos 25 años más o menos.
Es cierto que no siempre los libros nos los encontramos por azar.
En cuanto al contenido del artículo, un amigo mío me comentó el año pasado que varias parejas de Londres habían tenido que acudir a un hospital por practicar los jueguecitos de «Cincuenta sombras de Grey».
Perdonad por la extensión, pero es que había muchos comentarios y el tema da para mucho.
Un saludo literario y metaliterario.
Estoy muy de acuerdo contigo en tu comentario. Es lo que trataba de decir, que no siempre tenemos que fiarnos del crítico de turno porque muchas veces se habla desde el gusto personal. Sobre algunos libros yo he leído opiniones encontradas de críticos o intelectuales muy prestigiosos. A veces te sorprende que alguien a quien lees con devoción elogie algo que supuestamente es mala literatura. Esas cosas pasan. Ahí entra el gusto personal, o quizá la necesidad de llevar la contraria, quién sabe. Por eso creo que muchos de esos libros que se catalogan como mala literatura merecen una oportunidad.
Y lo dice alguien que pasó su adolescencia leyendo novelas de vampiros de Anne Rice. Hoy en día puedo reconocer que son malas, pero no hubiera dejado de leerlas, porque en su momento me aportaron mucho (no voy a decir que fueron el puente a otros libros mejores, pero no las hubiera cambiado porque forman parte de mi bagaje de lector).
Un saludo.
Vaya, así que buena literatura y mala literatura. Alta literatura y…. bueno tal vez ni debamos calificar a su alter ego.
Soy mujer y he leído los libros, los tres. Ciertamente es un cuento de hadas, y sí quizá ese es el problema. Problema para todos.
Existe una realidad, que tal vez se nos olvida, y es que existe el bdsm. Y el problema es que este libro no la refleja en absoluto, o quizá en una parte. La parte romántica. Sería como decir que todas las putas acaban convertidas en Pretty Woman.
Yo del bdsm no sabía nada, y lo conocí a través de la novela. A partir de ahí hablas con gente, lees, compartes… y te das cuenta de que no es lo que el libro vende. Personalmente no me va ese tipo de relación, pero sí es cierto que he aprendido cosas. Cosas como que lo que vende la trilogía es un cuento romántico, lo cual me parece muy lícito. Pero que igual que no te vas a meter a puta por si aparece Richard Gere, pues no te vas a hacer sumisa por si aparece el señor Grey.
La protagonista, ya que lo mencionáis tiene 21, que es la mayoría de edad en estados unidos. Además es virgen. Con esto creo que lo digo todo. Pura fantasía.
Creo que culpar a la trilogía de que a alguien le de por beber o por practicar sexo duro es estúpido, y es tratar al ser humano como idiota redomado. Y respecto a los estudios…. vamos, a ver… también hay estudios universitarios sobre Madonna, Belén Esteban, Rihanna…. Es que me parece poco serio.
Además un estudio de ese tipo es sencillo encaminarlo al resultado que queremos obtener. Me parece una forma absurda de subirse al carro del fenómeno y de ese modo que nos nombren.
Que si es cierto que mucha gente se sentirá seducida por el libro… sí. Y por otros mil factores también.
Que si el libro en sí es peligroso para la salud… no lo creo. Lo he leído y no he acabado de sumisa de nadie, ni borracha buscando a Grey, ni nada similar.
Respecto a la buena y la mala literatura, yo leo de la mala. Algo bueno habré leído, que nunca se sabe… pero para el día a día prefiero novelas que me permitan evadirme. Porque al final, incluso leyendo a Grey puedes pensar. No mata neuronas. Y por supuesto que a mi me es indiferente si lo leen o no, puesto que yo no me llevo nada, pero es que me llama poderosamente la atención que alguien venga a decirme cual es mi nivel intelectual por según qué literatura escojo. Como si yo fuera llamando pedante a quién presume de leer el Quijote.
Pretender definir a alguien por lo que lee es peligroso, desde mi sesgado punto de vista.
Atentamente, T.
No sé será que tú tienes demasiada confianza en el ser humano o que yo tengo demasiada poca. Que tú te acerques a la novela siendo consciente de que es ficción no quiere decir que todos los lectores lo hagan. Y no me refiero a que personas adultas y formadas piensen que lo que cuenta la novela sea verdad, sino que dé pie a determinados roles y esquemas mentales, aunque sea en el subconsciente.
Está genial que utilices la literatura para evadirte. No creo que nadie de los que defiendan la alta literatura o de los que critiquen novelas como esta puedan decirte nada en contra de eso. Cada uno es libre de usar la literatura como mejor prefiera. Pero que un lector critique este libro o diga que es mala literatura no significa que no pueda leer para evadirse o que siempre esté leyendo como para ser más culto. ¿Qué problema hay en que sea mala literatura y en que se lea mala literatura? Yo lo leo constantemente. Libros de zombis que literariamente no valen nada. Libros que leo solo para pasar un rato, para entretenerme, para divertirme. Es verdad que voy combinando con otro tipo de lecturas, pero igual que cada uno tiene que ser libre para decidir lo que lee tiene que serlo para poder criticar lo criticable.
En lo que no estoy de acuerdo es en tu última frase. Por supuesto que alguien se define por lo que lee. Y no estoy hablando del nivel intelectual. Como se ha dicho en comentarios anteriores, uno va eligiendo las lecturas en función a sus gustos, y al mismo tiempo gracias a ellas va descubriendo cosas que forman su personalidad. Es una comunicación de doble vía. Esto tiene que afectar por narices al lector. No estoy diciendo que lo defina como si fuera una radiografía, pero desde luego que sí da una información muy valiosa. Aunque te fastidie es así. De otro modo estaríamos dándole a la literatura un papel muy pobre en el mundo.
Respecto a Cincuenta sombras de Grey he leído los tres libros y son basura. Grey por mucho trauma infantil que tenga es simplemente un maltratador, controlador y obseso del control, claro que es multimillonario. Tiene helicoptero, avión privado, barco y casas por doquier, ese es su único valor. Anastasia es una chica que con 21 años y a punto de finalizar su carrera universitaria todavía es virgen y ni siquiera tiene correo electrónico. Como no podía ser de otra manera se enamora de él y la reflexión final del primer libro es lo que más me escandalizó: los golpes con el cinturón no duelen nada en comparación con el vacío que siento por no estar con él. Para mí es apología del maltrato, hace pensar a las chicas que puedes cambiar a un maltratador, que debes aguantar porque él hace esas cosas porque te quiere.
Muy bien calculado, Alberto. Dakota Johnson, hija de Melanie Griffith y Don Johnson, es la protagonista de la película «Cincuenta sombras de Grey», interpretando al personaje de Anastasia Steele. Nació a fines del 89, así que tiene ahora… veamos, me llevo una… pues sí, 25 años.
Pero la edad no justifica que una mujer se deje atrapar por esos esquemas de poder, ni parece que a estas alturas de la película (hablo del mundo mundial) resulte muy ejemplar la que parece ser la trama del libro. Ahora siento curiosidad por ver cómo resuelve la situación el cine, donde suelen imperar códigos (en E.E.U.U. particularmente) códigos más edificantes.
Gracias, Alberto (aunque T. nos disipa las dudas en un comentario posterior). Quería agradecer tanto a T. como a Vanessa Medina que hayan dado su opinión respecto a este tema. Magníficos puntos de vista ambos, sinceros y muy bien razonados. Quería saber su opinión porque las lectoras de la saga eran las únicas que podían responder a la pregunta del artículo (y algún lector también, claro), el resto sólo hemos dado una opinión basada en lo que hemos escuchado decir a otros. Así que muchas gracias, de verdad. Un saludo.
EL ESTUDIO DE MARRAS ME PARECE UNA TONTERIA Y PEOR SUS CONCLUSIONES. A ESE PASO NO VAMOS A PODER LEER NADA. NO HAY NI MALAS LECTURAS, NI MALAS PALABRA, LO QUE HAY ES PERSONALIDADES BUENAS Y CORRECTAS Y DE LAS OTRAS QUE YA SON CASOS PATOLÓGICOS QUE LOS DEBE ESTUDIAR LA PSICOLOGÍA Y TRATAR LA PSIQUIATRÍA.EN LAS RELACIONES HUMANOS DE AMOR Y SEXO, CUANDO NO HAY FONDO ENFERMIZO, TODO SE PUEDE DAR DE MUTUO ACUERDO. NO HAY NADA MÁS BELLO QUE EL SEXO CON AMOR Y NADA MAS DESESTRESANTE QUE SIMPLEMENTE EL SEXO. SALUDOS DESDE ECUADOR.
Hace poco Alejandro decía en otro blog (no recuerdo cuál) que aquí no éramos mucho de comentar, aunque sí que compartimos el contenido en las redes sociales. Llega un post de 50 sombras de Grey y nos lanzamos en masa, ¿no os da vergüenza? Jajajaja.
Ahora en serio. Yo no he leído los libros porque no me atrae la sinopsis, igual que me pasa con muchos otros. Creo que el estudio está un poco sesgado, no me parece una muestra suficiente para llegar a esas conclusiones; y, aún así, dejadme recordaros esa frase que dice que: «la estadística es una ciencia por la cual si tú tienes dos coches, y yo ninguno, los dos tenemos un coche». Así que tengo que concluir que miro las opiniones basadas en estudios con cierto escepticismo.
Aparte de eso y desde mi desconocimiento de los libros (porque no los he leído) he de decir que no me gusta ninguna historia en la que el amor tenga que cambiar a las personas para que nos gusten, y que no creo que un sexo que haga cosas parecidas al maltrato sea algo que admirar. Me quedo ojiplática cada vez que escucho a algunas mujeres decir que ellas también quieren a su Grey, porque no entiendo que le ven a un hombre que, según los comentarios que he leído por ahí sobre el libro, te somete a prácticas un tanto criticables y te absorbe, te manipula, y te controla.
Nos has dado caña con este post, porque la discusión está servida, y he decir que me gusta tanto el artículo de Alejandro como las opiniones que he leído, algo que hago pocas veces: leerme todos los comentarios; pero esta vez el tiempo empleado en ello ha merecido la pena.
Biquiños a todos!
En respuesta a la duda que se plantea Hicsuntdraconis, al parecer la han convertido en una película para todos los públicos. En el telediario acaban de definirla como «totalmente decorosa», tampoco esperaba otra cosa. se trata de una película comercial sin mayor transcendencia.
Con respecto al otro tema, el de los esquemas de poder… hombre, vamos a ver, estamos hablando de bdsm. A lo mejor con informarte un poco al respecto verías que es la base de este tipo de relación, y que no es sinónimo de maltrato.
Seguramente voy a explicarlo bastante mal, pero voy a intentarlo. La base es que el/la sumisa/o (que no olvidemos que esto no es exclusivo del sexo femenino), no lo hace obligada, sino porque eso forma parte de su naturaleza y de ahí obtiene el placer. La diferencia también radica en que si eso no satisface a ninguno de los dos, la relación se termina. Es más… la parte sexual del bdsm es un accesorio, y en el libro se expone como algo principal. Craso error.
Entiendo que cada uno vemos el sexo según nuestras vivencias, pero me molesta que se trate de homogeneizar a la sociedad en un encuadre políticamente correcto. Me parece que hay mucha hipocresía.
A nivel personal no comparto muchas cosas, pero esa es mi elección.
Si se me permite… el error es tratar esta novela como un manual de relación. Creer que lo que expone es realidad. Es una novela. Es imaginación, y como tal fantasía. Hablar de ello como si fuera un manual serio de algún tipo es lo que lo convierte en un peligro.
Si la novela tiene un peligro para la salud, este es el lado romántico insuflado en la historia. Pero he leído libros más duros en el sentido sexual y que se venden como romántica. La diferencia es que no tienen la difusión de este.
T.
Gracias Rachael por tu mención.
Sí me gustaría añadir que los libros no son un objeto inocente al margen de la maldad humana. Independientemente de que sea novelas o no, de que se traten o no de ficción, los libros contienen ideas, ideas que pueden hacer mucho beneficio o mucho daño en la humanidad, ideas que más tarde pueden derivar en comportamientos y actitudes. Una vez escribí un artículo sobre esto que me gustaría recomendar: https://lapiedradesisifo.com/2013/05/27/los-libros-que-m%C3%A1s-da%C3%B1o-han-hecho-a-la-humanidad/
Claro está que por encima de todo eso está la libertad de poder expresar y leer lo que se quiera. Uno puede leer un libro que proponga el exterminio de una raza, que incite al odio o a la violación de los derechos fundamentales. Ese libro puede enmascararse de ficción. Ha pasado muchas veces a lo largo de la historia. Pero que sea ficción no signica que las ideas no estén ahí. ¿Dónde está el límite de lo que se debería poder permitir? Creo que es una cuestión bastante complicada. Pero lo que está claro es que los libros no son, ni mucho menos, objetos inocentes.
Estoy de acuerdo con Hicsuntdraconis acerca de cómo interpretar la correlación en este estudio. El problema no está en la estadística, sino en el uso que hacemos de los resultados. Quizás sería interesante que se hiciera otro estudio, uno en el que se comprobara si la lectura de esta trilogía refuerza ideas disfuncionales sobre el amor.
No tengo nada en contra del género erótico pero, por los extractos que hay en Internet, parece que estas novelas no hayan pasado la típica corrección de estilo. Supongo que hay literatura para todos los paladares. No se trata de que sea buena o mala. Simplemente hay productos más elaborados, con más mensaje o más seso, y luego están los simples, fáciles de digerir aunque no alimenten.
Del mismo modo que ha hecho T. más arriba, me gustaría señalar que la saga no refleja para nada la realidad del BDSM. La autora podría haberse documentado un poco en lugar de denostar a este colectivo gratuitamente, y todo por adornar el romance de sus personajes bidimensionales.
Ya puestos, he leído las primeras cien páginas del libro. Concedo que la trama resulta distraída, en un marco más o menos ordinario (dicho en el sentido no peyorativo), salvo en todo caso la inclusión en la trama del señor multimillonario, aunque el cine ya nos haya invitado en muchos casos a esos ambientes.
Así pues, convengo en que lo que he leído entretiene. Pero a la vez me reafirma la impresión que había extraído de las referencias que abundan en la red. Y es que no dejaba de producirme cierta molestia el modo tan reiterativo que da formato a los diálogos, diálogos que, hasta donde he llegado a leer, constituyen la práctica totalidad del texto: una secuencia repetida de: expresión de un pensamiento o de una sensación (casi siempre lo mismo: sonrojo, desmayo, autoreproche, vahído…), dice o pregunta ella, nueva expresión de pensamiento o sensación, habla o contesta él. Y esto articulado en una especie de molinillo carrinclón incesante y que va resultando previsible en exceso. La corrección de estilo que sugiere Oliver es en este caso imposible, por cuanto afecta a la estructura del texto, sin reducirse a frases más o menos dispersas.
De modo que terminé con una sensación de que había algo demasiado mecánico en el texto que resultaba más bien fatigoso (si dejamos aparte, como ya he dicho, la intriga de la narración). Y hete aquí que sin esperarlo me di de bruces con la noticia de que una señora ingeniero de Google ha desarrollado un programa para escribir 50 sombras de Grey, como se puede leer mediante el enlace
http://www.libropatas.com/libros-literatura/quieres-escribir-el-proximo-50-sombras-de-grey-puedes-y-sin-esfuerzo/
y bajo el título «¿Quieres escribir el próximo 50 sombras de Grey? Puedes, y sin esfuerzo.»
Punto y aparte. Ahora quisiera disculparme, porque tengo la impresión de que se algún calificativo que he empleado en cuanto al género literario en respuestas anteriores se ha extrapolado como implicando juicios a lectores. Nada más lejos de mi pensamiento. Vaya por delante que, aunque yo sea un antiguo, tengo claro que todo el mundo puede hacer lo que quiera (incluido el suicidio, sin ir más lejos), con el único límite en todo caso de lo que suponga daño ajeno. En todo caso mil perdones por carecer de la imaginación necesaria para intuir que la cosa podía implicar semejantes derivas.
En cuanto el derecho a establecer juicios en relación con el arte, sí creo en el derecho a opinar, al menos si se hace sin acritud. Yo no tengo ninguna formación con respecto a la pintura y ni siquiera sobre el arte en general, aparte de la que me aportó el bachillerato, ya casi olvidado por la implacable erosión del tiempo, pero siento la emoción de la belleza (o creo sentirla, dicho por si alguien se pone quisquilloso) ante cuadros del impresionismo, o muchos de los cuadros de Hopper, o producciones del arte egipcio, y alguna cosa más que ahora se me olvida.
En literatura, por cierto, estoy mucho menos autorizado a opinar, siendo como soy un tipo que, desde hace mucho, no lee otra cosa que literatura científica, o todo lo más algún ensayo que otro.
Y, aunque con seguridad todos ustedes la conocen, déjenme terminar citando la declaración de Oscar Wilde (creo que en «El retrato de Dorian Gray»), ya que hace al caso:
«No hay libros morales o inmorales. Los libros están, simplemente, bien o mal escritos.»
Me ha gustado el debate que se ha abierto en torno a este tema (a un conjunto de ellos, más bien, porque son muchas las cuestiones que se plantea el artículo y más las que se han planteado en dicho debate). No quiero aportar nada, sólo señalar la importancia que tienen los comentarios vertidos hasta aquí. He entrado, de nuevo, por curiosidad, para ver si existía algún comentario posterior a los ya leídos. Así ha sido. Me he dado cuenta de que estaba equivocada en unas cuantas cosas (sólo en algunas) y que el debate me ha hecho verlas bajo un punto de vista diferente. Especialmente muchas de las cosas que ha dicho Alejandro y también otras manifestadas por Hicsuntdraconis. Gracias. Un saludo.
Hola, Rachael.
Gracias por tu positivo comentario. Te honra lo que dices respecto a que te has dado cuenta de que estabas equivocada en algunas cosas y que este SUPERDEBATE te ha hecho cambiar el prisma. Y digo que te honra porque existe mucha gente que no sería capaz de reconocer lo mismo que tú aunque la colgasen boca abajo de un mástil con la cara a 5 cm de una hoguera. Numerosas personas, incluso gente de altos nivel intelectual y cultural, son de ideas fijas y se creen en posesión de la verdad. Nunca o casi nunca admiten la posibilidad de que el otro pueda tener razón y ellas estar equivocadas. Me he encontrado a lo largo de mi vida tanta gente así… Ojalá fuese una minoría pero, desgraciadamente, no lo es.
Gracias a los comentarios de Alejandro e Hicsuntdraconis respecto a «Cincuenta sombras de Grey» he conocido cosas que no sabía. Uno de los aspectos más positivos de este blog, aparte de lo mucho que aprendes sobre cuestiones que casi nadie sabe, es que los comentarios te hacen pensar y te llevan a plantearte preguntas que, si no los leyeses, tal vez jamás te harías. Aunque también digo que alguna cosa de Alejandro me sorprendió porque no me la esperaba (en el buen sentido, claro) y que no estoy de acuerdo con él en algún punto concreto.
Por cierto, escuché el viernes pasado por la noche en el programa de cine «De película», en RNE, hablar sobre el libro y el filme. Y el periodista del equipo de Yolanda Flores que comentó sobre ambos dijo lo mismo que la mayoría afirmamos aquí: el libro es malo y la película plana. Eso sí, le reconocío a ésta sus aciertos y su perfeccionismo desde el punto de vista técnico (por ejemplo, la fotografía). Es más, añadió que hay muchas cintas a lo largo de la Historia del cine que presentan mucho más erotismo y elevan mucho más el tono que «Cincuenta sombras…». No me considero, faltaría más, superior a nadie, pero está claro que una vez más se confirma la famosa frase de que «La mayoría siempre se equivoca», aunque soy enemigo de términos absolutos como «nunca», «siempre», «todo» o «nada» porque cuando se le dice a alguien, por ejemplo, «Todo lo haces mal» es falso. Algo, aunque solo sea una cosa, seguro que hace bien.
Y respecto a T., que comenzó con fuerza e ironía su comentario escribiendo «Vaya, así que buena literatura y mala literatura…» sospecho, corrígeme si me equivoco, que iba por mí. Supongo que habrás leído la respuesta que me dio Alejandro y la que también te dio a ti. Parece ser que no estaba tan equivocado, ¿verdad? Y sé que Alejandro no es Harold Bloom, ni Dios ni el oráculo de Delfos. Es que me sorprendió ese inicio porque da la sensación, tal vez me equivoque, de que no existe diferencia alguna entre libros malos y buenos, literatura de alta calidad y de baja calidad o canciones preciosas y canciones horribles. Es como si me dijeses «Vaya, así que un Seiscientos y un Porsche…». Creo que está claro lo que quiero transmitir.
Por cierto, y tiene toda la razón Alejandro (y no me dolerían prendas reconocer que yo estuviese equivocado): claro que una persona de alto nivel intelectual puede leer un bodrio o estar leyendo un periódico deportivo. Pero a las dos horas o al día siguiente te puede estar leyendo a Stefan Zweig o a Marcel Proust o a Jorge Luis Borges. O no. Ambas posibilidades son perfectamente factibles. ¿Cuánta gente inteligente, muy inteligente, con carrera universitaria y una buena posición laboral no te coge un libro en todo el año, no va a una sola exposición o no acude ni a una obra de teatro? Porque también los hay. Y, posiblemente, más de los que parece.
Un saludo.
Hola,
Veo que el intercambio de posturas ha terminado hace meses, pero soy nueva en la web y estoy haciendo un repaso a lo que se ha publicado hasta ahora (comentarios incluidos).
Yo he leído intensamente los 3 libros, casi hasta memorizarlo, no me suben los colores al decirlo, en relación de si es o no es buena literatura no voy a entrar, no me he leído el quijote, aunque sí Asimov, Tolkien o Kafka.
A mí me gusto, lo compré y lo disfrute al máximo.
No define en nada el BDSM, ni las relaciones de pareja ni nada por el estilo, hay muchos otros libros mejor cualificados para cualquiera de esos mundos.
En mi realidad si he conocido “almas oscuras” que han encontrado a alguien que los ha estabilizado, por lo que esa parte si la encuentro “creíble”. De hecho lo he visto con mis propios ojos, carne de prisión convertido en ciudadano modélico por encontrar a un ángel en la tierra.
Si existen personas que, después de abusos en la infancia, sobre todo en los primeros años de vida, se transforman en psicópatas, literal. Hay mucha documentación sobre niños de menores de 9 años capaces de matar a causa de los abusos sufridos durante su primer año de vida. Un apoyo profesional y emociona adecuado pueden hacer que esas personas vuelvan a tener empatía. Por lo que esa parte también es “creíble”.
En esta novela se recogen (fatal) todas estas cosas (mal documentadas por cierto), se le añade dinero, mucho sexo, algo de tensión y romanticismo, se meten en una batidora y sale un libro muy vendido.
No me gustan las criticas sin fundamento, por suerte aquí también las hay con el. Pero si entiendo que te disguste el libro, aunque estaría bien que al menos se leyeran unas páginas para opinar con propiedad “he leído que el libro es un asco en un montón de sitios y me lo creo” no es una buena base. Yo puedo opinar que comer gusanos es una guarrada, pero si no los como no puedo decir que estén asquerosos y que sean asquerosos para mí, no significa que lo sea para los demás.
He leído mucho y variado, también he pasado años sin coger un libro o ir a cualquier lugar cultural. 50 sombras simplemente me recordó algo, que me apasiona leer, así que para mí, es maravilloso por mal escrito, mal documentado, con falta de argumento y repetitivo que sea.
Los libros, no son peligrosos, es la mente humana la que los deforma para que sean una excusa para sus sinsentidos. Alguien dijo que la belleza está en los ojos que miran. Yo opino, que es aplicable a todo.
Lamento la parrafada, creo que me entusiasmo con el tema.
Un saludo a todos.