Hábitos opuestos de grandes escritores

Hábitos opuestos de grandes escritores

   En la escritura no hay un único camino. Cada escritor tiene sus propios rituales creativos. Pero aunque algunos pueden llegar a ser muy originales ‒recomiendo echarle un vistazo al libro de Francesco Piccolo Escribir es un tic para conocer algunos de los más llamativos‒, también es cierto que, a grandes rasgos, muchos autores pueden agruparse en hábitos de trabajo ‒o simplemente manías‒ similares. Y aunque la literatura suela huir del «blanco o negro», a veces es posible categorizar a escritores en grandes grupos opuestos. Eso es precisamente lo que ha hecho Mike Hanski de Bid4Papers en una infografía titulada «Hábitos opuestos de famosos escritores».

   Hanski ha comparado a más de cien famosos escritores en cinco grandes aspectos y después de distribuirlos en dos grandes grupos los ha enfrentado. Encontraremos escritores que o bien escriben por la mañana o bien escriben por la noche, que prefieren tomar café o té, que escriben rápido o lento, que tienen un perro o un gato como mascota y que escriben en reposo o en movimiento. Lo que no indica Hanski es si es posible hacer factor común entre los escritores englobados en un mismo grupo o si hay algo que los diferencia de los miembros del grupo opuesto. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

   A continuación dejo la infografía a la que, como incluye varias anécdotas bastante curiosas, he añadido una traducción de la casa.

   Escritores nocturnos

   Hay algo mágico en escribir por la noche. Y los siguientes escritores lo saben. Aquí una lista de los autores que decidieron crear mientras otros duermen.

Escritores nocturnos

Escritores nocturnos

   Escritores de mañana

   Ser un pájaro madrugador es también algo muy popular entre los famosos escritores. A continuación los horarios en que se despiertan junto a la lista de los escritores que se activan por las mañanas.

Escritores de mañana

Escritores de mañana

   ¿Café o té?

   Muchos escritores son grandes admiradores del café y del té. Honoré de Balzac bebía más de cincuenta tazas de café diarias e incluso masticaba granos de café a veces. Alexander Pope usaba el café con propósitos medicinales (para reducir el dolor de cabeza). Simone de Beauvoir no podía empezar el día sin una taza de té y C. S. Lewis siempre bebía té mientras leía y escribía.

Café o té

Café o té

   ¿Rápido o lento?

   Algunos escritores tienen la costumbre de escribir a la velocidad del rayo mientras otros no. Isaac Asimov podía escribir 4.000 palabras al día, y su único miedo era que su máquina de escribir se rompiera. En el otro extremo Dorhoty Parker decía: «No puedo escribir cinco palabras pero puedo corregir siete».

Rápido o lento

Rápido o lento

   ¿Gatos o perros?

   ¡Tanto gatos como perros han sido una fantástica fuente de inspiración para los escritores!

Gatos o perros

Gatos o perros

   ¿Tumbados o en movimiento?

   Algunos escritores pensaban que la posición horizontal era la más productiva para su escritura, mientras que otros eran aficionados del movimiento.

Tumbado o en movimiento

Tumbados o en movimiento (y créditos)

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