Una crítica habitual a la pintura de Jackson Pollock es que su obra podría haber sido hecha por cualquiera, incluso por un niño o por un mono. Si quieres una prueba más palpable de esto te recomiendo que le eches un vistazo a este juego, en el que tienes que averiguar si las imágenes son cuadros de Pollock o cagadas de palomas ‒cuando termines vuelves‒. Esto es así porque cuando el artista norteamericano fundó el expresionismo abstracto en la década de 1940 utilizaba en sus grandes lienzos la técnica del «drip and splash», es decir, del goteo y rociadura, lo que da una sensación final como de manchas al azar. A pesar de eso hay que decir que Pollock retocaba una y otra vez sus cuadros, añadiendo gotas y manchas en un proceso que podía durar meses hasta dejar una obra completa.
Este dato hace sospechar que quizá la obra de Pollock no sea tan casual. Sin embargo, tal vez hayas cometido el error de confundir alguno de sus cuadros con la cagada de una paloma y todavía sigas sin entender por qué la obra del expresionista abstracto está tan cotizada en el mundo del arte. En otoño de 2006, por ejemplo, el financiero mexicano David Martínez llegó a pagar 140 millones de dólares por su pintura Número 5, convirtiéndose así en la pintura más cara jamás vendida hasta esa fecha. El hecho de que alguien pague tal cantidad de dinero por un simple lienzo lleno de salpicaduras hace sospechar que quizá no se trate solo de un simple lienzo lleno de salpicaduras.
Ahora bien, si para una paloma puede ser posible imitar el estilo de Pollock, tanto más fácil lo será para un falsificador, sobre todo si nos estamos moviendo en esas cantidades astronómicas de dinero. Se han conseguido detectar falsificaciones de cuadros de Pollock, pero no siempre. Sin ir más lejos, el año pasado fue arrestado un falsificador por vender a varios coleccionistas unos 60 lienzos falsos de Pollock por valor de casi dos millones de dólares. Verificar la autenticidad de esas obras se convierte, entonces, en algo completamente necesario. Y, por muy increíble que parezca, es posible hacerlo con un grado de fiabilidad bastante alto, porque en las pinturas de Pollock hay menos anarquía y más matemáticas de lo que pudiera parecer en un primer momento.
En 1999 los científicos australianos R. Taylor, A. Micolich y D. Jonas de la Universidad de Oregón publicaron un artículo en la revista Nature donde desvelaban las matemáticas que se ocultan detrás de los cuadros de Pollock. Su estudio demostraba que la técnica del goteo y rociadura aplicada por Pollock daba como resultado fractales, es decir, estructuras que se repiten a diferentes escalas, independientemente de la distancia a la que se observe el cuadro. Los cálculos demostraban que Pollock fue dominando la técnica las estructuras fractales aumentaban, de forma que esos datos se podían utilizar no solo para determinar la autenticidad de los cuadros de Pollock sino incluso para fecharlos. No se sabe a ciencia cierta si Pollock era consciente de las matemáticas que había detrás de sus cuadros, pero todo parece indicar que su peculiar e inimitable estilo se basaba, por lo menos, en la intuición. Como parte del estudio los científicos utilizaron las estructuras fractales para crear un «Pollockizador», que permitía obtener falsificaciones de Pollock más perfectas.
En esta misma línea, recientemente, en febrero de este año, el programador Lior Shamir de la Universidad Tecnológica Lawrence en Michigan ha presentado un software que analiza los fractales y otros datos para determinar la autenticidad de un cuadro de Pollock con una precisión del 93%. Shamir ha puesto su programa a disposición de cualquier persona interesada ‒puedes conseguirlo aquí‒, así ya no volverás a correr el riesgo de confundir una pintura de este artista con la cagada de una paloma.
Jum…Es sabido que cuando se le pide que es posible reconocer cuando una secuencia de números es creada completamente al azar a cuando a los creados por una persona que se le pidió que escribiera números al azar. Así a primera vista me parecería que tiene algo que ver con este tema.
Delicado tema.
Las matemáticas sin el observador no tienen sentido. Quiero decir, que es nuestra habilidad dotándo de las variables y el «camino» para despejarlas lo que nos proporcina resultados… seguramente, con los algoritmos y enfoque adecuado, podamos distinguir las cagadas de una paloma «X» de las cagadas de una paloma «Y» ., que reflejarían especificaciones de patrones fractales mucho más precisos que los que se ajustasen a los patrones más genéricos «paloma»
La resolución de fractales meteorológicos predictivos, es sorprendentemente precisa… y con una historia curiosa, en la que interviene un fallo informático… quien le interese que busque el tema.
Pero creo que es un buen ejemplo de como determinar conceptualmente un patrón que se ajuste a un marco de posibilidades con características aleatorias…
http://reverent.org/quizomatic/answers.php?test=pollock_or_birds
😮
La diferencia radica en el color y la nitidez de las imágenes. Las pinturas se en claras y las cagadas de pajaro se ven borrosas. Es un quiz tramposo.