Los lectores no tienen derecho a veto

Los lectores no tienen derecho a veto

  ¿Habéis leído alguna vez el primer escrito de Hemingway, Saramago, Cervantes, Cela, Mónica Gutiérrez, Mayte Esteban, o Isaac Belmar? Seguramente la respuesta sea no. Unos son escritores muy reconocidos, famosos, premiados, autores de grandes clásicos y con una amplia trayectoria. Otros son autores actuales, más desconocidos pero reconocidos y apreciados, y que aún tienen mucho que escribir.

   Ahora os pido que imaginéis cómo habrá sido el primer texto de cada uno de ellos. Cerrad los ojos, hay una mano y un bolígrafo (o quizá una pluma) que se empieza a deslizar sobre la hoja; ahora podéis verlo, estáis viendo cómo el papel en blanco se va llenando de letras.

   Y ¿qué hay? Lo que yo veo son faltas de ortografía, descoordinación en los tiempos verbales, uso de recursos muy trillados, incongruencias en la trama y muchos tachones. Pero lo que visteis vosotros en aquel momento en que los leísteis por primera vez fue un libro logrado, con inexistentes erratas (o casi), con personajes bien construidos y una trama bien argumentada que os animó a comprar la siguiente novela.

   Puede que muchos de los que estáis leyendo este artículo hubieseis desechado la posibilidad de comprar un libro suyo si lo que hubierais visto fuese el primer manuscrito de su primer texto, de su primera idea. No les hubierais dado una oportunidad, incluso los más osados les habríais dicho que no se dedicasen a escribir, que nunca servirían para eso, y que no tienen derecho a publicar un libro. Pero ahora os gustan, ponéis frases de sus novelas en Twitter, les dais difusión, habláis con ellos y les dejáis comentarios en sus blogs (a los que lo tienen) de cómo os ha gustado su última entrada o del buen saber hacer del que habéis disfrutado en su última novela.

   Las redes sociales nos dan la cercanía suficiente para poder hacer llegar a un autor una crítica de algo que ha escrito, pero nada da derecho a hacerlo sin respeto y a creerse dueño y señor de la verdad absoluta. La buena educación pasa por brindársela a todos y no en creerte que eres el Dios que puede elegir quién será escritor.

   Hoy podéis ayudar a que libros de autores noveles salgan publicados, pero nunca podréis impedir que estos vean la luz, por mucho que os moleste que sean otros los que escriban.

   Está en vuestra mano impulsar lo que os gusta, pero nunca tendréis posibilidad de veto.

 

 

   P.D.: Si os ha gustado este artículo y queréis leer más cosas escritas por mí podéis apoyarme para que mi primera novela salga a la luz, necesito que 100 personas la precompren y me queda muy poco tiempo para llegar a mi objetivo. Y a los que no os haya gustado, no os preocupéis, como decía en este post, hay sitio para todos 🙂

Comentarios

comentarios