Fundada por Jeff Bezos en 1994 y lanzada en 1995, Amazon, que lleva ya veinte años funcionando como librería on line, se ha convertido a lo largo de todo este tiempo en uno de los negocios más lucrativos de la historia de Internet. Tras dos décadas en las que ha conseguido dominar el mercado del libro a través del formato digital y ha puesto en jaque o directamente ha obligado a echar el cierre a librerías físicas de las de toda la vida, el gigante tecnológico toma una decisión que no deja de causar sorpresa porque parece ir en contra de su propia filosofía: ha decidido abrir su primera librería física.
Situada en Seattle, concretamente en un local del centro comercial University Village, y bautizada con el nombre de Amazon Books, la primera librería física de Amazon cuenta con un catálogo de unos 6.000 títulos al mismo precio que en la página de Amazon.com, elegidos de web en función de la puntuación que reciban por parte de los usuarios ‒siempre y cuando superen las cuatro estrellas‒, de las ventas y preventas que hayan registrado y de la popularidad que el libro tenga en GoodReads. A partir de ahora cualquier usuario podrá pasarse desde las 9:30 de la mañana, todos los días del año excepto Acción de Gracias y el día de Navidad, por la librería física de Amazon y toquetear con sus propias manos esos libros que hasta ahora había visto solo a través de la pantalla.
Una de las peculiaridades de la librería, que según ha declarado la propia Amazon pretende ser una «extensión física» de la página, es que los libros no estarán colocados de canto, como es lo común en las librerías tradicionales, sino que se expondrán de frente, de manera que la cubierta quede al descubierto, que es como se muestran los libros cuando se entra en la página de Amazon. Para mantener el espíritu original, junto a cada libro se mostrarán reseñas y comentarios como los que hay en la web.
Además, en la tienda también se pondrán recoger los pedidos que se hagan en la página y comprar algunos de los dispositivos más populares de la compañía, entre ellos, cómo no, el Kindle.
La decisión de abrir un espacio físico por parte de Amazon puede parecer un tanto contradictoria, pero con esta estrategia la compañía no solo apuesta por las librerías tradicionales y el libro de papel, sino que además amplía todavía más su mercado, consiguiendo llegar a aquellos consumidores que no usan demasiado Internet o que son reacios a comprar a través de la red. Si la librería funciona es muy probable que Amazon se lance a abrir tiendas en otras ciudades del mundo. Y si eso ocurre, teniendo en cuenta la fiereza con que se las gasta Amazon, es muy probable que tengamos la polémica asegurada.
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Soy customer de Amazon de hace mas de 5 anos y me gusta mucho leer con la aplicacion Kindle, pero antreriormente leia el libro fisico lo cual me gusta mucho porque puedo palparlo, olerlo subrayarlo, doblarle un pedacito a la hoja etc, con el Kindle tambien puedo hacerlo pero con el libro fisico me parece un ritual religioso. Gracias por la informacion y good luck para Amazon
Lourdes