Call me Ishmael

Call me Ishmael

   La primera frase de la obra maestra de Herman Melville, Moby Dick, es también la inspiración y el homónimo de un ingenioso proyecto literario, Call me Ishmael. Se trata de una página que contiene un número de teléfono al que los lectores de todo el mundo pueden llamar para dejar mensajes de voz acerca de aquellos libros que aman. Un servicio que a día de hoy han utilizado ya miles de lectores para dejar sus recomendaciones y que acumula la friolera de más de un millón de reproducciones, demostrando sobradamente que la idea funciona.

   Pero los creadores de Call me Ishmael no quieren ceñirse únicamente a la red y pretenden dar un salto al mundo offline. Para ello han puesto en marcha una campaña de Kickstarter con el objetivo de recaudar 10.000 dólares para instalar en varias librerías viejos teléfonos públicos que estén conectados con su base de datos, de forma que los lectores puedan beneficiarse de esas recomendaciones haciendo una llamada de teléfono.

   Esto no quiere decir ni mucho menos que los libreros, con sus recomendaciones de toda la vida, queden al margen. Será el librero quien elija, cada día, las recomendaciones que se reproducirán al utilizar el teléfono. De esta manera las sugerencias serán mucho más personales, pudiendo incluir libros recomendados por otros libreros o por personas de esa misma ciudad, historias cuya acción tenga lugar también en esa ciudad, autores que vayan a visitar esa librería próximamente, etc. Las posibilidades son muy numerosas.

   Además, las recomendaciones no solo se ofrecerán a petición del usuario. Cuando el librero pulse un botón el teléfono comenzará a hacer una llamada y cuando el cliente más cercano lo coja saltará una recomendación al azar. Imagina que estás visitando una librería, que suena un viejo teléfono público y que al cogerlo alguien te recomienda un libro. Puede parecer una idea de locos, y probablemente lo sea, quizá por eso es tan fantástica.

   Y quizá por eso parece que ha funcionado bien, porque la campaña de Kickstarter ha superado sobradamente el objetivo. Por eso y porque las recompensas son, además de la típica nota de agradecimiento y de las camisetas y tazas sobre el proyecto, uno de los teléfonos de Call me Ishmael o la posibilidad de que un agente literario lea el manuscrito de tu libro ‒recompensas que por cierto ya se han agotado‒.

   Aunque es muy poco probable que este proyecto se extienda y que en el futuro veamos teléfonos públicos en todas las librerías, hay que reconocer que esta idea para darle una vuelta de tuerca a las recomendaciones de libros es bastante ingeniosa.

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