Según la RAE, algo díscola últimamente, menudencia es algo pequeño y de escasa importancia. Pero no es así.
Las metáforas, y más cuánto más acertadas son, dejan sobre la lengua un sabor amargo porque con su representación no hacen sino señalar aquella parte de la realidad que se nos había ocultado, y para bien.
Cuántas veces, al abrir un cajón, me pregunto si todas esas pequeñas cosas olvidadas en él no están acaso por otras tantas personas y acciones, y por todas las omisiones y evasivas, y por las decisiones, y los errores, y los éxitos y fracasos que todos juntos conforman el armazón de nuestras vidas.
Una llave cuya cerradura hemos olvidado, un tornillo viejo, el colgante de un llavero que se rompió, un recorte de prensa que ya no significa nada y que ahora no entendemos por qué alguna vez nos interesó guardar, tarjetas de visita de personas olvidadas o que ya no queremos en nuestras vidas, un adaptador eléctrico de un país al que no pensamos volver, capuchones de bolígrafos, baterías viejas, no sabemos si gastadas o no y que nunca nos molestaremos en comprobar, como tampoco comprobaremos el número de sus vecinas las amarillentas participaciones de lotería, un trocito de papel de forrar libros, inútil por minúsculo, piezas de plástico de función desconocida, cables, pegatinas, fundas ¿de qué?, mecheros sin gas, cajitas, fichas sueltas de parchís, una tarjeta de memoria olvidada por todos y, la más solitaria de todas, una concha de mar extemporánea y triste tan lejos del mar.
Todos estos trozos de materia sinsentido e inútil llenan nuestras casas, nuestros coches, despachos, atascan nuestros cajones, y hacen pesar de más a bolsos y bolsillos, tanto como los iconos, los restos de archivos, historiales, miniaturas de imágenes y demás basura deterioran nuestros teléfonos haciéndolos menos y menos smart. Quizá así todas esas cosas estropean el engrase de nuestras neuronas y nos impiden no sólo pensar con ligereza y agilidad sino, a menudo, respirar.
Propongo vaciar cajones, guanteras y bolsos para olvidar errores, desencuentros, fracasos, desprecios y desplantes, y empezar ese día nuevecito que estrenamos mañana mismo con los bolsillos y los pensamientos vacíos de menudencias.
Información Bitacoras.com
Valora en Bitacoras.com: Fotografía de Melanie Pérez Jiménez Según la RAE, algo díscola últimamente, menudencia es algo pequeño y de escasa importancia. Pero no es así. Las metáforas y más cuánto más acertadas son, dejan sobre la lengua un sabo..…