El mito del héroe

El mito del héroe

   ¿Qué tienen en común Hércules, don Quijote, Frodo Bolson o Harry Potter? Que todos ellos, cada uno a su manera y con sus peculiaridades, son variantes del mismo héroe. Y, yendo todavía más lejos, ¿qué pueden tener todos ellos en común contigo mismo? Que tú también, a tu manera, eres una variante de ese héroe arquetípico. Eso es lo que Matthew Winkler trata de explicar en un vídeo animado de TED-Ed.

   Para argumentar esta idea Winkler echa mano del mitógrafo estadounidense Joseph Campbell y de su ensayo de 1949 El héroe de las mil caras. En este texto Campbell trata de buscar y trazar el patrón narrativo común a mitos, pasajes religiosos, leyendas, tradiciones o sueños protagonizados por héroes de culturas de todo el mundo. Después de señalar coincidencias en todas esas historias, Campbell desarrolló el concepto de monomito para designar esa estructura mitológica universal. El monomito se basa en el viaje del héroe, un ciclo en el que el héroe abandona su mundo ordinario y penetra en un nuevo mundo extraordinario ‒en ocasiones un reino de la oscuridad‒, pasa por una serie de amenazas o pruebas, resuelve acertijos ‒puede que con ayuda de un mentor‒, derrota a un gran enemigo, es premiado con un gran reconocimiento y regresa a su mundo inicial, cambiado ya después de todo el viaje. Campbell dividió ese ciclo en doce etapas que Winkler va comentando a lo largo del vídeo y que a continuación ejemplifica con Los juegos del hambre.

   La estructura universal del viaje del héroe es válida para cualquier historia épica y existe prácticamente en todas las culturas humanas. De hecho, sigue estando vigente hoy en día porque los seres humanos siguen teniendo la necesidad de reflejar el mundo que los rodea en historias simbólicas. Y ahí es precisamente donde está lo verdaderamente interesante del vídeo de Winkler. En la épica moderna el héroe no deja de ser aquel que abandona su zona de confort y que tiene algún tipo de experiencia que supera y lo transforma. No es necesario pelear contra dragones o, como bromea Winkler, contra el mismísimo Voldemort. Sin necesidad de recurrir a villanos de la literatura, los seres humanos se enfrentan a problemas igualmente terribles en su día a día.

   Es por eso que tienes en común con los héroes de la literatura más de lo que hubieras imaginado. Cuando un héroe entra en el reino de las tinieblas, ese espacio es un símbolo de situaciones que ocurren en el mundo real: hablar en público, practicar un deporte, enamorarse, etc. El viaje del héroe, dice Winkler, está presente en lo cotidiano de todos los seres humanos. Simplemente hay que aceptar el reto y ser capaz de sobreponerse al miedo para obtener una recompensa. Es eso lo que hace que, aunque no te hayas dado cuenta, seas un héroe. Pero ya va siendo hora de reconocerlo.

Comentarios

comentarios