Pocos siglos parecen tan convulsos como el XX, influida nuestra percepción quizá por su cercanía y por el desarrollo de los medios de documentación y de transmisión de la información. Es como si fuera inconcebible que pasara un solo día sin que sucediera nada digno de destacar. Y aunque en realidad así es, hubo un día en el que casi se llegó a producir tal hecho, el domingo 11 de abril de 1954, el que ha pasado a conocerse como el día más aburrido de todo el siglo XX.
A esta conclusión llegaron científicos británicos en noviembre de 2010 usando una inteligencia artificial llamada True Knowledge Answer Engine, capaz de responder preguntas gracias a una base de datos. Con ella analizaron unos 300 millones de datos de interés periodístico y concluyeron que ese día apenas ocurrió nada importante. No es que no sucediera absolutamente nada, de hecho se produjeron elecciones generales en Bélgica, nació un académico turco llamado Abdullah Atalar y falleció un futbolista llamado Jack Shufflebotham, pero el software de True Knowledge comparó los acontecimientos ocurridos cada día y determinó que ese era el día con menos incidentes del siglo XX.
William Tunstall-Pedoe, el informático responsable de True Knowledge ‒llamada Evi en la actualidad‒, advirtió más tarde que llamar a ese día «el más aburrido» podía llevar a malentendidos y aunque intentó aclarar que el sentido de la expresión era que estadísticamente se trataba del día con menos sucesos notables, parece que el calificativo caló hondo y no ha dejado de usarse una y otra vez. Después de todo, está claro que el aburrimiento es un concepto un tanto subjetivo. Si no que le pregunten a Abdullah Atalar o a Jack Shufflebotham.
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