En los últimos tiempos pocos temas han generando tantos ríos de tinta dentro del mundo editorial ‒tinta digital y de la de toda la vida‒ como el supuesto enfrentamiento entre los libros de papel y los electrónicos, una discusión cuya intención es, en realidad, dilucidar un mapa del modelo que rige la industria y de su evolución en los próximos años. Tanto de un bando como de otro, los defensores de cada formato exponen sus argumentos. La ciencia, por su parte, no parece aclararse, porque hay tanto estudios que hablan de las ventajas del papel como los que lo hacen del digital, así que al final se recurre a argumentos puramente personales, que van desde el sentido práctico a la nostalgia declarada.
Dentro de este último alegato, uno de los argumentos más recurrentes consiste en asociar al libro impreso una carga emocional. En un amante del papel poder tocar y oler las páginas de un libro puede convertirse en un verdadero placer para los sentidos. Ahora bien, la tecnología ha permitido desarrollar curiosos experimentos que ponen en entredicho las fronteras entre el libro impreso y el digital. Experimentos como el libro híbrido, mitad impreso o mitad electrónico. O como, para los más nostálgicos, la infinidad de perfumes y de velas aromáticas con olor a papel y a tinta que han aparecido últimamente. Algo que llevarnos a la nariz mientras leemos nuestro ebook.
Un tipo de producto que, hasta ahora, solo se podía conseguir a través de Internet. Y digo hasta ahora porque la joven start-up Seebook se ha encargado de llevarlo a las librerías, poniendo a la venta el primer ebook del mercado con olor a tinta, como conmemoración del Día del Libro. Desde su nacimiento, Seebook se ha caracterizado por hacer tangible lo digital dentro del mundo del libro. Consiguieron que los libros digitales tuvieran presencia física en las librerías a través de tarjetas que reproducen la cubierta y contracubierta de la edición en papel y permiten descargar el ebook a través de un cógido. Además de seguir experimentando con las fronteras entre lo físico y lo digital, integrando en los ebooks un Ex Libris digital, ofreciéndolos firmados por su autor o consiguiendo que también los audiolibros estén presentes en las librerías.
Su última iniciativa es, como decía, poner a la venta el primer ebook que huele a tinta. Para ello han usado un perfume del que ya hablé cuando hice un repaso a los distintas fragancias libreras. Se trata de Paper Passion, que nació en 2012 a partir de un documental titulado How to Make a Book with Steidl. La revista Wallpaper le pidió al editor Gerhard Steidl, protagonista del documental, que colaborara con el perfumista Geza Schoen para crear el singular aroma a libro y a tinta. A continuación se le encargó a Karl Lagerfeld que creara un nombre y que diseñara la botella y el envase donde sería presentada esta, que, como no podía ser de otra forma, acabaría teniendo forma de libro.
El título elegido para presentar esta peculiar idea fue El todopoderoso Shikaku de Naoko Tanigawa, publicado por Chidori Books en traducción de Héctor Tortajada Bernal. La novela es una reflexión llena de humor y sarcasmo sobre el valor que se le otorga al dinero y a la religión en la sociedad actual.
El primer ebook con olor a tinta ya está en la red de librerías de Seebook, en una edición limitada de 250 ejemplares. Un estupendo regalo para el Día del Libro que puede llegar a convertirse en un objeto de coleccionista, sobre todo teniendo en cuenta que el perfume Paper Passion ya no se fabrica.
No hay comentarios