El libro de Sarah. La Fortaleza del Tiempo de Vicente García

El libro de Sarah. La Fortaleza del Tiempo de Vicente García

   Todo escritor tiene que saber reinventarse. Esto es lo que ha hecho Vicente García, que ha dejado a un lado el mundo de los zombis, del que ya lleva escritos muchos cientos de páginas en su saga de Apocalipsis Island, para pasarse al género de fantasía juvenil con El libro de Sarah. Una novela que sin ser especialmente original en su argumento ‒lo hemos visto en Los mundos de Täryenn o en la más reciente Las puertas del infinito‒ ha sabido darle una vuelta de tuerca al tema del multiverso y de las realidades alternativas a través de un enfoque metaliterario, lleno de guiños, que será muy del gusto de los lectores más contumaces. Solo por eso ya merece la pena.

   La protagonista es Sarah, un personaje que entra dentro del cliché de adolescente rebelde, e incomprendida, protestona e inconformista con el mundo en el que vive ‒tuvo que mudarse y dejar atrás a sus amigos‒, un tanto rarita y de mucho carácter. Un día se encuentra por la calle con una persona idéntica a ella que, al verla, sale corriendo y en su huida pierde un móvil que está lleno de fotografías de sitios en los que aparece Sarah pero ella nunca ha estado. Esto es solo el principio de una aventura en la que Sarah tendrá no ya que salvar el mundo sino universos enteros. Así, en plural. Para ello tendrá que viajar a la Fortaleza, un lugar mágico en el que deberá aprender a viajar entre realidades alternativas y ejercitarse como guerrera para enfrentarse contra un maligno ejército de sombras y contra las terraformadoras, unas máquinas en forma de torres de estilo steampunk capaces de destruir universos.

   El gran acierto de la novela ha sido su enfoque metaliterario, muy al estilo de La historia interminable. No es solo que el personaje principal acceda a mundos de ficción y entre en contacto con personajes literarios, es que entre esos personajes están algunos de los más célebres de la literatura, como Sir Lancelot, Atreyu, el capitán Nemo, Tom Sawyer, el Mago de Oz, Sherlock Holmes, el profesor Moriarty, Robin Hood o el Cardenal Richelieu, entre muchos otros. La teoría que se sostiene en el libro sobre la creación literaria no tiene desperdicio: todos esos personajes existen en realidades alternativas mágicas y lo que hacen los autores cuando inventan mundos de ficción es reflejar por escrito las visiones que tienen de esos mundos. Como puede verse, además de fantasía y de ciencia ficción hay también mucho de literatura clásica en la novela.

   Una excepción sería el misterioso y aparentemente todopoderoso Julio Verne, no solo consciente de la existencia de esos mundos sino capaz de viajar entre ellos con absoluta libertad. Porque es posible viajar entre realidades, gracias a portales también literarios, como el espejo de Alicia, el armario de Narnia, el muro de Stardust, el lago de la dama de Avalon o el laberinto del fauno. Sin embargo, cuando las realidades, algunas dominadas por la magia y otras por la ciencia, entren en contacto unas con otras estallarán las catastróficas Guerras Universales.

   Durante toda la primera parte del libro la protagonista tendrá que formarse en la Fortaleza, con distintas asignaturas como las que tendría en un instituto. La referencia a Harry Potter es inevitable, sobre todo por las similitudes que hay entre la Fortaleza y el Colegio Hogwarts de Magia y entre los personajes de Sarah y el propio Harry y de Anticuario y Dumbledore. La gran diferencia es que Sarah no tiene la capacidad de hacer magia, o al menos eso es lo que parece en un principio. La xenofobia, que es un tema que está presente en los libros de J.K. Rowling, es también está presente en El libro de Sarah. En Hogwarts había magos que trataban de forma despectiva a los muggles, los nacidos en una familia no mágica o incapaces de hacer magia, a los que llaman sangre sucia. Ese rechazo hacia los no mágicos no solo está presente en la Fortaleza sino que es una constante en la que muy pocos magos no caen.

   Como ocurría en la saga de Apocalipsis Island, se nota que Vicente García domina bien el género y que ha querido darle una vuelta de tuerca usando la ironía como espina dorsal del relato. Sarah es consciente de que en la épica historia en la que se ve envuelta le ha tocado desempeñar el papel de elegida y rehuye en todo momento de lo que este rol implica. Además hay una visión bastante desmitificadora de casi todos los grandes personajes literarios y, por extensión, de la literatura clásica. En muchos momentos aparecen más para incordiar que para ayudar a la protagonista en su búsqueda.

   Un punto no tan positivo del libro es su planteamiento en forma de saga. Hay dos mitades muy diferenciadas: las dos primeras partes corresponden al periodo de formación de Sarah en la Fortaleza y la tercera parte es la acción propiamente dicha. No quiero decir con esto que la primera mitad del libro se haga pesada ni mucho menos. Vicente García ha sabido relatar el adiestramiento del personaje con bastante fluidez, pero como novela la acción se queda corta, a pesar de ser bastante trepidante. Aunque es un libro voluminoso se lee muy rápido, ya que el tamaño de la letra y de los márgenes es bastante generoso, por lo que creo que le harían falta por lo menos un par de centenares más de páginas para que la historia quedara más redonda. Hay que tener en cuenta que el Enemigo, del que prácticamente sabemos su nombre y poco más, apenas queda esbozado. La novela, entendida como un conflicto con un comienzo y un cierre, se queda un tanto coja desde mi punto de vista. El hecho de que sea el comienzo de una saga no debería implicar que no tuviera un buen cierre, como ocurre, sin ir más lejos, con los libros de Harry Potter o con los del propio Vicente García en Apocalipsis Island.

   Lo que sí es cierto es que el libro está planteado como un gancho perfecto para ir abriendo boca en un universo del cual el lector querrá conocer más. Si te gustan las historias de fantasía juvenil es probable que El libro de Sarah te sepa a poco, lo que no tiene por qué ser necesariamente malo. Lo más seguro es que quieras leer el resto de la saga para saber cómo continúa, que es lo que se intuye que pretendía su autor. Aunque eso implique un cierto riesgo a nivel individual, visto desde ese punto de vista hay que entender el libro como todo un éxito.

   Si quieres darle una oportunidad a El libro de Sarah puedes descargarte las primeras páginas del libro de forma gratuita aquí y aquí.

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