No es que el poeta, por el simple hecho de escribir poesía, tenga un tipo de muerte distinta al del resto de seres humanos. Sin embargo, el equipo de My Poetic Side ha realizado una interesante investigación sobre cómo afecta a los poetas la más humana de las circunstancias: la muerte. Después de analizar la muerte de 239 grandes poetas de la historia, han elaborado una infografía llena de curiosidades que se titula CSI poético: la vida y la muerte ‒bueno, solo la muerte‒ de los poetas. Se acompaña además de un artículo donde se analizan de forma más pormenorizada algunas de esas curiosidades.
Lo primero que puede verse es que las causas más comunes de muerte son el cáncer y los ataques de corazón, además de haber un importante porcentaje de muertes desconocidas. Esto es así porque puede existir algún misterio en torno a su muerte, aunque el motivo más común es que a medida que nos alejamos siglos atrás en la historia los datos son cada vez menos claros. Eso explica que haya tantas muertes desconocidas en el siglo XVI y a medida que nos vamos acercando al XXI estas van disminuyendo hasta desaparecer. Esto nos ofrece una visión muy poco exacta del siglo XVI. El paradigma de las muertes misteriosas en este siglo es Christopher Marlowe. Aunque se sabe que murió asesinado, es mucho lo que se desconoce sobre las circunstancias de ese crimen e incluso hay quien ha aventurado la hipótesis de que ese asesinato fue solo un montaje y que el autor murió por otros motivos.
A medida que avanzamos en el siglo XVII la esperanza de vida aumenta de los 46 a los 54 años. En este siglo ya hay más datos disponibles y como resultado solo se producen tres muertes por causas misteriosas. Irrumpe la tuberculosis, que se mantendrá en el siglo XVIII y que en el siglo XIX será la causa de muerte más común entre los poetas. No es de extrañar, ya que entre los siglos XVIII y XIX esta enfermedad provocó millones de muertes en toda Europa. John Keats, de hecho, falleció víctima de ella con tan solo 25 años. La gran muerte misteriosa del siglo XIX es la de Percy Bysshe Shelley, que se ahogó durante una tormenta en julio de 1822 ‒pero se baraja la teoría del suicidio‒.
En el siglo XX aparece el cáncer y se convierte en la mayor causa de muerte entre los poetas. Un dato sorprendente es el aumento significativo de los suicidios, nueve en total. Muy conocido fue el de Sylvia Plath, que lo intentó varias veces y finalmente lo consiguió el 11 de febrero de 1963 metiendo la cabeza dentro de un horno y asfixiándose con el gas. También hay muchos poetas asesinados en este siglo por su participación en las dos guerras mundiales.
Por último, aunque apenas hay datos para tener una visión del siglo XXI, sí que comprobamos cómo ha subido espectacularmente la esperanza de vida ‒el más joven en morir tenía 67 años‒. El cáncer sigue siendo la causa más común, y otros motivos muy habituales en siglos pasados como el suicidio o el asesinato casi han desaparecido.
No hay comentarios