Truman Capote

Truman Capote

   Desde autógrafos hasta primeras ediciones, pasando por cartas y toda clase de efectos personales, incluyendo un trozo de casa convertido en sujetalibros. No hay límites para el lector fetiche que ansía tener un pedazo de su escritor favorito. Sin embargo, la casa de subastas Julien´s Auctions ha llevado el fetichismo literario al siguiente nivel. Los idólatras de Truman Capote están de suerte: próximamente saldrán a subasta las cenizas del escritor. Los restos de Truman Capote saldrán a la venta en un lote de iconos e ídolos de Hollywood a partir de septiembre 23, con un precio de salida estimado de entre 4.000 y 6.000 dólares. Las cenizas se subastarán junto con su recipiente original, una caja de madera tallada de estilo japonés.

   La historia de las cenizas de Truman Capote están a la altura de las excentricidades del escritor. Capote murió en Bel Air el 25 de agosto de 1984, a los 59 años, de acuerdo con el informe del forense debido a «una enfermedad hepática complicada por flebitis y la intoxicación por drogas múltiples», es decir, por una mezcla explosiva de alcoholismo y sobredosis de pastillas. El escritor murió mientras se encontraba en la casa de su vieja amiga Joanne Carson, ex esposa del presentador de televisión Johnny Carson, en cuyo programa Capote había sido un invitado frecuente. Tras su muerte sus restos fueron incinerados y repartidos entre Carson y la pareja de Capote, el escritor Jack Dunphy ‒que siempre mantuvo que se había quedado con todas las cenizas‒.

   Dos años después de que Dunphy muriera, en 1994, su parte correspondiente de las cenizas fueron esparcidas en Crooked Pond, Southampton, donde los dos habían tenido una propiedad. Una lápida indica el lugar donde sus cenizas fueron arrojadas al estanque.

Caja con las cenizas de Truman Capote

Caja con las cenizas de Truman Capote

   La parte correspondiente a Carson, si es que creemos que ella también tenía cenizas, tuvieron una suerte desigual. En principio esas cenizas se mantuvieron en la habitación donde murió Capote, pero en 1988 fueron robadas durante una fiesta de disfraces de Halloween por uno de los invitados, junto con 200.000 dólares en joyas, y devueltas seis días después en el jardín de la casa. Años más tarde fueron robadas de nuevo, cuando Carson las llevó a la representación de una obra sobre Capote titulada Tru, pero el ladrón fue atrapado antes de salir del teatro. Se entiende que en 2013, cuando se le ofreció a Carson llevar las cenizas para el estreno de una obra en Broadway basada en Desayuno con diamantes, ella se negara.

   Con la muerte de Carson en 2015 las cenizas pasaron a convertirse en un negocio rentable. ¿Hasta qué punto es lícito subastar unos restos humanos? ¿Habría sido una jugada digna del propio Capote? Para Darren Julien, presidente de Julien´s Auctions, sí lo es. En una entrevista a Vanity Fair afirma: «Truman Capote amaba el escándalo. Amaba la publicidad. Y estoy seguro de que en estos momentos está mirando hacia abajo, riendo y diciendo ‘Eso es algo que yo hubiera hecho’».

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