Ayer tuve una conversación interesante tras cruzarme con el reallity show de las Kardashian. Para el que no lo sepa ‒yo no lo sabía‒ esta familia americana tiene un programa de algo a lo que llaman «telerrealidad» en el que se las ve viviendo una realidad alternativa para cualquier persona de a pie, y que en líneas generales trata sobre cómo malgastar fortunas en banalidades sin crear valor real de ningún tipo.

   No ya cultural, sino científico o artístico. El programa va sobre ver a varias personas en problemas que no son problemas (porque alcanzado un nivel económico uno no tiene problemas, sino caprichos insatisfechos) y en hacer bastante el payaso. Pero vale, es su dinero y su programa, pueden hacer lo que quieran.

   Sin embargo me pregunté qué haría si fuese tan rico como para que el dinero no fuese jamás una preocupación en mi vida. Imagina que te tocan 500 millones de euros en el euromillón y que de un día para otro no necesitas volver a trabajar. ¿Abrirías un show televisivo para entretener a las personas sin aportarles nada real, o harías algo más con ese capital?

Primera tentativa: dejadme en paz

   No pocas veces ha pasado por mi cabeza la idea de huir de la realidad real, la del día a día rodeado de gente de la que no deseo estar rodeado. Acudir a un lugar tranquilo, a ser posible en una cabaña de madera junto a un bosque a orillas de un lago al que solo se pueda acceder por un camino de tierra y que no aparezca en los mapas. Y llenar mi biblioteca de libros sobre ensayo, divulgación, y ciencia ficción.

   Por el hecho de que me gusta consumir contenido con el que aprender, de saber mañana algo más que hoy. Desde luego no me expondría a la opinión pública con un programa que lo que hace es anularla. ¿Para qué, si tengo todo el dinero que necesito, iba a hacer algo que no es lo que deseo hacer en cada momento?

   Probablemente el aislamiento social sería una de las primeras etapas y, algo aburrido, iría abriendo otras.

Segundo paso: patrocinando cultura

   Es muy probable que -mitad para entretenerme, mitad para tener más contenido que consumir- acabase por salir de mi cueva de madera con el objetivo de fomentar la creación de más contenido (de calidad) que echarme a la boca y con el que llenar el mundo.

   Imagina que, en lugar de la ciencia, a ti lo que te apasionan son las películas de drama o las obras de teatro filosóficas, o los conciertos para piano, los eventos deportivos, las novelas de amor, o las series de misterio. Bien, ahora imagina que posees tanto dinero que podrías pagar decenas de ellas antes de tener que preocuparte de los ingresos. ¿Ayudarías a la cultura?

Tercer punto: mejorar la sociedad

   No pocas veces digo que la sociedad me ha echado de sí misma, o bien que lo que me rodea no es sociedad. Hay demasiada falta de civismo como para que el sistema que me expulsará en su momento a la cabaña en el bosque sea considerado ciudadanía. Gente conviviendo junta sería un calificativo más apropiado.

   Gente maleducada, para más inri, cuyo objetivo parece ser el de pisotear el duro trabajo de otras personas que tratan de ayudar.

   De modo que es probable que tras aburrirme de mí mismo trate de sobreescribir aspectos sociales absurdos, como la escasez de educación, la aún enorme falta de escolaridad, el miedo hacia las matemáticas, la tortura de las bibliotecas con ruido, los centros educativos obsoletos… Elementos que conforman lo que a día de hoy es una lata en el suelo u orín en la calle, violencia de cualquier tipo y pobreza social.

   Abrir un centro de investigación, o apoyar económicamente a uno existente, sería un buen primer paso en esa línea. Para ver cómo mejorar esto a lo que llamamos civilización (de nuevo pienso que la palabra es demasiado grande para lo que tenemos entre manos) primero tenemos que ser conscientes de cuáles son los elementos que fallan, y corregirlos.

   Claro que para esto el dinero a desembolsar es considerable. Hay que luchar contra el que vende elementos como petróleo, tabaco, hormigón, azúcar… desenmascararlos mientras se demuestra a la gente que no tenemos que vivir según las normas económicas que se dictaron antes de nuestro nacimiento y que destrozan el planeta mientras nos adormecen.

   Luego recuerdo que no tengo nada de dinero, que en realidad soy de perfil casi pobre y que con mis exiguos ingresos apenas sí tendría para una de las paredes de la cabaña en el bosque. Lo que sí haré estas Navidades es regalar cultura en forma de libros, que es lo más parecido a crear un mundo mejor y a erradicar la estupidez humana.

   ¿Qué vas a hacer tú?

 

Imágenes | Yerson Retamal, Jonny Lindner

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