El rápido aumento de la clase media china y su creciente interés por títulos importados y traducidos ha llamado la atención de editores de todos los rincones del planeta. No en vano, es un mercado de más de mil millones de lectores potenciales y es la segunda mayor industria de libros del planeta.
En este mercado lleno de potencial los libros digitales están en pleno auge, a diferencia de lo que ha ocurrido en Occidente, donde se ha producido un cierto estancamiento de los formatos electrónicos, quizá debido en parte a un exceso de fatiga digital. Según una encuesta realizada por Global Systems para Mobile Association el país cuenta con 913 millones de usuarios de teléfonos inteligentes, a lo que hay que añadir datos de un informe elaborado por iResearch Global Group que indica que casi 153 millones de usuarios leen utilizando dispositivos móviles y 133 millones más lo hacen en ordenador. Unas cifras que se prevé que sean todavía más altas a medida que los servicios 4G se extiendan y el precio de los dispositivos baje aún más.
Un ejemplo perfecto es lo que ha ocurrido con los libros de Harry Potter. Desde que la saga comenzara a ser traducida en el año 2000 se han vendido ya más de 18 millones de ejemplares. Las ventas del último libro de la serie, Harry Potter y el legado maldito, están ya por encima de los 500.000 ejemplares. De hecho, casi se podría decir que las historias creadas por J.K. Rowling han conseguido introducir y popularizar las novelas YA en el gigante asiático. Además, desde hace algún tiempo una gran parte de la población está estudiando inglés, por lo que el problema de las traducciones quedaría en parte resuelto.
Sin embargo, eso no quiere que sea sencillo triunfar en el vasto mercado chino. Cada libro que se traduce tiene que pasar por un escrupuloso proceso de censura por parte de las autoridades, que en la actualidad puede suponer una espera comprendida entre tres y cinco años. La distribución de los libros y la eliminación de las copias piratas son otros de los grandes retos de una industria, la occidental, que poco a poco parece ir abriéndose camino en una industria que, a primera vista, parece muy prometedora. El tiempo dirá.
Buenas ¿Si yo traduzco una novela y la publico en el amazon chino también me censuran o analizan lo que escribo? Saludos.