Por desgracia estamos acostumbrado a que los términos y condiciones de un servicio estén plasmados en un documento largo, complicado e incluso hasta ininteligible. Qué más da, ¿acaso alguien los lee? Pero es que en muchos casos parece como si estuvieran escritos precisamente para eso, para no ser leídos. Es lo que ocurre con el dispositivo estrella de Amazon, el Kindle. ¿Imaginas cuánto llevaría una lectura completa de todo el documento? Con sus 73.198 palabras, nada más y nada menos que nueve horas de lectura ininterrumpida, mucho más de lo que se tarda en leer una novela no demasiado extensa.

   Choice, una plataforma australiana que se creó para defender los derechos de los consumidores, ha denunciado este hecho como parte de una campaña para que los términos y condiciones de todos los servicios sean reducidos y simplificados, para que resulten más transparentes para los usuarios y puedan ser realmente leídos. El equipo de Choice ha lanzado un vídeo gracioso y escalofriante a partes iguales en el que un actor escenifica la lectura del documento.

   Esta campaña está en la línea de otras ideas destinadas a hacer que este tipo de textos sean más cercanos a los usuarios, como la historia que Florence Meunier contó borrando palabras de los términos y condiciones de iCloud o la novela gráfica que el dibujante R. Sikoryak hizo a partir de los términos y condiciones de iTunes. Por desgracia, la experiencia de Choice no va a hacer que nadie se acerque a este documento sino más bien todo lo contrario. Aunque sea más largo que una novela, el texto de términos y condiciones del Kindle probablemente sea una lectura infumable ‒y lo digo por intuición porque jamás se me ocurriría leerlo‒. Ahora bien, estoy seguro de que como las novelas de misterio o de terror, este documento esconde giros dudosos e inesperados que podrían suponer alguna sorpresa desagradable para el usuario.

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