¿A quién no le ha pasado alguna vez que ha ido a coger un libro de una estantería y ha tenido que quitarle el polvo a lo Indiana Jones con una reliquia? Pues si esto es un fastidio más o menos frecuente en una biblioteca personal, donde puede haber varios cientos de libros o, a lo sumo, miles, no hay palabras para describir el calvario que supone en bibliotecas públicas o institucionales donde hay colecciones con decenas de miles de volúmenes. Es por eso que, aunque alguna vez hemos hablado de los peligros de ir incorporando tecnología a las bibliotecas, una máquina que ayude a realizar esta tediosa labor puede resultar una herramienta más que considerable para bibliotecarios.
Pues bien, hace unos días la Biblioteca Pública de Boston tuiteó el vídeo de una máquina, llamada Depulvera, que permite limpiar unos 12 libros por minuto, lo que equivale más o menos a unos 5.760 libros durante un día de trabajo. Esta máquina, fabricada por la empresa Oracle, utiliza una cinta transportadora con cepillos giratorios que van succionando el polvo y otros residuos. El bibliotecario únicamente tiene que ir metiendo libros en la máquina y recogerlos una vez ya limpios. Una de las grandes ventajas de este proceso, además del hecho de que está completamente automatizado, es que está diseñado para no causar ningún tipo de daño a los libros.
Depulvera no es, por cierto, la única máquina fabricada por Oracle para eliminar el polvo y la suciedad de los libros. Otro de ellos es Pulvisina, que es algo más lenta pero bastante más pequeña y manejable. En cambio, para libros más antiguos, delicados o deteriorados, Oracle ha creado Spirabilia.
[…] Esta máquina puede limpiar más de 5.000 libros al día […]