Si tu pasión es coger un libro, buscar un rincón cómodo en la casa y hacerte un ovillo para poder disfrutar de unas cuantas horas de lectura por delante, es posible que no tengas presente el gasto real del vicio de la lectura. El coste del libro, o de nuestro tiempo, son tan solo dos de ellos. Pero hay más.
El mayor coste de la lectura es estar cómodo, y eso implica una iluminación adecuada y un confort térmico que invite a leer. Condiciones que , por lo general, se traducen en luces encendidas sumado al aire acondicionado en verano o la calefacción en invierno. ¿Quieres ahorrar? Sigue leyendo, porque este artículo te interesa 😉
La importancia de la iluminación y la orientación de las habitaciones
Ya hablamos en su momento de aquellos lugares en los que los lectores se perdían, aunque hoy queremos enfocarlo al ambiente doméstico. De tu vivienda, ¿cuál es tu lugar favorito para leer? ¿Lo haces en el salón, tienes acaso un estudio o biblioteca, prefieres el fresco de la cocina, o eres de los que se meten en la cama a la mínima oportunidad?
Créeme, si te lo pregunto es porque importa. Y es una importancia que a final de mes se mide en euros de factura eléctrica. Si eres de los que encienden la luz para leer, te conviene tener en cuenta al Sol y sus horarios.
El Sol sale por el este, lo que significa que por la mañana habrá mucha luz por las ventanas de tu vivienda que dan en esa dirección. ¿Lees por la mañana? En ese caso te conviene colocar tu sillón, silla o puf bajo una ventana que dé hacia oriente.
Si tienes dudas sobre cómo está orientada tu vivienda, aquí algunos trucos para conseguirlo. Esto será muy importante más adelante:
- El este es el lugar por donde amanece, y por tanto por donde sale el Sol.
- Puedes usar una brújula para orientarte. En la aplicación de Google Maps hay una brújula. Pulsándola podemos usar el teléfono como tal.
- En la misma aplicación, podemos ver nuestra vivienda en planta. El este estará a la izquierda si dejamos el norte apuntando hacia arriba.
El Sol se esconde por el oeste. Si eres de los que lees a última hora del día (pero antes de que el Sol desaparezca) te conviene orientar la sala de lectura al oeste. Así aprovecharás las últimas horas de luz y evitarás el gasto de la luz artificial.
Recorrido del Sol en España (en el hemisferio sur el sol pasa más tiempo en la cara norte).
El Sol pasa más tiempo en el sur que en ninguna otra dirección. Esto significa que, si lees a lo largo de varios momentos durante el día, tienes varias opciones. O bien vas cambiando tu lugar de lectura de habitación en habitación (óptimo de cara a evitar encender la luz), o bien eliges una habitación que dé al sur. Así te garantizas luz solar durante toda la lectura.
Pero la iluminación no es lo único a tener en cuenta.
Evitar el aire acondicionado en verano y la calefacción en invierno
La gran ventaja de leer es que puede hacerse casi en cualquier lugar. Basta una silla, un sofá o, qué diantres, incluso el suelo, un lector y un libro. Y poco más. Eso significa que no es un disparate cambiar nuestro lugar de lectura durante el día, o incluso cambiarlo durante las estaciones. Haciendo esto, ahorraremos mucho en electricidad y/o gas natural.
En invierno, busca muros orientados a la luz solar. La radiación solar es el mayor emisor de energía aprovechable para calefactar nuestra vivienda. Esto significa que nos conviene tener alguna pared orientada al este por la mañana, sur durante la mayor parte del día u oeste en la tarde.
¿Por qué? Porque el Sol calentará esas fachadas durante horas, y actuarán de emisores de calor durante más tiempo aún. El término ingenieril para este fenómeno es radiación por masa térmica.
Imagina cualquier fachada de tu casa que esté orientada al Sol a lo largo de algunas horas al día. ¿Ya? Bien. Pues si esa pared es suficientemente gruesa (20 centímetros, o dos ladrillos en paralelo), te conviene situarte junto a ella mientras lees. Será tu calefacción gratuita gracias a su masa térmica.
En verano, busca muros orientados al norte. Precisamente por el mismo motivo, en verano nos interesa situarnos junto a muros que no almacenen energía. Si no tienes en la vivienda muros finos con poca masa térmica (mejor, por cierto), intenta leer en habitaciones situadas al norte.
El norte de la vivienda será el lugar más fresco de todos. Aunque te obliguen a encender una luz, su consumo será inferior al de poner el aire acondicionado.
Trucos low cost para leer sin climatización o luz artificial
No obstante, estos consejos no sirven para todo el mundo. Hay muchas viviendas orientadas hacia el este, norte u oeste en las que poco se puede hacer para elegir la orientación de lectura. Te hablamos de algunos trucos por si te pasa precisamente eso, aunque valen para todo tipo de vivienda.
Si la habitación de lectura tiene poca luz y es muy fría, puedes instalar espejos exteriores en las ventanas. ¿Visualizas el alféizar? Pues si instalas dos espejos en las paredes que forman el muro de la fachada, ahorrarás en luz todo el año y algo de calefacción durante el invierno. Cierto, tendrás que limpiarlos con frecuencia y tendrás que buscar espejos resistentes para exteriores. Sin embargo, el ahorro a largo plazo es importante. La solución es ideal para estudios que den al norte durante el invierno.
Si la habitación de lectura tiene poca luz y es muy cálida, busca tonos blancos para la decoración. Paredes blancas, mobiliario blanco e incluso una alfombra blanca. Estos tonos claros aportarán mucha luminosidad pero reflejarán parte del calor. Ideal para estancias de lectura al norte durante el verano.
Si ha habitación de lectura tiene mucha luz y es muy fría, prueba a oscurecerla con alfombras o cortinas opacas. Si puedes, negras. Estos colores almacenarán más calor, subiendo la temperatura, pero disminuirán el impacto de la luz solar. La ventaja de este método es que, si atardece o está amaneciendo (y hay poca luz) puedes abrir las cortinas para dejar pasar los rayos solares.
Si la habitación de lectura tiene mucha luz y es muy caliente, entonces te conviene usar cortinas blancas que reflejen los rayos del Sol. E incluso persianas blancas ligeramente bajadas o persianas venecianas (foto de arriba). Estas últimas son regulables, y evitan gran parte de la radiación solar que da calor o aporta demasiada luz a la estancia.
Como hemos visto, hay soluciones para todo tipo de lectores, ya que esto mismo se puede aplicar a lectores frioleros o calurosos. ¿Estás cansado de pagar tanto en calefacción o lectura para conservar tu hobbie? Pon en práctica algunos de estos consejos, porque tus facturas lo agradecerán.
Imágenes | Karolina Grabowska, Motions of the Sun Simulator, StruffelProductions, Piotr Siedlecki
No hay comentarios