Desde 2011, legiones de seguidores de George R.R. Martin esperan con ansiedad la próxima entrega de Canción de hielo y fuego, Vientos de invierno, mientras que la serie de Juego de Tronos continúa la narración por su propio camino. Tan desesperados están los fans de la saga que incluso la Universidad de Texas, depositaria del archivo más grande del escritor que existe, ha hecho un llamamiento para que los estudiantes, y el público en general, acuda a revisar sus documentos, en un intento por encontrar pistas que conduzcan a las próximas líneas narrativas. Por su parte, el ingeniero de software Zack Thoutt también ha intentando hacer cábalas a su manera: ha creado un bot con inteligencia artificial capaz de escribir su propia versión de la próxima entrega de la saga.
El bot está programado como una red neuronal artificial, es decir, un sistema formado por miles de nodos de datos diferentes que pueden trabajar juntos para procesar esos datos. A diferencia de un programa informático, que tiene que ser programado, las redes neuronales pueden modificar sus respuestas a lo largo del tiempo, utilizando sus propias bases de datos, en un proceso que bien podríamos equiparar al aprendizaje. Para escribir el próximo libro de Canción de hielo y fuego los datos que Thoutt introdujo en la red neuronal fueron las 5.376 páginas de los cinco libros anteriores, para que, de esta manera, la inteligencia artificial conozca los personajes, las localizaciones y el estilo de escritura de R.R. Martin. Thoutt añadió dos condicionamientos, el número de palabras que tendría cada capítulo y una palabra inicial de la que poder partir. De todo lo demás se encargó la red neuronal.
¿Cuál ha sido el resultado? De los cinco capítulos cortos que Thoutt ha publicado hasta el momento se puede decir que no van a ganar ningún premio literario, pero se dejan leer. Eso sí, aunque sean legibles, no son cómodos de leer, están llenos de citas y de descripciones que carecen de sentido dramático. Sin embargo, también hay que decir que el bot ha hecho realidad algunas de las teorías que los aficionados de la saga habían planteado, como que tal personaje acabará cabalgando a lomos de un dragón o tal otro terminará envenenado por uno de sus consejeros. La red neuronal también creó un personaje completamente nuevo llamado Greenbeard.
El experimento se complica debido a la prosa exuberante y descriptiva del autor de Juego de Tronos. La red neuronal ha tenido que manejar unas 32.000 palabras diferentes, cuando este tipo de inteligencias artificiales suelen trabajar con una cantidad mucho menor de palabras, más sencillas, y con menos localizaciones y personajes.
El de Thoutt no es ni mucho menos el primer intento de hacer predicciones sobre lo que va a ocurrir en la historia. Inverse ya utilizó a una empresa de Inteligencia Artificial para recopilar predicciones y tratar de combinarlas para hacer conjeturas sobre lo próximo que sucederá en la serie de televisión. ¿Acertará alguna de estas predicciones? Habrá que estar atentos para averiguarlo.
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