Una alfombra tridimensional e invisible de vectores orgánicos que rotan y se retuercen sobre sí mismos, virando su sentido con el tiempo a medida que quien escucha avanza a través de la siguiente pista, vibrando con las notas que los recorren y peinados mediante un cálculo basado en las sensaciones de quien presta atención al sonido. Únicos para cada persona, definidos con el poder de las matemáticas en base a las emociones. Estructuras congeladas en tiempos breves que fluyen en cuanto corren los segundos. Es casi una obra de arte que no podemos ver, oler o acariciar. Es un algoritmo.

Simulacion de Laniakea - algoritmo musical gran atractor

   Si te apasiona la música, es posible que este artículo te guste. Pero, en base a una conversación que tuve al respecto hace días, también es posible que acabes asqueado por su discurso. ¡La música se siente, no se calcula!, escucho en mi cabeza con una voz que finge enfado. Pero yo me pregunto, ¿por qué no ambos? ¿Y si los algoritmos que predicen la siguiente canción para ti encerrasen cierta belleza? ¿Por qué no ser eso mismo un arte efímero saturado de números?

El sistema de reproducción automática de YouTube sigue la mecánica estelar de los grandes atractores gravitatorios

   «Qué título más raro, no hay quien lo entienda», pensará la mayoría de la gente. Pero voy a intentar explicarlo porque hace algo más de un mes me di cuenta de lo que considero una serendipia maravillosa: el sistema de reproducción automática de YouTube, ese proceso por el cual salta una pista una vez ha acabado la anterior, puede ser dibujado sobre un diagrama causal para dar forma a estructuras que me recuerdan vagamente a los grandes atractores gravitatorios (como el Gran Atractor de Laniakea) porque tienden a conformar lazos más o menos cerrados (he detectado entre dos y seis canciones) sobre las que pasa una y otra vez.

 

mecánica estelar campos gravitatorios

   Ocurría un 21 de agosto de 2017, y escuchaba un concierto de Thom Yorke en YouTube. Acostumbro a tener siempre música de fondo para escribir, y dado que me dedico a ello entre seis y doce horas diarias puedo decir con ilusión que puedo permitirme el lujo de vivir escuchando música. Pero pocas horas después de empezar a redactar vino el bloqueo, que visualizo como un disco de vinilo con ese tipo de muesca que hace que la aguja salte de nuevo al minuto anterior, estropeando la experiencia de degustar música. Me centré en lo que sonaba y me di cuenta de que había escuchado esa misma canción hacía poco. Entré a la pestaña de reproducción y pulsé sobre la siguiente pista. Esa también la había escuchado apenas unos minutos antes, y la siguiente también. Y la otra.

   En un particular Día de la marmota, el reproductor me daba una lista casi cerrada de canciones que había escuchado a lo largo de la mañana, como si Thom Yorke no tuviese más discografía que las diez o doce pistas que me ofrecía el sistema, una y otra vez. ¿Qué había ocurrido con el resto de la música? ¿Por qué las canciones parecían gravitar hacia esas que me mostraba? ¿Formaban una estructura? Hacía falta hacer un experimento para confirmar esta hipótesis porque, ¿y si las listas de reproducción de YouTube simulasen la gravitación de los grandes atractores?

El gran atractor de Laniakea

   Es posible que los lectores no hayan oído hablar de Laniakea, esa pequeña parcela del cosmos formada por el supercúmulo de galaxias al que pertenece la nuestra. Esta estructura de cielos inconmensurables (es lo que significa la palabra hawaiana) tiene a su vez una particularidad que se da a menudo en el universo: atrae la materia cercana, motivo por el que recibe el nombre de el gran atractor de Laniakea.

laniakea shapley gran atractor

   La Luna gira alrededor de la Tierra, esta lo hace alrededor del Sol, que gira a su vez sobre la Vía Láctea a lo largo de uno de los brazos de la espiral. La mayoría de las explicaciones se quedan aquí, sin mencionar que la Vía Láctea parece precipitarse hacia una superestructura a la que llamamos Supercúmulo de Laniakea. En la imagen superior se pueden ver, como nervios, los diferentes caminos gravitatorios que seguirían las galaxias o. Ramificaciones hacia un núcleo deprimido del universo, zarcillos cósmicos que representan el paso gravitatoriamente deprimido de enormes estructuras, como la cuenca de un río sobre la que sabemos fluirá el agua cuando llueva. Por lo que sabemls, hay miles de millones de estas formaciones, con la salvedad de que este es el más cercano a nosotros.

Laniakea cúmulo

   Si una pista me llevaba a otra, gravitando siempre hacia un conjunto de dos a seis canciones, quizá YouTube podía ser representado mediante una imagen similar. Nubes de canciones que orbitan y se precipitan hacia la siguiente. Y, al final, un lazo.

El diseño del experimento

   Las hipótesis están bien, pero han de ser demostradas para resultar válidas. De modo que el mismo 21 de agosto diseñé un experimento, anotando todas las pistas por las que la reproducción automática pasaba hasta dar con el lazo cerrado o cúmulo (atractor) sobre el que las canciones caían.

   Pronto (varias horas después) localicé un lazo de cinco pistas de Thom Yorke que se repetían y se llamaban unas a otras: Lollapalooza, Analyse, Ingenue, un concierto en Québec, y Black Swan.

atractor musical thom yorke

   Una vez di con esta estructura deprimida de la lista de reproducción, amplié el círculo y apunté 50 pistas relacionadas que incluían el nombre de Thom Yorke en su título. Las anoté sobre un papel, elegí la primera y le di a reproducir. Luego la segunda, y la tercera, anotando las siguientes pistas de reproducción automática hacia las que caían.

   Algunas pistas, como The Clock (es evidente que hay más de un The Clock de Yorke en YouTube, pero elegí solo una de sus versiones) caían en un 100% de los casos en Cymbal Rush (de nuevo, una de las versiones), mientras que otras pistas, como Hearing damage, caían en un 95% hacia Analyse y un 5% de las veces hacia Ingenue.

the clock ingenue gran atractor

   Hice, para cada pista, un total de 20 reproducciones, e ignoré buena parte de las canciones elegidas. Por ejemplo, en el diagrama en forma de flechas que he plasmado aquí he dibujado solo aquellas canciones que llevan en al menos en un 50% de las veces a una única canción. La mayoría de las pistas caían en proporciones no consistentes hacia otras pistas, quizá extremos de sus propios atractores en algún otro lugar de YouTube.

thom yorke atractor lista de reproducción

   Una vez tuve suficientes datos los guardé y volví a repetir el experimento los días 24 y 27 de agosto de 2017. Los resultados eran muy parecidos, pero no idénticos. El lazo central permanecía casi estable, pero el día 24 la pista Ingenue llevaba al concierto de Québec en tan solo un 95% de las veces. El día 27 de agosto, el concierto de Lollapalooza llevaba un 10% de las veces fuera del atractor, aunque este permanecía consistente en cierta medida.

   Tras esto, y durante los siguientes quince días, presté atención a las canciones que sonaban en la lista de reproducción, notando a menudo cómo YouTube recomendaba varias veces la misma canción a lo largo del día. Y cómo estas no se repetían en exclusiva, sino acompañadas de otras canciones que ya había escuchado, en estructuras similares a esto que he mostrado antes:

mecánica estelar campos gravitatorios

A-B-C-B-C-B-C-(B-C)-(B-C)…

A-B-C-D-E-F-D-E-F-(D-E-F)-(D-E-F)…

A-B-C-D-E-F-G-(D-E-F-G)-(D-E-F-G)…

   Aunque sospecho que son más frecuentes las cadenas con lazos más abiertos, de decenas o incluso cientos de canciones, es curioso cómo uno acaba precipitándose a listas de reproducción circulares.

Algunas conclusiones que considero divertidas

   Tras los experimentos saqué algunas conclusiones divertidas, interesantes y, para mí, bonitas:

  1. Los lazos de canciones, a los que llamé atractores por el Atractor de Laniakea, parecen frecuentes en YouTube. Existen, y son consistentes durante un tiempo.
  2. Sin embargo, mutan a medida que transcurren los días, quizá por el uso que el usuario da a la plataforma. A medida que interacciona con la misma, pulsa sobre Me gusta o No me gusta, modifica su propio perfil y con ello los resultados de salida.
  3. De ser este el motivo, estos atractores son únicos y específicos para cada usuario, y caducos.

   Es curioso cómo estas estructuras de datos se encuentran, invisibles, entre nosotros, y cómo los algoritmos son capaces de crear una belleza orgánica de la que no somos conscientes. Habrá quien diga que la música no está para esto (sí, estoy pensando en ti, E.), que en cierto modo la desprestigia, pero no puedo evitar emocionarme al descubrir formas de arte transgresoras dibujadas con el propósito de hacer disfrutar de la música.

   Dedicado a E., por hacerme entender el amor a la música de un modo diferente, abierto y menos racional.

   Imágenes | Spacelads, Elmo Tempel, Richard Powell

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