Cómo ser Bill Murray, de Gavin Edwards

«El genio más imprevisible del planeta», esa es quizá la mejor definición que podría hacer nadie sobre el gran e inigualable Bill Murray. Y como buena figura famosa, este genio se merecía un libro en su honor. El encargado de escribir dicho libro ha sido Gavin Edwards, escritor americano, cuyo titulo es: Cómo ser Bill Murray. O, en su idioma original: «The Tao of Bill Murray: Real-Life Stories of Joy, Enlightenment, and Party Crashing», publicado por Random House en 2016. A España nos llegó ese mismo año, pero de la mano de Blackie Books.

Como gran aficionado al cine y entusiasta de la figura del señor Murray (algunos recordaréis que le dediqué un artículo a sus locuras), este libro llamó poderosamente mi atención cuando lo descubrí en las librerías. Ahora, tras haber podido degustarlo, puedo deciros que se trata de un acercamiento, como el titulo bien deja entrever, a la personalidad del actor y humorista estadounidense. No pretende ser una autobiografía, ni un ensayo detallado, ni una especie de novela dramatizada. Cómo ser Bill Murray funciona de dos formas muy sencillas en cuanto le echas un vistazo a su índice de contenidos.

La primera parte del libro, puede que la más interesante y divertida para el lector, está repleta de anécdotas y curiosidades de Bill. Su estilo de vida queda aquí retratado con una lista dividida en diez puntos, que intentan resumir la filosofía que usa la estrella en su día a día. Es sabido por todos que Murray es un famoso único en su especie, pocos en Hollywood pueden igualar su desparpajo y esa sensación de buen rollo que él contagia por el mundo. Estos principios, como así los llama Edwards, son una excusa perfecta para desglosar la personalidad alocada de Bill, y al mismo tiempo usar un montón de vivencias para ejemplificar esto mismo. Las anécdotas son muchísimas y variadas, de lo más sorprendentes e hilarantes, hasta lo más absurdo y clásico del actor. Si ya eres fan de Bill, habrá algunas que conozcas, pero estoy seguro de que muchas otras serán toda una novedad. Edwards no se deja nada en el tintero y reúne curiosidades de todas las etapas de la vida de Bill. Hay tantas que es imposible aburrirse, de hecho, yo mismo quise compartir algunas de las más destacadas en un hilo de Twitter.

De esta primera parte uno puede sencillamente dejarse llevar y echarse unas risas, o intentar comprender un poco mejor el porqué de la personalidad de Bill Murray. Hay una pequeña pizca filosófica que rezuma por todo el libro, y el lector también puede, a medida que avanza en la lectura, aplicar parte de la gracia de Bill a su manera de ver la vida. A fin de cuentas, todos los principios están centrados en la forma en que Bill decide vivir (aunque él es una estrella internacional millonaria que puede permitirse ciertas licencias y lujos, claro…)

No obstante, el libro encuentra su contrapunto a la locura desatada en su segunda mitad, la cual está dedicada exclusivamente a repasar la amplia filmografía del actor. No tiene mucho misterio. Gavin Edwards hace mención a todas y cada una de las películas de Bill, añadiendo incluso algún que otro producto especial (y descartando efímeras apariciones no acreditadas o pequeños papeles para televisión). Esta parte deja de lado las aventuras personales y privadas de Murray, y da protagonismo a su carrera profesional como actor. Cada película es ligeramente analizada, se hace un breve resumen de su argumento, y se menciona el papel que desempeña con mayor o menor éxito Bill. Aunque con menos gracia que su primera parte, los más cinéfilos disfrutarán igualmente de este repaso cinematográfico y encontrarán en él alguna que otra destacada anécdota relacionada con los trabajos de Bill.

El libro es, además, una fuente inagotable no solo de lo que opina Edwards de Bill Murray, sino también de lo que piensan de él algunos compañeros de profesión. Se pueden leer declaraciones de personalidades tales como Sofia Coppola, Barry Levinson, Ivan Reitman, Harold Ramis, Dan Aykroyd, Jim Jarmusch, Melissa McCarthy, Ted Melfi, o Naomi Watts, entre muchos otros. Y un detalle que le da más desenfado a su lectura son las eventuales ilustraciones sobre Bill que pululan entre sus páginas, un guiño muy guay. En general, todo en este libro juega sus bazas para transmitirte un aura de diversión y placidez.

No me cabe la menor duda de que es una lectura mínimamente disfrutable para cualquier amante del cine, pero sobre todo, una muy divertida y amena para cualquier fan del actor (no puedo decir lo mismo en el caso de que Bill no cuente con tu simpatía, o el mundo del cine no te interesa demasiado). Si te gustan sus películas, si te hace gracia, si alguna vez sonreíste al oír alguna locura suya… Entonces Cómo ser Bill Murray seguramente será un entretenimiento genial para ti con el que matar los tiempos muertos. Y puede que también un manual para hacer de tu vida, al menos, un poquito mejor. Para Gavin Edwards lo ha sido, así resume su experiencia: «Escribir este libro ha sido una alegría continua, porque no he dejado de descubrir una anécdota maravillosa tras otra, pero también porque estas historias me han servido de inspiración para no vivir mi vida con el piloto automático puesto».

De lo que a mí no me cabe duda es de que, sí, Bill Murray es el genio más imprevisible del planeta. Este libro lo demuestra.

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