Vincent Van Gogh nació un día como el de antes de ayer, 30 de marzo de 1853. Aprovechando una exposición multisensorial (imágenes, textos y música) que está estos días en Sevilla, he aprovechado a charlar un largo rato a solas con él: la experiencia me ha cautivado. Intentaré explicar por qué.
Lo primero que me ha costado es elegir una foto para poner encima de estas palabras; porque tenía demasiadas donde elegir, y casi todas las frases son merecedoras de dedicarles atención, y el esfuerzo necesario para unos momentos de reflexión. Finalmente me he quedado con: «Llevo en esta tierra 30 años y como agradecimiento, quiero dejar algún recuerdo.»
La exposición consiste en esto:
Primero se pasa por la tienda de recuerdos, que a la salida es también con lo que nos vamos a tropezar. Después le sigue una galería de cuadros organizados de forma cronológica, con los paneles informativos con los detalles más relevantes de cada etapa de la vida del pintor, con sus avatares y vicisitudes concretos. Como curiosidad, una copia manuscrita de la última carta, inconclusa, de Vicent a su hermano, encontrado después en el bolsillo de la camisa que llevaba puesta cuando se disparó, hiriéndose de muerte. La visita continúa por una zona para que los niños pinten con tizas de colores en las paredes y otra sala más, con atriles para dibujar, con papel y lapicero, frente a dos pantallas con vídeos tutoriales para aprender a dibujar, o un cuerpo o un paisaje o una cara. Y ya pasada la introducción al autor, la guardería para niños chicos, y la de adolescentes que se aburren, entramos en lo que verdaderamente es la exposición multisensorial propiamente dicha. Esta consiste en una gran sala blanca, con techos muy altos comparados con los cuartos de donde venimos, que a su vez eran muy oscuros. El espacio principal está lleno de pantallas como las de los cines, de diferentes tamaños y formas, y en el suelo hay un montón de puffs para elegir uno y dejarse llevar.
Al entrar en ese gran salón exponiendo cuadros de Van Gogh y frases del propio pintor, sacadas en su mayoría de las cartas a su hermano Theo, tuve que decidir donde echarme; y es que cada 4 pantallas, más o menos, se repetía toda la proyección, y no es lo mismo tumbarse a disfrutarlo mirando a la puerta por la que entran el resto de espectadores, o como elegí yo, al fondo del todo contra la pared y como un burro con orejeras que le aíslen del resto del mundo. Allí me tumbé, me puse cómodo con los pies cruzados y los dedos de las manos entrelazados detrás de la cabeza, y me quedé un rato a solas con Van Gogh, compartiendo confidencias entre cuadros, frases, y una maravillosa música de fondo que hacía aún más profunda la inmersión en la historia.
Te propongo que dejes sonando la siguiente canción mientras te quedas tú también un rato a solas, y si es posible en silencio, con Van Gogh…
Música: Gymnopédie Nº 1 de Erik Satie.
- El arte requiere una observación constante.
- Para el beneficio de la propia salud, es muy necesario trabajar en el jardín y ver las flores crecer.
- En cierto modo, estoy contento de no haber aprendido a pintar.
- Sueño con pintar, y entonces, pinto mi sueño.
- Estoy buscando, estoy esforzándome, lo estoy haciendo con todo mi corazón.
- Uno debe trabajar y correr riesgos, si realmente quiere vivir.
- A pesar de todo, me levantaré otra vez, cogeré el lápiz que he abandonado en mi gran desmotivación y seguiré con mi pintura.
- Siento una cierta calma. Hay seguridad en medio del peligro. ¿Qué sería la vida si no tuviésemos el valor de intentar algo?
- No puedo cambiar el hecho de que mis pinturas no se vendan. Sin embargo, llegará el momento en que las personas reconocerán, que valen más que el precio de las pinturas utilizadas en la imagen.
- No viviré sin amor.
- Tienes que ser claramente consciente de que las estrellas y la infinidad están sobre ti, en lo más alto. Después de todo, la vida es encantadora.
- A menuda, las personas son incapaces de hacer cosas; están encarceladas en no sé qué clase de jaula terrible, terrible, terrible…
- Algún día, la muerte nos llevará a otra estrella.
- Siento que no hay nada más lleno de arte que amar a las personas.
- El amor es algo eterno; el aspecto puede cambiar, pero no la esencia.
- Hay tantas personas, especialmente entre nuestros amigos, que creen que las palabras no valen para nada. Al contrario, ¿no es verdad que decir bien una cosa, es tan interesante y difícil como pintarla?
- Desearía que me aceptaran como soy.
- Siempre estoy creando lo que aún no puedo realizar, con el objetivo de aprender cómo se hace.
- Aunque a menudo sumido en una profunda tristeza, todavía hay calma, armonía y música en mi interior.
- Al final, tendremos suficiente cinismo, escepticismo y disparates, y querremos vivir de una manera más musical.
- Las pinturas tienen vida propia, que reflejan el alma del pintor.
- Con la pintura quiero representar algo reconfortante, de la misma manera que reconforta la música.
- Un gran fuego arde dentro de mi, pero nadie se detiene a calentarse con él y quienes pasan cerca, sólo ven un delgado hilo de humo.
- Me parece que el deber de un pintor es poner una idea dentro de su trabajo.
- Uno no puede estar en el polo y en el ecuador al mismo tiempo. Debes elegir tu lugar, como espero hacerlo, y probablemente ese sea donde esté el color.
- La observación de las cosas durante mucho tiempo es lo que te hace madurar y lo que te hace entenderlas de manera mucho más profunda.
- El idioma de los pintores no es el que uno debe escuchar, si no el de la naturaleza.
- Tengo la naturaleza, el arte y la poesía. Si eso no es suficiente, ¿qué es suficiente?
- Las grandes cosas, están hechas por la unión de una serie de pequeñas cosas.
- Si estudiamos el arte japonés, descubriremos a un hombre que es indudablemente sabio, filosófico e inteligente, que pasa su tiempo estudiando una solitaria hoja de pasto.
- Los pescadores saben que el mar es peligroso y la tormenta terrible. Sin embargo, esa no es razón suficiente para quedarse en la orilla.
- Para hacer un buen trabajo uno debe comer bien, tener una buena casa, tener aventuras amorosas de vez en cuando, fumar su propia pipa y tomar su propio café en paz.
- Pasamos toda nuestra vida ejercitando inconscientemente el arte de expresar nuestros pensamientos con la ayuda de las palabras.
- Prefiero morir de pasión a morir de aburrimiento.
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