En 1627, durante la guerra anglo-francesa, el ejército inglés invadió Francia el 12 de julio de 1627. Ese mismo día, el 22 de julio de 1627, las tropas francesas defendieron la incursión inglesa. Espera, ¿qué? Si la batalla fue el mismo día, ¿por qué tenemos dos fechas distintas? En lo único en lo que coincidían ambos ejércitos es que el otro ejército era el enemigo, que hablaban raro, y que aquel día era jueves. ¿Por qué?
El día en que 1752 perdió 11 días
Vamos a coger la máquina del tiempo que guardamos a buen recaudo en ‘La Piedra de Sísifo’ y que a veces usamos para juguetear con el tiempo, y a viajar durante unos minutos a la España de 1752. Como podemos ver en el calendario de abajo, 1752 fue un año completamente normal:
Todos los meses están en orden, ya por aquel entonces teníamos registrados los movimientos lunares, y debidamente marcados los sábados y domingos. Además, están presentes todos los días, uno detrás de otros. Febrero tiene 29 días, pero si recorremos años anteriores y posteriores vemos que está rodeado por seis años con febreros de 28. Bisiesto, todo normal. Circulen, que aquí no se les ha perdido nada.
Sin embargo, haciendo una rápida parada en otro país, como por ejemplo Canadá, nos topamos con un suceso realmente extraño: falta un pedazo de septiembre. En concreto, faltan 11 días, como se puede comprobar en el calendario de abajo. No es Photoshop, puedes comprobarlo aquí. Realmente en Canadá el año 1752 duró 11 días menos que en España y Francia. En Estados Unidos, Inglaterra e India, también hubo un acortamiento similar.
¿Dónde están los días perdidos de Canadá?
¿Por qué Inglaterra invadió Francia el mismo día pero 10 días antes según el calendario? ¿A dónde puñetas fueron los días perdidos de Canadá un siglo después? Para visualizar esto hemos de viajar al año 46 a.C., el último año del calendario romano prejuliano.
Ya por aquel entonces se habían dado cuenta de que el calendario tenía una deriva de algo menos de un día cada cuatro años. Intentaremos explicar esto sin hacer uso de complejas fracciones.
A pesar de que todos sabemos que los años tienen 365 días esto no es del todo cierto. Formalmente tienen 365,2421891 días, y esos 0,2421891 decimales han dado muchos problemas desde que fueron descubiertos. La vuelta al Sol dura lo que dura, no podemos cambiarla.
Imagine el lector que cada año que pasa se añade un error de unos 0,25 días. En 400 años tendríamos un desfase de 100 días, y las estaciones no coincidirían con el calendario. Para solucionar este problema se inventaron los años bisiestos. Estos agregan un día (en principio de fiesta) a final de febrero cada cuatro años. Et voilà, problema corregido… más o menos.
Se había solucionado el problema “gordo” de los 0,24 días al año que ocasionaban problemas a corto plazo, pero todavía quedaban decimales a medida que la Tierra giraba alrededor del Sol. En concreto, existía una deriva anual de 0,0021891 días. Puede no parecer mucho, pero esto significaba que cada 128 años el año volvía a tener una deriva de un día. Un error pequeño pero no despreciable.
—Bah, un día cada 128 años no es nada, ¿quién va a notarlo? —pensaron los políticos del año 52 a.C. mientras mandaban ejércitos a todas partes del globo conocido (por aquel entonces plano). Varios siglos más tarde, Inglaterra y Francia se invadieron mutuamente, a la vez, pero con una diferencia de 10 días en el calendario.
¡Por favor, actualicen sus relojes!
Este desfase no es único entre Inglaterra y Francia o Canadá y España. Algunos países habían introducido el día extra bisiesto para no celebrar el Año Nuevo y la Fiesta de la Cosecha el mismo día, pero a algunos se les había pasado [¡Ops!] actualizar cada 128 años su calendario. Como resultado, en el siglo XVIII algunos países iban 11 días por delante de otros.
Incluso hay contradicciones rarísimas, como la de George Washington. Si buscamos en Google por este personaje encontramos que nació el 22 de febrero de 1732. Sin embargo, en su partida de nacimiento pone claramente que nació el “11 Day of February 1731/2”. ¿Cómo es esto posible?
En realidad es más fácil de lo que parece. La partida de nacimiento de George Washington es correcta, pero usaba el calendario juliano que se había puesto de moda en el 52 a.C. y había entrado finalmente en vigor en el 45 a.C. Varios siglos más tarde, en 1582, el Papa Gregorio XIII promulgó un nuevo calendario.
Hoy lo conocemos como el calendario gregoriano, y es mucho más exacto que el anterior. De hecho, si saltamos de nuevo en nuestra máquina del tiempo veremos que el calendario para España tenía algo extraño. ¿Lo ves?
¡Octubre tiene tan solo 21 días en lugar de 31! Ocurre que durante varios siglos el calendario había estado usándose mal, y el bueno de Gregorio decidió sabiamente que había que corregirlo. Y menos mal que lo hizo. Sin embargo, Inglaterra no actualizó su calendario, y llevaba casi un siglo colonizando medio planeta y poniendo allí donde iba su horario inglés (además del té).
En 1582 ambos “relojes” se llevaban 10 días, pero en 1752 la cifra había ascendido a 10. La situación resultaba insostenible. Las guerras duraban más burocráticamente que las batallas que daban lugar al papeleo. La mitad del mundo usaba un calendario y la otra mitad usaba otro, hasta que alguien se levantó y pidió con amabilidad «Por favor, actualicen sus relojes, o nos veremos obligados a invadirles».
En 1753 casi todo el planeta usaba ya el mismo calendario, lo que simplificó muchísimo las guerras. Seguían muriendo miles de soldados, claro, pero daba gusto ver cómo las notas de ambos ejércitos, al menos, coincidían en la fecha.
Imágenes | Osman Rana
[…] Hablemos de 1752, el año en que septiembre perdió 11 días: “En 1627, durante la guerra anglo-francesa, el ejército inglés invadió Francia el 12 de julio de 1627. Ese mismo día, el 22 de julio de 1627, las tropas francesas defendieron la incursión inglesa. Espera, ¿qué? Si la batalla fue el mismo día, ¿por qué tenemos dos fechas distintas? En lo único en lo que coincidían ambos ejércitos es que el otro ejército era el enemigo, que hablaban raro, y que aquel día era jueves. ¿Por qué?” […]
Quiero dejar mi comentario por supuesto no es el e la ciencia, el día que sele agrega a febrero no es porque e diaesmas largo de 24 horas y minutos si no que el retrocedió 6 horas en el reloj de acaz acaz fue un rey de Israel en isaias 38:8 vemos ese evento 10 gradas en un reloj de piedra significa que era un edificio de gradas y que e la sombra del sol retrocedió 10 gradas significa que fueron 6 horas ,para explicar esto hay que leer enoc capitulo 72:32 don
Donde dice que la noche tiene 9 partes ,el dia tiene 9 partes por tanto son 18 horas y no 24 ,por ende son horas de 80 minutos y no 60 ,entonces el sol retrocedió 10 gradas que son 4.5 horas bíblicas, sumados los minutos son 360 dividido entre 60 son 6 horas ,entonces cada año acumula 6 horas y cada4 años acumula 24 horas por eso a febrero le agregan un día cada 4 años ,y como aquí en este artículo dice la tierra en ese entonces era plana aún siguesiendo plana el sol es quien gira no la tierra gracias