En 1910 Joan Bruguera funda la editorial El Gato Negro, que a partir de 1921 publica la mítica revista Pulgarcito. En 1939 la editorial cambia su nombre por el de Bruguera, que a partir de esa década irá creciendo hasta convertirse en una de las editoriales más relevante del país. A partir de ese momento, además de Pulgarcito, la editorial publica otras revistas como El Campeón, Super Pulgarcito, Magos de la Risa, El DDT, Tío Vivo o Can Can. En la década de 1970, ya como la editorial de tebeos más importante de España, multiplicaron enormemente su producción de tebeos, aprovechando el éxito de sus personajes estrella y entremezclando las historietas actuales con las antiguas. Al mismo tiempo publicaría otro tipo de libros también de bastante tirón comercial, desde Corín Tellado o Marcial Lafuente Estefanía hasta Jorge Luis Borges, García Márquez o Juan Marsé. Sin embargo, en la década de los ochenta la editorial entra en crisis y en 1986 cierra sus puertas. Es entonces cuando el Grupo Zeta adquiere su fondo adjudicando el mismo a Ediciones B. En 2006, volvió a relanzarse como un pequeño sello editorial dentro de Ediciones B, bajo la dirección de Ana María Moix, recuperando incluso el logotipo del Gato Negro, aunque más estilizado. Hasta hoy este sello ha seguido publicando novedades de históricos de la historieta como Francisco Ibáñez o Jan, además de reeditando el fondo de estos y otros grandes autores como Víctor Mora, Escobar, Peñarroya y una larga lista de autores.

Ahora Penguin Random House Grupo Editorial, que hace unos meses compró Ediciones B, ha anunciado que relanzará el sello Bruguera a partir de septiembre de este año. La idea es recuperar el espíritu que la convirtió durante buena parte del siglo XX en la editorial de tebeos de referencia, y para ello se propone publicar unos 45 títulos al año, además de convocar el Premio Bruguera de Cómic y Novela Gráfica a partir de 2019.

Bruguera apuesta en esta nueva etapa por combinar reediciones de los grandes clásicos con los que alcanzó el éxito, muchos de ellos obras que no han vuelto a ver la luz desde que fueran publicados por primera vez, con nuevas voces del cómic del panorama nacional e internacional, en la línea del espíritu innovador que tuvo la editorial en el pasado. Así, junto a recopilatorios con lo mejor de personajes emblemáticos como Mortadelo y Filemón, Vázquez, sir Tim O’Theo, Zipi y Zape o Superlópez, encontraremos a Inés Jimm como representación del panorama nacional o Calvin y Hobbes y Los Simpson como muestra del internacional.

La noticia no puede ser más prometedora para todos aquellos que disfrutamos de las historietas de la editorial y para todos los amantes del cómic en general. Durante décadas Bruguera revolucionó el mundo de la edición apostando por nuevos talentos y consiguiendo darlos a conocer a los lectores. Supo desarrollar el lado más industrial de la edición, siempre pendiente de su evolución, con la implantación de la bicromía o el color en las revistas, la continua experimentación con formatos o fórmulas. Fue una editorial rebelde, innovadora, capaz de crear tendencia y de dignificar las publicaciones infantiles. No hay duda de que después de su desaparición la industria de las revistas periódicas y de las novelas populares se vio seriamente afectada y comenzó a desmoronarse. Que Bruguera vuelva puede significar una nueva edad de oro para el cómic español, que últimamente pasa por una salud inmejorable. Esperemos que así sea.

Comentarios

comentarios