Mi predilección por Lao Tse ya es conocida si habéis leído artículos pasados. En este texto tomo prestadas algunas frases de un audio que he escuchado con mucha atención. Transcribiré aquí los extractos que me gustan más, y al final del texto os dejo el enlace al audio completo de 14 minutos.

Dice así:

«Confucio siempre se sintió inquieto con las enseñanzas de Lao Tse, así que un día fue a verlo. Confucio era un hombre muy moral, un hombre de carácter, de grandes maneras, de etiqueta, un caballero. La caballerosidad es la meta de toda la filosofía confuciana. Confucio dice, Un hombre tiene que convertirse en un caballero, él es impecable, tú no puedes encontrar una fisura en su carácter, es un hombre con un gran conocimiento apoyado por la tradición, por las convenciones, las escrituras… respetado por reyes y reinas, respetado en todo el país… Así que esperaba que Lao Tse se comportara de forma respetable. Pero Lao Tse estaba sentado y ni siquiera se puso de pie para saludarlo, ni siquiera le dijo Siéntese señor, ni le prestó mucha atención. Confucio se enojó mucho, Qué clase de maestro es este, pensó, y le dijo, Es que no sabe comportarse. Lao Tse dijo, Si quiere sentarse, siéntese, si quiere estar de pie, hágalo, quién soy yo para decir algo al respecto, es su vida, no interfiero. Confucio se quedó estupefacto. Luego preguntó algo sobre El Hombre Superior, sobre El Caballero, y Lao Tse dijo, Nunca me he cruzado con algo superior o inferior, los seres humanos son seres humanos, como los árboles son árboles, y todos participan de la misma existencia, nadie es superior y nadie es inferior, además todo eso es una tontería y pura basura. Confucio se asustó mucho, además, ese hombre, Lao Tse, estaba rodeado de un profundo silencio, era un pozo de silencio. Confucio regresó. Sus discípulos le preguntaron qué pasó con Lao Tse, No os acerquéis nunca a ese hombre, respondió él, Es peligroso, si te acercas a un tigre puedes de alguna forma salvar tu vida, si te acercas a un león puedes salvarte, pero ese hombre es como un dragón, un dragón volador, os matará, no vayáis a verlo nunca, cada vez que oigáis que Lao Tse ronda por ahí, escapad.

La enseñanza de Lao Tse es muy diferente, profundamente verdadera, profundamente amoral, profundamente rebelde y profundamente individual, no cree en las leyes del hombre, sólo en las de la naturaleza, confiar en la naturaleza es Tao. Lao tse dice, Deja que las contradicciones se encuentren, deja que las paradojas se disuelvan, sé paradójico porque la vida es paradójica, deja que las paradojas se mezclen, se mezclen en una unidad. El pensamiento confuciano plantea la división, la clasificación, la categorización. Confucio dice, La vida es la vida, la vida es lucha, la muerte es la muerte, la muerte es descanso. Divisiones a rajatabla. Lao Tse dice que no hay distinciones, La vida es muerte, la muerte es vida. Tú puedes caminar a través del río y tus pies permanecer intocados por el agua, puedes ser una flor de loto.

La vida confuciana será una vida muy ordinaria, muy lógica, matemática, clasificada, pero muy ordinaria. La vida taoísta es realmente extraordinaria, muy rica, porque contiene tanto lo positivo como lo negativo, tanto el Ying como el Yang, tanto el conflicto como la cooperación, tanto el amor como el odio (yo diría miedo), tanto la vida como la muerte. Recuérdalo siempre, permite que haya armonía en las contradicciones que hay en tu interior, no elijas una, elige las dos juntas, sé valeroso, no seas tacaño al escoger, cuando la vida te de una paradoja escoge toda la paradoja, trágatela toda y digiererela completamente y te convertirás en un dragón volador.

El hombre real es rebelde, un hombre real no le da importancia a la respetabilidad, un hombre real vive su vida naturalmente, a él no le importa lo que la sociedad dice o no dice, la sociedad no es una consideración para el hombre real. Si quieres ser falso, entonces la sociedad se tiene que considerar a cada paso, qué decir, cómo decirlo, cuando decirlo, cuando no decirlo, cómo vivir, cómo no vivir. La sociedad lo ha determinado todo, tú solo tienes que encajar, tu sólo tienes que ser un diente en el engranaje. Un hombre real no es respetado, ¿cómo puede la sociedad respetar a un hombre real? De ahí que Jesús sea crucificado, que el Buda sea apedreado, de ahí que Sócrates sea envenenado. La sociedad acepta a estas personas sólo cuando están muertas, entonces no hay problema porque un Jesús muerto no puede ser rebelde, un Sócrates muerto no puede ser rebelde, un Buda muerto se convierte en un ser divino que ha descendido a la tierra en forma de persona. Un Buda vivo es peligroso, pero un Buda muerto puede ser venerado en un templo, un Jesús muerto está en tus manos, tú lo interpretas, tú construyes teorías sobre él.

Por tanto, si realmente quieres ser una persona auténtica, nunca te preocupes mucho sobre lo que la sociedad dice al respecto. Tú sigue tu naturaleza, si ella encaja con la sociedad no hay por qué ir en contra, y si ella no encaja con la sociedad no hay necesidad de que te adhieras a ella».

Fuente: Cuando Lao Tse dejó sin palabras a Confucio.

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