Entre el año pasado y lo que va de este, la literatura en Centroamérica ha tenido un reconocimiento internacional bastante importante.
En 2017, Claribel Alegría fue galardonada con el XXVI Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, que concede la Universidad Española de Salamanca y Patrimonio Nacional. Uno de los más importantes de nuestro idioma.
Y este año, como muchos ya saben, Sergio Ramírez recibió el premio Cervantes («el nobel de literatura en español»). Si quieren leer el poderosísimo discurso que dio, se los dejo en este enlace.
Ambos escritores son nicaragüenses (Claribel también era salvadoreña, valga la aclaración) y profundamente centroamericanos. Y ese es un motivo de alegría para todos nosotros, pobladores de este rincón olvidado por los grandes reconocimientos literarios.
Adiós muchachos
Justamente ha sido de Sergio Ramírez mi última lectura y de la que ahora vengo a escribir: el libro se llama Adiós muchachos. Una memoria de la revolución sandinista. Un libro en el que su autor quiso exorcizar su pasado en el Frente Sandinista para la Liberación Nacional.
Si me acerqué a esta especie de autobiografía política fue porque quería comprender mejor qué estaba sucediendo en Nicaragua, con las protestas, las pancartas y los muertos.
No me defraudó.
Adiós muchachos… es un híbrido entre el testimonio íntimo y el ensayo, compuesto por varios textos que abordan las diferentes historias y perspectivas de aquella revolución sandinista que puso fin en 1979 a la dinastía de los Somoza en Nicaragua, una de las más corruptas y crueles de la historia de América Latina (y eso ya es mucho decir)
Ramírez tuvo un papel preponderante en aquella revolución que triunfó, y luego en el gobierno que se instauró, en la que fungió como vicepresidente de Daniel Ortega.
La caída de la izquierda según Sergio Ramírez
Lo genial de este libro es que el escritor no se guardó nada. Se despojó por completo de cualquier pudor o reparo, para regalarnos una mirada profunda y sincera de lo que significó todo aquel proceso. Una mirada, además, depurada por los matices que solo el tiempo puede darnos. Los errores y los aciertos, contados sin orgullo ni resentimientos.
Sergio no denuncia, tampoco ocupa el libro para arrojar mierda contra sus excompañeros. No aborda esta historia desde la pasión enfermiza sino desde la memoria más serena.
El tema resulta muy delicado, sobre todo en esta época en la que aquellos sueños sandinistas de libertad y prosperidad han devenido en una pesadilla atroz, en la que el revolucionario se convirtió en el nuevo dictador.
Pero la revolución sandinista, que en aquellos años se constituyó como un faro para todos los movimientos guerrilleros de la región, no ha sido la única en truncarse.
En El Salvador, por ejemplo, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional también ha dado muestras preocupantes de debacle. Y si ampliamos más el cuadro, todos los proyectos políticos de izquierda en Latinoamérica han comenzado a padecer de una senectud a todas luces incurable.
Sí, la izquierda está moribunda, y eso no es para nada bueno. Si algo nos ha enseñado la historia de América Latina (aquella Patria Grande) es que, cuando la derecha gobierna, todos comemos mierda.
El pero de siempre
El problema con el que me topé no es necesariamente una debilidad del libro: hay que conocer bastante bien la historia de Nicaragua para comprender muchas de las referencias que se dan.
Yo no soy un experto en el tema de la revolución sandinista ni mucho menos, aunque algo he leído, y muchas veces tuve que dejar el libro para irme a buscar más referencias en Google. Y en varias ocasiones, ni San Google supo contextualizarme bien.
Como digo, no creo que sea un problema del libro, pero es una advertencia justa para quien que se quiera animar a entrarle.
¿Lo recomendaría?
Muchísimo. Este tipo de relatos desapasionados son los que necesitamos para comenzar a comprendernos como sociedades. Porque sí, los centroamericanos necesitamos empezar a narrarnos a nosotros mismos nuestra historia, sin que los resentimientos nos permeen el diálogo.
Es un ejercicio de memoria imperdible el que nos regala Sergio Ramírez y creo que es ahora más necesario que nunca.
[…] Pueden leer la reseña completa aquí: Adiós muchachos: Sergio Ramírez y la revolución. […]
Gracias por haber actuado con integridad al momento de analizar esta novela. Yo la estoy leyendo y me está sirviendo mucho para entender mi vida. Tienes toda la razón, los acontecimientos relacionados al derrocamiento de la dictadura de Somoza son una gran página en la historia de Latinoamérica. Necesitamos escribir más sobre esos retos y sobre nuestros fracasos de la misma forma y con la misma honradez que lo hace Sergio Ramíez.