La maldición de los Kennedy
La familia de los Kennedy siempre ha despertado el interés de los americanos. Y no es de extrañar, puesto que en ellos, se da tal mezcla de poder, escándalos y muertes misteriosas que ni la serie mejor guionizada resulta más interesante.
El patriarca de esta familia era Joe, un comerciante que había se enriqueció con negocios ilegales durante la Ley Seca. Joe tenía el sueño de ver a alguno de sus hijos convertido en presidente de los Estados Unidos. Pero, aunque lo cumplió, sus anhelos se vieron truncados rápidamente. ¿Coincidencia? ¿Maldición? ¿Intereses turbios de personas siniestras? Posiblemente nunca se sabrá.
Sea como fuere, lo que es indiscutible es que todos los Kennedy fallecieron poco después de acercarse al poder. El primero fue Joseph, en un accidente de aviación sucedido durante la Segunda Guerra Mundial, cuando ya había conseguido convertirse en delegado de la Convención Nacional Demócrata de 1940. Años más tarde (1963), en Dallas, se produciría el magnicidio contra JFK, después de haber gobernado el país durante dos años. Tras él, sucedió el aún más oscuro asesinato de Robert Kennedy durante su campaña para la nominación a la presidencia por el Partido Demócrata.
El incidente de Chappaquiddick
El único que no murió fue Edward Moore “Ted”. Sin embargo, no se libró de vivir uno de los capítulos más turbios y desconocidos de la familia. Un extraño acontecimiento le condujo incluso hasta a la cárcel. Por supuesto, también fulminó todas sus opciones de ganar en las elecciones a la Casa Blanca. Estamos hablando del incidente de Chappaquiddick. Solo hacía unos pocos meses, Ted Kennedy se había convertido en senador de Massachusetts por amplia mayoría y se perfilaba como un sólido candidato a convertirse en líder del Partido Demócrata en el aún lejano año de 1972.
Aquella página negra tuvo lugar el 18 de julio de 1969. Ese día todo estaba preparado para la diversión en el pequeño islote de Chappaquiddick. Ted Kennedy estaba disfrutando de una barbacoa regada por litros y litros de alcohol junto con algunos amigos. Después de un tiempo, Ted y Mary Jo Kopechne (una de sus ayudantes en la campaña y supuestamente amante del flamante político) se subieron a un coche para ir a dar una vuelta. Pero en un momento del recorrido el automóvil cayó por un puente y se hundió en el agua. Ted consiguió salir a flote, pero ella no. El senador no sólo no ayudó a salir a la joven, sino que tardó hasta diez horas en llamar a la Policía. Jamás se consiguió explicar el porqué de tales hechos.
Como consecuencia del incidente, Ted fue condenado a dos meses de prisión por denegación de auxilio y por abandono del lugar. Algunos dijeron que el castigo fue demasiado corto. Sin embargo, el juez creía que el menor de los Kennedy pagaría otra condena mucho más dolorosa en la calle. Lo cierto es que jamás llegaría a presidente del país, pero fue elegido como senador hasta siete veces consecutivas. ¿Por qué? Sólo marketing. Tenía a su lado grandes asesores políticos que trabajaron duro para que todo se olvidara.
El escándalo Ted Kennedy
Por aquella época se dijo que posiblemente jamás se podría contar la historia de Chappaquiddick, a no ser que se hiciera a través de la ficción, y eso es precisamente lo que ha hecho el director John Curran y los actores Jason Clark y Kate Mara en la película El escándalo Ted Kennedy, un drama que, si bien no señala abiertamente una solución, si es capaz de dejar bastantes interrogantes en el espectador.
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