Las historias de viajes al espacio siempre han fascinado al público, por todo lo que implica viajar a otros mundos. Muchas de las cuales se han llevado a la pantalla grande. Desde los inicios mismos del cine se trató el tema de los viajes al espacio, tal y como Georges Méliès lo hizo en Le Voyage Dans La Lune (1903) creando los primeros efectos especiales en el cine. La luna siempre ha causado fascinación en el ser humano.

El 20 de julio de 1969 el hombre alunizó en el satélite natural de la tierra, marcando una nueva era para la historia espacial de la humanidad. La misión era la Apollo 11 comandada por el astronauta Neil Armstrong quien se convirtió en el primer ser humano en caminar sobre otro planeta. Pero, ¿quién era Armstrong? ¿Cómo llegó a convertirse en el primer hombre en la luna?

De eso trata esta película. Así que se remonta 7 años antes de la misión Apollo 11 y muestra la vida de Armstrong (Ryan Gosling) antes de ser el elegido para comandar el viaje a la luna. Se le mira como un hombre disciplinado, de familia y sobre todo amoroso con su pequeña hija, quien fallece por una enfermedad y lo deja marcado, sumiéndolo en un duelo del que no puede recuperarse.

Es así como al tratar de enterrar ese recuerdo amargo se enfoca en su sueño de pertenecer al proyecto Apollo para llegar a la luna, aún dejando de lado a su familia, descuidando la relación con sus otros hijos. Se mira a un Armstrong apasionado por volar, dedicado, frío y meditabundo, inexpresivo, papel que a Ryan Gosling, le sale bien (Drive 2012), pero no matiza.

Damien Chazelle (Whiplash 2014) presenta una versión cinematográfica de la novela First Man: The Life of Neil A. Armstrong de James R. Hansen. En el aspecto técnico presenta una buena fotografía, ambientes, recreaciones de los eventos muy bien logrados. El aporte en ese sentido es muy bueno, la película mantiene una excelente forma. Incluso Chazelle hablaba de lo importante que fue minimizar el uso de recursos CGI y filmar la gran parte de la película de manera realista, con modelos a escala y demás aspectos técnicos, incluso, en las secuencias en la luna.

La secuencia del despegue dentro de uno de los cohetes está muy bien lograda, realmente hace sentir que se está ahí, con él. Y fue un acierto tomarla desde la perspectiva de los astronautas sin usar mayor recurso que los sonidos incidentales, y close ups al rostro de los astronautas, dejando ver lo que sucede afuera solo a través de una ventanilla. Eso fue espectacular.

La música de Justin Hurwitz (La La Land, Whiplash) es muy buena, propone y realza las secuencias, enmarcando la hazaña del hombre con ese toque épico tan necesario en este tipo de películas y que seguramente le merecerá alguna nominaciones. La dupla con Chazelle funciona.

En cuanto a los personajes, los cuales están basados en el libro y que son fieles a como Hansen los ilustra en su obra (él mismo entrevistó a Armstrong y a su esposa), Chazelle intenta mostrar la vulnerabilidad del astronauta y que se conozca todo el drama y dificultades por las que tuvo que pasar. Cómo enfrenta sus problemas de pareja, familiares, muertes de amigos.

Sin embargo el personaje principal le queda demasiado plano. Tal vez por que el propio Armstrong era así, sin matices, muy contenido, pero en el filme no funciona tan bien. Y es que Chazelle tal vez dirige mejor a personajes con más aristas, con más carácter y menos estoicos.  El papel de la esposa de Armstrong, Janet, interpretado por Claire Foy luce más en su actuación.

Considero que el error principal de Chazelle es centrarse más en el duelo de Armstrong que en la propia hazaña que es llegar a la Luna. Alarga demasiado la situación, y la película se pierde al acumular tanto en el personaje y al final, no desfogar toda esa carga de derrotas, sueños, penas, ahnelos del personaje en la culminación de uno de los sueños más grandes de Armstrong: Conquistar la Luna.

La parte final es buena y no se centra en ese patriotismo norteamericano de siempre en donde se muestra a los Estados Unidos como la principal alegoría de poderío y supremacía. Esto divide opiniones, si bien no ha caído en recursos patrióticos innecesarios, si se centra demasiado en las vivencias del personaje principal minimizando una gran hazaña que debió ser espectacular y llevar a un clímax épico a la película.

Comentarios

comentarios