Venerada en muchos lugares, desde La India, China, Japón o Egipto, la flor de loto simbolizaba la creación, la fertilidad y sobretodo la pureza, pues crece sin ensuciarse en los lodos que la envuelven: la raíz está en el fango, el tallo en el agua y la flor luce esplendorosa al sol.
En la creencia hindú simboliza la belleza interior: «Vivir en el mundo sin mezclarse con aquello que lo rodea». En Egipto esta flor atípica simboliza el Origen de la manifestación, es decir, el nacimiento o renacimiento visto que ella se abre o cierra constantemente con el movimiento solar, y además está relacionada con la diosa Nefertiti. El loto azul era muy apreciado por los faraones de Egipto por poseer características sagradas y mágicas asociadas al renacimiento del alma.
El significado de la flor de loto comienza en sus propias raíces, con el simbolismo de lo que se abre a la luz con pureza desde la oscuridad de las aguas estancadas. Por las noches los pétalos se cierran y la flor se sumerge en el agua; antes del amanecer vuelve a erguirse de nuevo a la superficie abriendo los pétalos. Por este ritual los egipcios antiguos relacionaban a la flor de loto con el dios Ra.
Es también la única planta que regula su calor interno, manteniéndose entorno a los 35º, esto es, casi la misma que el cuerpo humano. Otra característica peculiar son sus semillas, que pueden permanecer por más de 5.000 años sin agua, simplemente esperando la condición ideal de humedad para germinar.
En el budismo
Según la leyenda, cuando Siddhartha, que después sería más conocido como Buda, dio sus siete primeros pasos en la tierra, siete flores de loto brotaron. De esta forma cada uno de sus pasos representa un grado de crecimiento espiritual.
Los budas en meditación son representados sobre flores de loto, y la apertura de los pétalos de estas flores, que pueden estar totalmente cerradas, medio abiertas o completamente abiertas, simbolizan el estado de la expansión espiritual.
En el hinduismo
Una pequeña historia cuenta que un día se reunieron en la India a conversar a la vera de un lago tranquilo cercado de árboles de coloridas flores cuatro legendarios hermanos: el fuego, la tierra, el agua y el aire. Como eran escasas las oportunidades que estaban todos juntos aprovecharon para charlar, y comentaron cómo se habían convertido prisioneros de sus propios oficios, sin casi tiempo para reuniones familiares. El agua recordó a los hermanos que estaban cumpliendo la ley divina, y este era un trabajo que les debería traer el mayor de los placeres.
Así aprovecharon el rato para contarse unas a los otros lo que habían construido, y destruido, en el tiempo que no se veían. Estaban contentos de poder servir a la creación de formas útiles y bellas. Pero se lamentaban de la ingratitud de los humanos, que no daban valor a lo construido por los cuatro hermanos; así que pensaron dejar de ayudarlos como castigo… Pero tras mucho debatirlo se dieron cuenta de que preferían hacer cosas buenas y dar alegría.
Antes de despedirse, decidieron dejar un recuerdo al planeta de tal encuentro. Querían crear algo que trajera en su esencia la contribución de cada uno de los elementos, combinados con armonía. Sentados en la orilla del lago, viendo sus propias imágenes reflejadas, cada uno dio su opinión sobre qué podían hacer, hasta que alguien sugirió usar el propio lago como origen.
¿Qué tal un ser vivo que surja del agua y crezca en dirección al cielo? ¿Una planta tal vez? La Tierra dijo, Le daré lo mejor de mi para alimentar sus raíces, el agua siguió, Formaré la sabía que corre por sus entrañas, dándole mi energía para el crecimiento de su tallo, Yo la cercaré con mi brisa, protegiéndola, continuó el viento; entonces el fuego para finalizar el proyecto escogió lo mejor que tenía, Yo le ofrezco mi calor, a través del sol, para que crezca con colores y vigor.
Así, los cuatro hermanos en vez de castigar a los humanos, les dejaron un recuerdo de la pureza y perfección de la creación que un día podrán alcanzar.
En el antiguo Egipto
La flor de loto es una planta sagrada en el antiguo Egipto, donde es retratada en el interior de las pirámides y en los templos. Según la tradición la flor está relacionada con la creación del mundo y con el dios Vishnu, en cuyo ombligo nació una flor de loto de la que nacería a su vez otra divinidad, Brahma, creador del cosmos y la vida. Así mismo, otra leyenda sitúa el nacimiento del dios del sol Horus también de una flor de loto.
Traducción libre de un texto que he leído en www.revistapazes.com
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