
Libro de los Epítomes (Fuente).
La existencia de un gigantesco volumen de cinco siglos de antigüedad que contiene referencias a cientos de libros, muchos de ellos perdidos para siempre en la historia, tal vez suene a La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón y a su Cementerio de Libros Olvidados, pero es realidad. Este increíble libro acaba de aparecer en la Colección Arnamagnæan, en Copenhague, donde había permanecido escondido durante más de tres siglos y medio.
El volumen en cuestión es el Libro de los Epítomes, de Hernando Colón, hijo ilegítimo de Cristóbal Colón, que dedicó toda su vida a tratar de crear la biblioteca más grande del mundo. Con unos quince mil libros, esta biblioteca fue creciendo gracias a los viajes que Colón fue haciendo a comienzos del siglo XVI. Hoy en día solo una cuarta parte del total de la colección sobrevive, a buen recaudo desde 1552 en la Catedral de Sevilla, pero el resto se ha perdido, quizá para siempre.

Hernando Colón (Fuente).
Con más de dos mil páginas, el Libro de los Epítomes era la piedra angular de esa biblioteca. Después de reunir su colección, Colón hizo que un equipo de lectores hicieran pequeños resúmenes para cada obra, desde un par de líneas para textos muy cortos hasta decenas de páginas para obras completas, y estos pasaron al libro ahora aparecido. Como Colón no seleccionaba los libros que pasaban a su biblioteca sino que lo incluía prácticamente todo, este catálogo es un registro real de lo que la gente leía hace cinco siglos, no solo clásicos sino también obras menores o de importancia mucho más reducida. Esto abre el campo a un mundo que se pensaba que en gran parte estaba perdido.
El libro se encontró en la colección de Árni Magnússon, un erudito islandés nacido en 1663, que donó sus libros a la Universidad de Copenhague tras su muerte en 1730. La mayoría de los aproximadamente tres mil artículos que pasaron de manos con la donación estaban en islandés o en escandinavo; solo unos 20 manuscritos estaban en español, lo que explica que pasara tan desapercibido durante siglos. Fue Guy Lazure, de la Universidad de Windsor en Canadá, quien pensó por primera vez la conexión de aquel documento con Colón. El Instituto Arnamagnæan contactó con Mark McDonald, del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, que se lo pasó a su vez a Wilson-Lee y a José María Pérez Fernández, de la Universidad de Granada, para su verificación. Ahora ambos están trabajando para hacer un registro de todos los descubrimientos, algo que se publicará en 2020, y para digitalizar el manuscrito, en colaboración con el Instituto Arnamagnæan.
Muy decepcionada al leer este artículo y constatar que se «inspira» abundantemente del que publicó The Guardian hace unos días… pero sin mencionar la fuente 🙁
https://www.theguardian.com/books/2019/apr/10/extraordinary-500-year-old-library-catalogue-reveals-books-lost-to-time-libro-de-los-epitomes