Una buena amiga me habló del concepto libro de salón. Se trata de esas publicaciones que, bien por interesantes bien por bonitas, deberían estar en todos los hogares, sobre la mesa del salón, para que las visitas pudieron ojearlas y aprender mientras esperan a que estemos listos para salir o sirvamos la cena.

Quedaos con este concepto.

Entre polémicas y encuestas que aciertan menos que una escopeta de feria se ha movido la España convulsa pre-electoral. También con la publicación de cierto volumen del que ya apenas se pueden localizar ejemplares de una primera edición: España salvaje. Con el subtítulo de “los otros episodios nacionales” la editorial La Felguera, fetiche entre lectores, realiza una labor de compilación histórica, divulgación y análisis de lo que supone el fascismo en nuestro país que resulta incontestable. Como si se trata de una tesis doctoral a muchas voces, España salvaje recoge un testimonio a través de textos de diversas épocas y ensayos de periodistas y entendidos en la materia del culto a la muerte.

Y es que de muerte, España sabe mucho.

Partiendo de la Guerra de Cuba como piedra angular y base sobre la que habría de desarrollarse el franquismo, la obra que edita La Felguera supone al mismo un gabinete de curiosidades, una compilación de artículos del siglo pasado y contemporáneos y un archivo fotográfico a lo largo de quinientas páginas de puro surrealismo. Confieso que me he sentido desnudo y atemorizado en este país tras leer las páginas más negras de nuestra historia. ¡Muerte a la inteligencia! El grito de Millán Astray en su enfrentamiento contra Unamuno en la Universidad; Al menos hoy comeremos dice uno de los soldados que regresa de Cuba. Testimonios desde el otro lado del velo de la muerte que ayudan a reflexionar sobre el fascismo en España: no es un auge de las nuevas tendencias políticas, siempre estuvo ahí. Qué propicio, y esto lo sabrá Servando Rocha, cabeza pensante de esta hidra de tantas cabezas que es, posiblemente, la mejor editorial que hay en nuestro país, sacar adelante este libro en una época en que Vox entra en el Congreso.

Textos, decíamos, rescatados de las páginas de revistas olvidados. Cuenta el índice con las plumas de Unamuno, Ramiro de Maetzu o el propio Millán Astray, y de un surtido de fotografías inauditas de la guerra de Marruecos, de la Guerra Civil, de la época de auge del franquismo y de personajes notables de la historia del culto a la muerte.

Y es que si estuviéramos tentados de elegir un tema, ese sería la calavera y el sepulcro.

En las páginas de España salvaje el lector se pierde en la historia menos conocida. No por olvidada, pues todos estudiamos, con más o menor atención, algunas de estas crónicas negras de nuestra historia. Pero en este caso se presentan en las voces de sus protagonistas; dividida en siete actos y un epílogo, esta obra no es un libro. No es un álbum, no es una novela y mucho menos un compendio de artículos. Es una enciclopedia de referencia en un solo volumen. Es la crónica de una nación en un trabajo de documentación sublime, elegante y macabro. Una obra que no me hubiera sorprendido costeada por el Estado en una editorial universitaria, o en Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, u otros organismos de semejante índole. Pero la publica (con polémica por la elección de la cubierta) una editorial independiente. Como decía antes, y no temo repetir, la que comienzo a considerar como la mejor y más interesante editorial que hay en nuestro mercado.

Cada uno de los actos (partes) del libro constan de una interesante introducción, cada cual firmada por un autor, que nos colocan en el contexto histórico y social que vamos a explorar. O, más concretamente, la horrible guerra que nos atañe en el momento de la lectura. Amén de esto, un prólogo al libro firmado por Jorge Martínez, de Ilegales. Se dice desde la editorial que este libro es “una crónica de la necropolítica”. ¿Y qué es esto? Pues tras la lectura de España salvaje, que viene como casi todos sus hermanos mayores firmado únicamente por La Felguera, creo que la idea que queda es que la necropolítica es la exaltación de los caídos, de la guerra, la creación de mártires que ha dado en España alas a la extrema derecha.

A este análisis tan particular de la historia se le suma la galería de curiosidades: portadas de la revista Las ocurrencias, semanario ilustrado de macabro contenido que plagaba sus páginas de crímenes; un ejemplar de la revista falangista Jerarquía, fundada en 1936 y que existió hasta 1938, y un catálogo de objetos nazis tan absurdos como velas y cepillos con esvásticas. Una delicia casi lúbrica para el amante de la Historia.

Interior del libro.

Es imposible escribir una reseña de este libro, me doy cuenta cuando llevo ya varias páginas, sin caer en una enumeración de alabanzas o de datos sobre el mismo. De qué se compone, cómo se estructura, qué nos cuenta, por qué debería importar… Pero si estás leyendo esto es porque ya te interesaba la portada con ese personaje mutilado y, pese a todo, orgulloso; porque ya te fascina la negra historia de España o, sencillamente, porque hay algo hipnótico en lo que edita esta gente. Me considero fan incondicional de sus libros y de su revista, Agente provocador, y he leído casi la totalidad de los títulos que esta editorial afincada en Madrid. Pero España salvaje me ha sobrecogido como ninguno. Acaso me atrevo a decir, con todos los meses que faltan, que este va a ser el libro del año. Que no voy a leer nada que me impacte así, que me asuste y me encante a partes tan iguales. Que vale cada euro que cuesta (y no es caro). Que merece cada minuto de lectura. Que debería entrar cuanto antes en las instituciones y bibliotecas públicas. Todo un libro de salón, que decíamos al principio.

Y digo más: quizás si este libro hubiera aparecido antes y todos los hubieran leído, le hubiéramos tenido aún más miedo a Vox y la ultraderecha.

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