El miedo por definición es la sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. Sin embargo, todos estaremos de acuerdo en que es mucho más complicado pasar miedo, cuando sabemos que un momento de terror está enmarcado en un contexto de ficción.

Desde crío he admirado el cine de terror de los años ochenta y finales de los setenta. Ni si quiera a los ojos del niño de diez años que era entonces aquellas películas daban miedo. Hablo de cintas como Creepshow o El amanecer de los muertos vivientes, ambas del gran George A. Romero. Cuando cogía estas películas del videoclub, ya extinto, que estaba a lado de mi casa, mi padre me dirigía una de esas miradas que parecía pronunciar: «¿Estás seguro?».

Más allá de la suerte que tuve de tener un padre que me permitiera ver este tipo de películas aún siendo un crío, fui aún más afortunado de tener un progenitor amante del séptimo arte. Además, tengo que añadir que mi padre trabajó proyectando películas en un cine de barrio, que al igual que el videoclub, ya se ha extinguido. Un día de esos en los que yo iba feliz agarrado de su mano y sujetando con la otra mano que me quedaba libre una gran cantidad de películas fantásticas y de terror, él pronunció las palabras que inspiraron este artículo.

―Pues con esas películas que llevas tú, gente más mayor no paraba de gritar en las salas de cine.

El miedo en el cine es algo volátil. El miedo, en el campo cualquiera del que hablemos, es generacional. Estoy seguro de que a mi padre no le faltaba ninguna razón en sus palabras. Pero, ahora esas películas ya no dan miedo. Esto nos ha llevado a que incluso medios especializados cataloguen estas películas como comedias de terror. Disculpen que me muestre reticente, pero no creo que tocar un meteorito y que por ello te conviertas en una planta, sea asunto de risa.

Stephen King actuando en la película Creepshow (1982).

El terror, al igual que el resto de los géneros fantásticos, ha sido maltratado a lo largo de la historia del cine. Sin embargo, ¿hay algo más humano que el miedo? El cine de terror es una de las mayores muestras sociológicas que tenemos a nuestro alcance. Las cintas de miedo de los años ochenta nos muestran una humanidad con miedo a lo desconocido, con miedo al desconocimiento de la fina línea que tenemos entre la vida y la muerte. Esto es tan sencillo como comparar los zombis que muestra Zack Snyder con los zombis de las películas de George A. Romero. Si bien el primero se centra en el comportamiento de los humanos frente a la situación que plantea un apocalipsis zombi, Romero muestra en sus películas el shock que tiene la humanidad al ver personas que vuelven de la muerte convertidos en monstruos.

Otro de los ejemplos que tenemos en la actualidad y que nos muestra como el miedo humano ha cambiado es la reciente y exitosa serie de Netflix, La maldición de Hill House. Muchos pueden decirme que no es más que una historia arquetípica rodada con gran calidad y con un elevado presupuesto. Sin embargo, no es más que una serie en la que se desnuda a sus personajes adultos mostrando sus traumas infantiles.

El género no ha muerto. A decir verdad, está más vivo que nunca. Esto se lo debemos a directores como James Wan o Jordan Peele. Porque recuerden, que nada nos hace más humanos que sentir miedo y ser capaces de dominarlo.

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