Hace un par de semanas llegó a mi casa el libro Futurama y la filosofía y, a riesgo de que el apéndice (que no me he leído aún) estropee las otras 300 páginas previas, diré que es un libro imprescindible en la colección de todo fan de Futurama. Pero también de aquellos lectores interesados en la filosofía, ojo.

Es muy probable que mi opinión de ⭐⭐⭐⭐⭐ tenga que ser descartada si tenemos en cuenta que Futurama es, con diferencia, la serie que más veces he visto. O si consideramos que me sé los diálogos de memoria y que las estupideces de Fry están grabadas en mi ADN. Bajo esta perspectiva es muy posible que esté condicionado y mi opinión diste de ser objetiva. Aún así…

Un libro que los fans sabrán apreciar

Futurama y la filosofía, de Courtland Lewis

Siempre me ha parecido que Futurama tenía un algo. Seguí la serie durante años hasta que la cancelaron en 2003. Luego volví a seguirla unos cuantos meses con las películas de 2008, hasta que la cancelaron. Y finalmente la seguí de nuevo entre 2010 y 2013… hasta que volvieron a cancelarla.

No me consuela nada el hecho de que de 2013 a 2019 vaya un año más que de 2003 a 2008, y algo me dice que deje de levantar los ojos hacia el futuro para ver si el Código de Tiempo de la Máquina Universal de Lenguas, probablemente tatuado en algún culo, me devuelve a los protagonistas. No va a poder ser.

De momento este libro ha supuesto una bocanada de aire fresco, y la necesitaba. Es un volumen que los fans de la serie sabrán apreciar, y no solo porque en él aparecen numerosos diálogos de Futurama, sino porque ayuda a ver la accidentada serie (FOX, Comedy Central, os odio) desde una nueva perspectiva.

“¡Eh, Futurama no va de filosofía!”

Aquellos que crecimos (pero jamás maduramos) con Futurama tenemos la asombrosa habilidad de visualizar lo que Fry, Bender o Leela harían en determinadas situaciones del presente. Fry probablemente preguntaría, al ver este libro:

FRY:  Eh, ¿qué es eso?

BENDER: Es un libro.

FRY:  ¿Y para qué vale?

BENDER: Los humanos se ponen delante y lo miran, aprenden, aman.

FRY: Qué rollo.

También podemos imaginarnos a Fry discutiendo con vehemencia y estupidez “¡Eh, Futurama no va de filosofía! Va de robots, aventuras espaciales y armas láser” para pasar a gesticular “¡Pium, pium, pium!” y hacer como que sus dedos disparan. Creo con toda sinceridad que todos nosotros tenemos un Fry dentro, y que este libro nos dice por qué.

De lo que va el libro

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Es posible que, mientras disfrutabas de la serie, no estuvieses pensando en las implicaciones filosóficas de algunas de sus escenas. Si te perdiste esa parte y quieres saber qué nos dice Futurama sobre apreciar nuestra propia mortalidad, la identidad del yo, de qué van las religiones, algunos secretos turbios sobre las relaciones sexuales y amorosas, qué tiene que ver la conquista de las libertades con sus demonios, por qué comerse a otras personas es un agravio (y cómo solucionarlo) o por qué hacer el amor con un radiador nunca es buena idea, estás de suerte. Has llegado al lugar correcto.

A través de sus capítulos diferentes autores (es una antología de interés, guiño, guiño) nos hablan sobre problemas filosóficos clásicos y cómo la serie ha lidiado con ellos a lo largo de sus temporadas. Dado que el libro en sí es un spoiler enorme de la serie, destriparé mi capítulo favorito (“Fry es bastante cortito”, de Charlene Elsby) diciendo que Elsby analiza desde la estúpida perspectiva de Fry cómo adaptamos nuestras creencias a nuestras observaciones. Y esto es solo un ejemplo.

Que nadie se lleve a engaño: Futurama y la filosofía es un libro sobre filosofía construido sobre una serie fantástica. Es el tipo de artimaña o triquiñuela que utilizaría un profesor de instituto para que sus alumnos le prestasen el mínimo de atención, suponiendo que a los adolescentes siga interesándoles el año 3000. Una bonita forma de empaquetar conocimiento “infumable” y hacerlo guay.

Te recomiendo ver la serie

El libro no requiere ver primero la serie (es autoexplicativo y además cada capítulo es independiente) pero sí he notado al leerlo que conocer el lenguaje y saberse algún que otro chiste de memoria ayuda a entender una lectura ya de por sí bastante sencilla. Así que te recomiendo ver la serie. También te la recomiendo aunque no pienses ni de refilón en comprar el libro.

Que conste: con este libro nadie va a perderse en complejos dilemas filosóficos porque están mascados y simplificados para el gran público. Aunque son ampliables, y esto es lo bonito. He tardado semanas en leer un libro con una letra bastante gorda no porque cueste masticarlo, sino porque anima a aprender más sobre filosofía. (Insisto, profesores).

Me he descubierto a mí mismo investigando teoremas milenarios que me aburrieron profundamente con 17 años y sacándoles partido ahora que tengo 31 años largos. Mi amor por futurama me ha hecho picar y morder el anzuelo de la filosofía, que me ha pescado del todo. Eso que me llevo.

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