Aunque nunca te hayas adentrado en las novelas de espada y brujería clásicas, te vendrá la imagen de un Arnold Schwarzenegger musculado y ochentero en unas de sus películas más icónicas. El personaje de Conan que el austriaco llevó al cine y a la imaginería de todos fue creado por el escritor Robert E Howard para una serie de relatos destinados a la revista de relatos pulp Weird tales. Corría el año 1932.
¿Qué tipo de literatura inspiró a Howard para sus historias? Este género hunde sus más antiguas raíces en las epopeyas clásicas, como la Odisea de Homero o las sagas de la mitología nórdica. El viaje del héroe que pasa por mil aventuras en el camino a su destino. Ambientados en tiempos remotos de una edad media con elementos sobrenaturales y artilugios que no tienen por qué guardar fidelidad contextual (recordemos que hablamos de fantasía), estas historias suelen centrarse en situaciones de acción violentas donde en muchas ocasiones la vida es menos importante que una buena muerte.
La Invocación del Picto nos lleva de nuevo a esas historias que fascinaron a tantos lectores desde que descubrieron a Howard y a todos sus sucesores. Nos cuenta las aventuras de Nergal, un joven picto del clan del Lobo que, de forma desesperada, acuciados por la hambruna, le eligen junto a otros pocos para convertirse en un Krivanderjager. Tras pasar las pruebas y pactar con la muerte, se les infiere de una fuerza poderosa. Su objetivo es aniquilar el clan vecino y dejar así de competir por las tierras y la caza. El clan, avergonzados por la decisión, despiden a la comitiva que parte hacia su misión. No esperan volver a verles; esta invocación siempre ha conllevado la muerte.
Nergal no está muy de acuerdo con ello. Consigue sobrevivir y volver al clan. A partir de entonces seremos testigos de una constante en la novela: el rechazo de los demás y el esfuerzo del protagonista por encontrar su sitio en un mundo que no le corresponde.
La historia está dividida en cinco partes. Cinco capítulos de la vida del protagonista conectados por sinopsis que nos aclaran los intercisios. De esta forma asistiremos a la evolución de Nergal, de cómo es contratado de soldado y guía por una secta, de su formación militar en un frente fronterizo en medio de la nada, de su primera experiencia con la “civilización” hasta convertirse en proscrito de la misma. En su viaje por la vida, renegando de la muerte, que tiene sus propios planes, el picto se encontrará con personajes variopintos. La novela no se detiene mucho en ellos, son secundarios actantes que ayudan, de una forma u otra, a la evolución del protagonista y de su historia.
He disfrutado mucho con las escenas de acción, numerosas, descritas todas ellas con pericia y precisión. Las 350 páginas de La Invocación del Picto pasan fugazmente entre luchas, combates y diálogos rápidos y efectivos. El universo donde se desarrolla la historia es reconocible y fácil de asimilar, lo que me animó a adentrarme en una novela de espada y brujería sin tener que estudiarme previamente sagas familiares, historia, territorios y leyes específicas de dicho universo. La invocación del picto es una novela muy disfrutable. Desde aquí pido a Sergio Mars, autor, o compilador de los escritos de S.T Prescott, mejor dicho, a seguir indagando en las aventuras y desventuras de Nergal, el picto, el Krivanderjager.
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