Tras la impactante cubierta de Cuántos de los tuyos han muerto, ilustración de Sara González Cisneros y libro de Eduardo Ruíz Sosa, se esconde una reflexión en torno a la muerte en clave de antología de cuento. El autor mexicano que deslumbró al público hace unos años con Anatomía de la memoria regreso con el género corto y lo hace con un libro enigmático, lleno de elipsis (las de sus propios párrafos descompuestos y vueltos a armar como si fueran piezas rotas de un jarrón) y una amarga narración que se nutre del lenguaje poético para tratar los escabrosos asuntos del cuerpo.
Según la editorial:
En Cuántos de los tuyos han muerto el escritor mexicano Eduardo Ruiz Sosa se enfrenta al fenómeno de la muerte mirando a los ojos de los sobrevivientes, escuchando a los que quedan en el mundo como testimonio de la ausencia, de esa ausencia ajena que, en buena medida, es nuestra propia ausencia, pues al morir los otros va desapareciendo también lo que fuimos con ellos.
Un libro este difícil de catalogar, de reseñar, de comprender y aún más de criticar. Por un lado, el tono general de los cuentos que lo componen, once en total que se redondean a trece (número mágico) con dos notas finales, es de una oscuridad apegada a lo cotidiano; una suerte de realismo casi mágico que entronca con lugares conocidos, situaciones conocidas, personajes que se pueden intercambiar entre sí, una amalgama de situaciones que nos son familiares y desconocidas a un tiempo. El autor prescinde de toda concreción y divaga por el mundo onírico, echando a un lado la trama cuando esta no aporta y buscando la belleza en la muerte. Si la encuentra o no, que decida el lector avispado. En la opinión del que firma, hay claros y oscuros en esta obra que no parecen dejar nada al azar. Por un lado, despiste la forma de componer los párrafos (con frases a medio acabar, unas veces sin puntuación, con grandes espacios en blanco y texto sin justificar) que unas veces parece necesaria y otras totalmente inservible. ¿Qué busca el autor con esto? Es una pregunta que me he reiterado a medida que avanzaba en la lectura y para la que no tengo respuesta. Quizás nadie la tenga. En cuentos como Desaparición de los jardines o Que el mundo arranque tus ojos esta propuesta de estilo parece indispensable, mientras que otras veces parece poco más que una «pose» para apoyar visualmente lo que el texto quiere transmitir. Y es esta (aparente) falta de confianza en el texto lo que hace que el conjunto se desluzca frente a lo que podría ser una gran antología sobre el gran misterio: el acto de morir.
Sin embargo, el potencial poético del texto achica las reticencias del lector más clásico con una fuerza narrativa difícil de cuestionar. De nuevo volviendo a la subjetividad, la lectura de Desaparición de los jardines (que evoca el recuerdo de la hermosa lectura en vivo que se realizó en Madrid durante la presentación del libro, en la librería La Fábrica, para más señas) despertó en mí un conjunto de sensaciones que me llevaron al borde del llanto. Y es que la vejez como preámbulo a la muerte, pero también el duelo, la repentina marcha, la enfermedad, la violencia y la idolatría son algunos de los temas que tocan más de cerca este libro que tiene, a medida que se avanza en su lectura, cada vez menos de compilación de cuentos aislados y más de conjunto temático, de ópera rock si se quiere, de larga poema en prosa. Cierto es que algunos de sus once cortes dejan una estela demasiado fría en comparación a otros, pero la perfección, como la muerte, es un misterio imposible de gobernar. Cuántos de los tuyos han muerto es una lectura de riesgo, una toma de conciencia sobre nosotros, pero también es una obra que ahonda en la belleza y en su misterio, una carta de amor a la narración hermosa y un ejercicio casi de surrealismo. Recomendable en la medida en que el resto de lecturas en la pila de pendientes no ahonden en la búsqueda de un lenguaje más cercano al sentimiento humano.
Eduardo Ruiz Sosa (Culiacán, México, 1983). Es Doctor en Historia de la Ciencia y cursó estudios de Doctorado en Filología Española. Ha sido profesor de la Facultad de Historia de la Universidad Autónoma de Sinaloa y Jefe del Departamento de Literatura del Instituto Sinaloense de Cultura. Actualmente reside en Barcelona. Ha publicado el libro de cuentos La voluntad de marcharse (2008), con el que obtuvo el Premio Nacional de Literatura Inés Arredondo; la elogiada novela Anatomía de la memoria (Candaya, 2014), por la que obtuvo la I Beca de Creación Literaria Han Nefkens (que le permitió cursar el Máster en Creación Literaria en la Universidad Pompeu Fabra) y por la que fue incluido en la antología México 20 (los 20 autores mexicanos menores de 40 años más sobresalientes del ámbito de la ficción y la no ficción, según un jurado compuesto por Guadalupe Nettel, Cristina Rivera Garza y Juan Villoro) y el libro de crónicas Primera silva de sombra (2018).
No hay comentarios