Cada cierto tiempo alguien levanta la voz y dice algo como “No se debería dedicar dinero a lanzar cohetes cuando hay tanta gente con hambre en el mundo”. Es una forma simplificada de decir que el dinero público para investigación debería restringirse cuando no es esta un asunto urgente, y que los fondos deberían ir directamente a atacar los problemas sociales apremiantes.

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También es un error, y una forma de desconectar los resultados de la investigación con la calidad de vida que estos suelen aportar. Olvidamos que los primeros cohetes nos han dado una ciencia médica inimaginable hace décadas, o que el vehículo eléctrico que hoy ya es viable ha necesitado más de un siglo de desembolso continuo sin esperanzas. En este blog hablamos mucho de la literatura narrativa, pero poca de la científica. ¡Que alguien me traiga un microscopio!

¿Sabías que el TAC médico viene del espacio?

Lanzar cohetes al espacio es realmente costoso, pero no es caro. De hecho da beneficios y no estamos hablando únicamente de dinero (que también). Si tienes alguien cercano al que le hayan detectado un tumor usando TAC (tomografía axial computerizada) has de saber que es una tecnología derivada del programa Apolo de la NASA. Sí, el de ir a ver la Luna.

Se trata de una tecnología que ha salvado millones de vidas en todo el mundo, y subiendo a medida que los procedimientos se abaratan. Hablando sobre abaratamiento, las placas fotovoltaicas tuvieron sus inicios allá por 1849. En 1905 Einstein logró explicar por qué estas células daban energía, y en 1954 se logró optimizar mucho su eficiencia (por debajo del 1%, básicamente nada).

Pero no fue hasta que la EEUU lanzó el satélite Vanguard 1 en 1958 que se se empezó a destinar dinero al proyecto de convertir el Sol en electricidad. A partir de ahí el impulso económico fue tal que hoy día tenemos placas con eficiencias del 52%, y pronto nos acercaremos al 60%. En una década el precio del panel ha bajado un 80%. Sin dinero público en el pasado habría sido imposible descarbonizar la economía en el futuro.

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Pero el espacio nos ha dado más elementos esenciales sin los cuales millones de personas habrían muerto o tenido una vida peor, como los monitores cardíacos, las termografías multicolor, el termómetro sin mercurio, el tubo para dentífrico, sistemas de tratamiento de agua, el marcapasos, las lentes de contacto, las ecografías, la cirugía láser o los alimentos deshidratados y liofilizados.

También son derivados directos algunas de las mejores técnicas de desinfección, muchas investigaciones contra el cáncer, la osteoporosis o el envenenamiento radioactivo, la tecnología de prótesis, o las cámaras ópticas de pequeño tamaño para operaciones, entre otras. Y eso sin contar los fármacos.

Investigaciones relacionadas nos han dado aún más

Por supuesto todos estos desarrollos requieren de un complejo entramado industrial que se conforma para dar servicio a la industria aeroespacial y derivadas. El empuje horizontal en investigación resultado del primero es tan importante como aquello que aprendemos directamente en baja gravedad.

Algunos ejemplos son los materiales que se han descubierto gracias a destinar fondos al espacio. Una lista parcial es la de algunos tejidos usados en los trajes de bomberos y vulcanólogos, el kevlar, el teflón de las sartenes, el policarbonato, el velcro, la fibra de carbón, el papel albal, la cerámica resistente a alta temperatura, etc.

Solo esta última ha permitido avanzar notablemente a la industria metalúrgica, que recordemos da servicio a hospitales, automóviles o dispositivos de toda índole, entre muchos otros. Los detectores de humo también son un derivado de la carrera espacial, así como y las gafas de Sol polarizadas sin las cuales habría muchos más accidentes en todo el mundo. Pero seguimos.

El GPS, los teléfonos móviles, la tecnología de disco óptico (CD/DVD), varios sistemas de optimización de energía usados hoy en frigoríficos y ordenadores, los ubicuos códigos de barras que han transformado el mundo, los pañales desechables e higiénicos, el joystick (no solo para jugar), entre algunos otros.

Aprender sobre la Tierra, más rápido

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La primera fotografía de la Tierra desde el espacio se realizó en 1946. Ha llovido desde entonces. Esta estaba en blanco y negro, pero luego vendrían otras en color, e incluso algunas en franjas del espectro vetadas para los humanos como aquellas que muestran la temperatura de la superficie o los componentes de la atmósfera. Fotografías imprescindibles para entender el presente.

Quizá no seamos conscientes aún, pero uno de los mayores desafíos de la humanidad es el cambio climático derivado de nuestras propias acciones. Va a ser un reto notable cuyo conocimiento se volvió público tras las fotografías espaciales, y estas se han convertido en la mejor herramienta de pulso planetario. Sin el gasto pasado en el espacio, hoy estaríamos vendidos.

Más allá del espacio, por favor

Si uso el ejemplo del espacio es porque es fácil visualizar todos los inventos que se mencionan arriba, pero hay otros espacios de gasto aparentemente inútil que nos han dado invenciones que han cambiado para siempre nuestra cultura. Pensemos en internet, un invento que muchos achacan a tecnología militar pero que nació dentro de ARPA para comunicar a sus científicos en proyectos defensivos (ARPANET). Iban a ser unas pocas decenas de universidades…

A menudo se compara la inteligencia artificial como la nueva energía. De ser así internet y la web son la red de distribución. De nuevo, pocos saben que la web nació en un centro de investigación caracterizado por invertir cantidades ingentes en proyectos poco urgentes.

Hablo del CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear detrás de la energía de fusión, energía nuclear limpia con un calendario a muchas décadas vista. De momento todo lo que se ha invertido en el proyecto ITER (por ahí hay fuentes que hablan de 4.570 millones de euros) no han dado resultado directo.

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Pero ahora trata de imaginar ahora un mundo sin internet o sin web. ¿Habría bajado tanto la pobreza, aumentado la esperanza de vida? ¿Se habrían descubierto tantas curas? Pensemos en el futuro, ese que todos imaginamos con vehículos eléctricos por las calles.

El primer vehículo eléctrico se diseñó en 1832 y fue un fracaso estrepitoso al igual que la construcción en 1984 de LIGO, el observatorio de ondas gravitacionales. En 1984 no descubrió nada. Cuando se invirtieron cientos de millones de dólares más en 2004, tampoco se descubrió nada. Solo al tercer intento millonario se logró captar la primera onda gravitacional en 2016.

Paridad de red, adiós a la vieja tecnología

Un par de años antes, en diciembre de 2014, se alcanzaba la paridad de red en algunos países del mundo. Esto significa que producir energía con placas solares se ha vuelto más barato que el mix basado en combustibles. También es más eficiente moverse en un vehículo eléctrico (asterisco) si este dura mucho tiempo, las baterías se reciclan (es el caso de España) y se prioriza la energía verde.

Pero ninguno de estos dos dispositivos “modernos” habría sido posible sin un desembolso escandaloso desde hace siglos o décadas. Y algo similar ocurre con LIGO. Probablemente no hubiese sido urgente conocer la existencia de las ondas gravitacionales, pero lo cierto es que no sabemos qué calidad de vida podría darnos el resultado de toda esta investigación.

Probablemente mucha porque la investigación largoplacista sin objetivos claros —o con descubrimientos serendípicos— suele obtener mejores resultados. La próxima vez que pienses que “eso no debería investigarse con dinero público” piensa que muchos de tus conocidos estarían muertos o no habrían llegado a existir sin tecnología que los hizo posibles.

¿Que hay problemas acuciantes que solucionar? Sin duda, pero es muy probable que muchos de ellos desaparezcan de un plumazo, como ocurrió con las vacunas hace décadas, gracias a una innovación en la que pocos estábamos pensando. La alternativa son paños calientes de carácter paliativo, que no dejan de estar mal pero que solucionan poco.

Imágenes | NASA, NREL, White Sands Missile Range, Oak Ridge National Laboratory

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